Novia del Señor Millonario
Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Mi esposo millonario: Felices para siempre
El arrepentimiento de mi exesposo
Extraño, cásate con mi mamá
El dulce premio del caudillo
Los Mellizos del CEO
El réquiem de un corazón roto
Yo soy tuya y tú eres mío
El gran regreso de la heredera despechada
Elena recordaba su niñez como un eterno invierno, a pesar del cálido clima del pueblo donde creció. Su madre, Rosario, iba y venía, dejando tras de sí promesas rotas y largas ausencias que pesaban como una losa. Cuando estaba presente, Rosario llenaba a Elena de palabras dulces, asegurándole que “pronto todo sería diferente”. Pero esas promesas se disolvían en el aire, reemplazadas por días de soledad y noches silenciosas bajo el cuidado de unos tíos fríos y desinteresados.