Diez años atrás.
No sabía lo que pasaba, solo sabía que sentía un gran vacío, mi padre, ya no estaba, había muerto o eso había dicho mi madre, Susan.
Estaba asustada, porque sabía que ahora estaría sola. Él fue el único que en verdad me amo.
Ver bajar el ataúd, mientras el padre rezaba un padre nuestro, lo peor que él era ateo. Nunca lo escuché mencionar a Dios o orar.
Ahí estaba Susan no parecía importarle que acaba de morir padre, se comportaba como siempre, como una sucia.
Yo solo quería a mi papá, conmigo, que me abrazara y me asegurará que todo estaba bien que llegaría para contarme mi cuento y darme mi beso de buenas noches.
Ahora era yo sola contra el mundo.
Y esos hombre con sus chaquetas de cuero, y grandes cuerpos y esos horribles dibujos sobre la piel, parecía afligidos otros solo aburridos.