Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
La heredera fantasma: renacer en la sombra
No me dejes, mi pareja
Creí que todo permanecería de esta manera por siempre; una familia fue lo que siempre deseamos mi hermana JinHa y yo. A pesar de ser dos jóvenes de tan solo 22 y 24 años, ambos decidimos permanecer juntos desde el momento en que nuestros padres fallecieron cuando yo tan solo tenía 16 años. Mi mente siempre divagó en aquellos recuerdos de cuando solíamos vivir con nuestros padres, recuerdo perfectamente que solíamos ser felices a pesar de ser unos simples campesino.
Mi madre murió dos años despues que mi padre, dejándonos a mi hermana y a mí completamente solos.
JinHa, tuvo su primer amor a la edad de 22 años, conoció a un hombre el cual se valió de una buena apariencia y engañó a mi hermana con sus dulces palabras llenando su mente de falsas promesas y mentiras. Tiempo después el decidió marcharse al enterarse que mi hermana estaba esperando a un hijo en su vientre.
Ambos decidimos apoyarnos mutuamente, ya que yo no soy una excepción. Mi esposa decidió abandonarme tan pronto dió a luz a mi hijo Yeong, alegó que merecía vivir como una noble y decidió marcharse para ser la concubina de un noble señor. Pude comprenderla perfectamente, ya que yo soy un campesino y nunca podría darles o asegurarles caros ornamentos, hanbok o tan siquiera un dwikkoji de oro. Pero, aún así, debo admitir que sufrí en el momento en que ella decidió marcharse, dejando en mis brazos a una pequeña criatura el cual era mi hijo.
Ella decidió marcharse a mis 20 años, dejándome a cargo de mi actual hijo que ahora posee 4 años.
A pesar de su partida, me encargué de criarlo de buena manera a pesar de temer al no poder darle los lujos que cualquier niño quisiera tener; por lo tanto, me esforcé trabajando lo más que podía para asegurarme de sustentar a mi hermana e hijo.
—¡YongHa, ven aquí!—.Exclamó con alegría mi joven hermana quien acariciaba sutilmente su abdomen, pues se encontraba en la espera de su primer hijo.
Ella es una hermosa mujer de cabello castaño y piel blanca, con un celestial rostro como si se tratara de una diosa. Jinha y yo heredamos la belleza de mi madre, ambos somos muy parecidos.
JinHa y yo solo nos tenemos el uno, para el otro.
Algunas veces solemos hablar sobre lo desdichados que somos cuando se trata del amor.
—¿Qué ocurre?, ¿Te encuentras bien?—Tomé su mano—¿Deseas comer algo delicioso?
—No exageres YongHa, mi bebé suele ser un niño muy tranquilo—Sonrió acariciando su abdomen—Solo te llamaba porque Yeong desea verte.
Observé a mi lado encontrando a mi pequeño hijo de tan solo 4 años quien me observaba en silencio. Es un niño muy silencioso y suele estar muy cerca de mí a todo momento. Siempre suele preguntarme sobre su madre, pero le miento diciéndole que ella se encuentra en un largo viaje y que vendrá en cuanto cumpla suficiente edad.
Supongo que es una mentira bondadosa.
—¿Qué ocurre Yeong?, ¿Quieres venir con papá?—.Le pregunté manteniendo una gran sonrisa en mis labios mientras tendía mis brazos hacia el.
—Quiero ir con papá—.Respondió corriendo a mis brazos tomándolo para levantarlo en el aire haciéndolo reir.—¡Papá caballito!—Exigió levantando sus manos en el aire.
Reí bajo e inmediatamente lo subí a mis hombro y comencé a correr simulando ser un caballo mientras Yeong reía frenéticamente y se aferraba a mí. Pero, me detuve al escuchar la voz de una joven mujer quién llamó a mi nombre regalandome una sonrisa mientras sostenía en sus manos un pequeño jarrón de barro.
—Oh YongHa ¿Cómo te encuentras?—.Preguntó ChiSoo, la esposa de GaYeon, una mujer de mi edad de cabello negro al igual que sus ojos y de una pálida tez. Ella acarició el cabello de Yeong mientras le regalaba una sonrisa.
Ella posee la marca de una serpiente en su mano, la cual me indica que pertenece a algún tipo de clan. Aúnque no sé nada referente a ello, siempre he estado interesado en ese tipo de temas, ya que me gustaría saber de dónde proviene. También, su esposo GaYeon posee la misma marca, pero en su pecho. Al parecer suelen poseerlas en diferentes lugares.
—Oh ChiSoo, estoy bien, ¿qué hay de tí?—Observé su abdomen—Parece que pronto saldrá—.Le dije debido a su embarazo.
—Bueno, solo espero unos días para tenerla entre mis brazos.
—¿tenerla? ¿Acaso estás esperando a una niña?—.Le pregunté
—Estoy segura que es una niña.—Afirmó confiada, haciéndome creer en sus palabras, pues ha adivinado muchas veces el sexo de otros niños.
—Espero que haya pensado un buen nombre para ella.
—¡Lo he hecho! eligí un hermoso nombre para ella.
—¿Podría decírmelo?
—SuHee, ese será su nombre.
—Wow, has elegido bien.—Sonreí, pero recordé que no puedo dejar tanto tiempo a JinHa a solas— Lamento tener que dejarte, pero tengo que ir con mi hermana, no me gusta dejarla sola por mucho tiempo, ya que está embarazada y suele afectarle un poco la soledad.
—Oh, descuida, de igual manera iré a visitarlos. Al fin y al cabo vivimos en la misma aldea, solo a dos casas de ustedes.
Le sonreí y asentí con mi cabeza e hice una reverencia mientras comenzaba a caminar hacia la casa en compañía de Yeong, quién se encontraba dormido en mis brazos; al entrar a casa haJin esperaba por mí mientras servía la cena en nuestra mesa. Desperté a yeong y me senté con ellos a tomar nuestra cena.
—Oh YongHa, ¿Se ha portado bien yeong?—.Me preguntó colocando la cena ante mi
—Por supuesto, Yeong es un buen niño—Sonreí.
—¡Papá prueba esto!—.Yeong llamó mi atención al sostener en su mano un poco de arroz el cual llevé a mi boca y comí de el mientras sonreía.
—¡Está muy bueno!, Tu tia es una gran cocinera!—.Exclamé alegremente dedicandole una sonrisa.
Las horas comenzaron a transcurrir haciendo que el anochecer llegara rapidamente. Yeong se encontraba dormido en los brazos de JinHa, lo que hizo que formara una sonrisa en mis labios, pues sabía que ellos eran lo único que poseo.
Me coloqué de pie y caminé hacia JinHa tomando a Yeong en mis brazos para luego colocarlo cuidadosamente en la cama evitando despertarlo de su plácido sueño. Una vez más, me dirigí hacia JinHa y tomé asiento ante ella entablando una conversación.
—¿No irás a dormir?—.Le pregunté al verla sumergida en sus pensamientos, me preocupaba cada vez que la veía de esa manera, pues solía actuar así cuando estaba al borde de las lágrimas, pero su respuesta fue muy tranquilizante.
—En unos momentos, estaba pensando en nuestros padres—.Respondió con un suave tono de voz fijando su mirada en mí—Tambien en aquellas historias que solían contarnos, ¿Las recuerdas?—.Me preguntó.
dudé por unos minutos mientras indagan en mis pensamientos intentando adivinar a qué se refería, nuestros padres solían contarnos muchas historias fantasiosas las cuales nos permitan dormir tranquilamente.
—Uhmm, ha decir verdad no estoy seguro a qué te refieres. Nuestros padres solían contarnos muchas historias ¿lo has olvidado?—.Le pregunté de vuelta colocando mi mano en mi mejilla mientras colocaba mi codo en la pequeña mesa de madera oscura.
—La de las gemas, siempre me fue interesante esa historia—Dijo haciéndome recordar perfectamente aquella fantasiosa historia—Aunque parecía ser mentira, me gustaría volver a escucharla nuevamente
—Podria contartela si así lo deseas—.Le sonreí.
—Oh, bien, puedes empezar—Respondió poniéndose cómoda en su asiento.
Aclaré mi garganta colocando mi mano sutilmente en mis labios haciendo reír a JinHa, siendo seguida por mí. Pero, tras nuestra risa haber cesado comencé a hablar sobre ella.
—Nuestros padres solían contarnos, sobre 5 gemas existentes en el mundo. Estas son la gema roja, blanca, dorada, azul y negra; La perla roja representa la gran fuerza, la de color blanco la luz, la dorada la avaricia, la azul el poder y finalmente la negra, la cual representa la oscuridad. Mi madre nos hablaba sobre cada una de ellas cuidadosamente, decía que eran gemas importantes las cuales podían otorgarnos la inmortalidad y también grandes poderes, decía que cada una poseía forma y poderes diferentes. La roja domina el fuego, la blanca la luz, la dorada el viento, la azul el agua y la negra la oscuridad. también poseen diferentes formas al usar sus poderes, pero, los únicos que pueden lograr tomar formas animales son los portadores de la gema negra y blanca , un dragón mitologíco y una serpiente blanca, ya que al momento de la creación de dichas gemas, la gema negra y blanca fueron destinadas a permanecer juntas, ya que sus portadores juraron permanecer juntos por toda la eternidad, sellando un pacto de amor entre ambos haciendo que se mantuvieran juntas la luz y la oscuridad. Dicen que ambos dueños siempre se encontrarán en cualquiera de sus vidas en cualquier circunstancia y permaneceran juntos sin importar que.
—Wow, siempre suena fascinante ante mis oídos, pero... ¿Qué ocurre con ellas?
—Bueno, cada una suelen elegir a su próximo dueño durante mucho tiempo, este puede ser un simple humano el cual despertará si es elegido por ella, por lo tanto poseen grandes riquezas y también familiares los cuales son criaturas sobrenaturales. Mi padre decía que ellos provenia desde nuestros ancestros y que no había una criatura con más lealtad que los familiares portadores de las gemas. Las gemas solo responderán ante su único y verdadero dueño.
—Era un poco extraño que mis padres dijeran que uno de sus decendientes sería elegido por la gema, aunque suene ridículo, siempre he pensado que eres tú, ya que el portador de la gema de la oscuridad siempre será un hombre.
—¿Quién sabe? puede que cambie de idea y sea una mujer—Reí—Además, ¿Porqué crees en esas cosas? nunca hemos creído en esas cosas.
—B-bueno... yo... creo que sí es cierto lo que decían nuestros padres...
—Jinha, ¿porque creerías algo tan absurdo?—Le pregunté
—Mis padres te dieron una gema de color negro, ¿lo olvidas?
—Es solo una gema, no es como si ellas pudieran dar poderes—Suspiré—Ahora vé a dormir,
—Piensa un poco YongHa, siempre has sido tan incrédulo, puede que mis padres hayan tenido razón, y sabes que es así.. si no ¿Porqué guardas esa gema?—Dijo con molestia en su voz.
—Fue un regalo de nuestros padres. Vé a dormir JinHa, quiero que te encuentres bien—.Le sonreí
—Está bien, iré a descansar ahora—Se colocó de pie y tras despedirse de mí se marchó hacia la habitación.
Esperé por varios minutos sumergiéndome en mis pensamientos; Quizás nunca haya creído en la existencia de esas gemas, y de aquella historia que solía contarnos mis padres. Pero es cierto, guardo esa gema por ser un obsequio de mis padres el día de mi cumpleaños.
Me coloqué de pie y caminé hacia la esquina de la habitación en la cual me agaché y levanté aquellos viejos tablones de madera encontrando bajo ellos aquel escondite en el cual solemos guardar cosas que consideramos importantes; tomé el pequeño joyero y saqué de el aquella gema de extraña forma de color negro, la aprecié en mis manos preguntándome si de verdad existía algún tipo de poder en ella.
—No pienses tontería YongHa, si fuese cierto, ya habría sido elegido por ella—.Mucité, algo en mi quería confiar que era cierto, y debo admitir que algunas veces deseé que fuera cierto, ya que quería darle a mi hermana e hijo buenos lujos.
Dejé escapar un suspiro y la guardé en mi traje para luego irme a dormir. pero en cuanto lo hice, la voz de un hombre hizo que abriera mis ojos y observara por toda la habitación sin encontrar nada en ella, pero una vez pude escucharla.
—Mi señor...—Dijo una ronca voz haciendome colocar de pie y caminar saliendo de la habitación en su búsqueda. pero al no hallar nada, me quedé de pie pensando que había sido mi imaginación o talvez algun noble pasó por el lugar con algún sirviente. Pero al querer volver a la habitación una silueta completamente negra se encontraba en una esquina de la habitación dejándome ver sus grandes y rojizos ojos, lo más aterrador de aquella cosa era que no poseía rostro alguno, solo era una sombra.
evité gritar debido al terror al verla, pero en segundos aquella cosa desapareció ante mí haciendo que mi pulso se acelerara; intenté mantener la calma, ya que está no era la primera vez que la veía. La primera vez que ocurrió fue cuando colocaba el hanbok de Yeong, al mirar a mi lado esa sombra se encontraba a mi lado y puedo asegurar que no fuí el único que pudo verla, ya que mi hijo mantenía su mirada en esa cosa mientras reía, así que lo tomé en mis brazos rápidamente.
Yeong tenía solo 1 años cuando esa cosa apareció ante mí.
Me relajé nuevamente, ya que por alguna razón sabía que aquella sombra no nos haría daño. Volví a la habitación y me dejé caer en la cama para segundos después quedarme dormido.
A la mañana siguiente como de costumbre, desperté a tempranas horas y me despedí de mi hermana e hijo y comencé a dirigirme al mercado para comenzar con mi trabajo. Pero, algo llamó mi atención; un extraño susurro invadió mis oídos, como si este hubiese sido muy cerca de mí.
“Mi señora ha venido al mundo” fue lo que pude escuchar, así que observé a todos lados sin encontrar a nadie cerca de mí, las personas a mi alrededor se encontraban conversando entre sí y otras se saludaban de paso. Por lo tanto pensé que había sido mi imaginación, o talvez escuché la conversación de alguien más.
—¡YongHa!—.Exclamó una voz familiar llamando a mi nombre, al verlo pude ver qué se trataba de GaYeon, el esposo de ChiSoo.—¿Adivina qué? mi esposa ha dado a luz, y tenía razón una vez más—Rió—Ha dado a luz a una hermosa niña, heredó la belleza de su madre, tienes que verla ahora mismo.—Dijo con una felicidad contagiosa.
—¡Oh, una niña!—.Le dije sonriendo mientras lo seguía.
Al llegar a su hogar pude encontrar a ChiSoo sujetando en sus brazos a una hermosa bebé de piel blanca y cabello negro, quién mantenía sus ojos cerrados mientras su madre la sujetaba en sus brazos; me acerqué a ella cuidadosamente y acaricié su suave mejilla, ella inmediatamente abrió sus ojos y por unos segundos me pareció ver un pequeño brillo de color verde en ellos, lo que hizo que la viera de una manera extraña.
—Wow... Felicidades ChiSoo, ha tenido una hermosa niña.