Su cercanía me abrumaba, sentía una extraña sensación de calor que no podía explicar, ¿Qué me hiciste Leonel? Fue lo primero que pensé, no tenía explicación lo que sentía, no cuando había estado cerca de él mil veces y no me causó nada.
— ¡Ay por dios!
— ¿Liv estás leyendo de nuevo? — Miro a Lili apretando los labios emocionada. — Ay si, estás leyendo otra historia romántica ¿no? — asiento emocionada mirando mi teléfono.
— Es que se acaba de dar cuenta que ¡Está enamorada de su mejor amigo! Aaa ¡que emoción! — Lil revolea los ojos.
Si no tuviéramos la misma cara, juraría que no es mi sangre. Lilian es mi gemela, con ella comparto todo, somos inseparables, todo hacemos juntas excepto algunas cosas en las cuales no compartimos gustos, como hombres y lectura. Pero después, es la hermana más divertida que me podría haber tocado, compartimos la ropa, maquillaje, hacemos todas las locuras que se les ocurran, a la vista de todos Lil y yo somos igual, pero en realidad yo soy muy distinta a ella, pero me complemento cuando estamos juntas.
— ¿Cómo vos con Gabi? — Tapo mi rostro mientras siento que mis mejillas se calientan.— Tenes que controlar eso Liv, ruborizarse solo te expone ¡Te hace débil! — Lil tiene eso, me enseña a no ser débil, aunque creo que no es tan malo que ya de una vez Gabi empiece a notar que me gusta ¿no? O si, ¡Es muy malo! No lo sé, es que me cuestiono ¿Será qué también le gusto un poco? A veces pienso que si, a veces me confunde, quizás soy demasiado insegura.
Es que de verdad estoy muy enamorada de él, pero... Bueno es difícil. Gabi es mi mejor amigo, nos criamos juntos, siempre tuvimos una química especial, Lil desde pequeñas, vive diciendo que estoy loca por él, pero la realidad es que me empezó a gustar de forma romántica a los ¿16? ¿O era a los 15? No, era a los 17 creo... Ay no se enojen, soy vueltera, indecisa y desmemoriada. Pero dejemos que todos crean que soy la chica segura y todopoderosa que muestro ser.
— Livie!! — miro a Lil confundida.
— ¡Estaba pensando! — sonrío avergonzada.
— ¿En Gabi, no? Ay Liv, tenes que hacer algo con él, pónganse ebrios y sáquense esas ganas que se tienen y después a otra cosa mariposa.— abro los ojos espantada.
— ¡Li! ¡No sabemos si él gusta de mí! — se apoya en mi cama quedando muy cerca de mi cara.
— ¡Li, él está muy caliente con vos! Estoy segura, estás tan concentrada en mirarlo que no ves sus señales y las tuyas están siendo muy claras. — No digo nada, solo aprieto mis labios — Escuché por ahí que hace bastante tiempo que él señorcito no trae ninguna chica — Miro mis manos y Lil se aleja. — En realidad lo veo siempre dormir en el sillón porque Demiancito no deja de traerse una distinta cada vez.— suspiro sin saber que decir.
— No sé Li ¿Si estamos confundidas y no le gusto tanto? O sea, quizás solo es un gran amigo y me quiere mucho, no quiero quedar expuesta, rechazada y después ¿Cómo somos amigos? — Li agarra su teléfono y manda un audio.
— ¡Profesor tengo un problema, el archivo que usted me envió al E—mail no puedo descargarlo, el trabajo es para mañana y no sé cómo hacer! — termina el audio y sonríe picara.
— ¿Li, te vas a acostar con el profesor? — se encoge de hombros.
— ¿En qué estábamos? ¿En qué te quiere mucho? — lanza una carcajada — Ay dale Liv, Gabi es un hombre lindo, las minas le deben llover — aprieto mi labio inferior con molestia — Si no trae a ninguna es porque anda tras de alguien — levanta las cejas sugestivamente – Además, como te mira cuando estás distraída, te mira como si fueras lo más lindo del lugar y cuando salimos a bailar, ¡Te mira como si te imaginara sin ropa! — Me tapo la cara de la vergüenza.
— ¡Basta Li! — Se encoge de hombros y se acerca a la puerta.
—¡Tenes que dejar de ser tan vueltera hermanita! — sale y me deja sumida en mis pensamientos.
¿Desde cuándo me gusta Gabi?, era a los 17 estoy segura. Un día estábamos leyendo un libro juntos.
FLASHBACK
Liv 17 años/Gabi 16 años
— Me sentía observado, sentía que todos a mí alrededor sabían lo que pensaba, necesitaba huir, pero sabía que aún así era imposible escapar de Victoria y esa cosa ya parecía estar en todos lados. Me detuve en un negocio a comprar y los ojos de la dependienta me miraron de una manera extraña y juro que cuando dijo "Gracias" su voz se quebró un poco, debo estar loco pero — giro la hoja para seguir leyendo y... — ¡Auch! — Gabi se sobresalta.
— ¿Uy, qué pasó? ¡Te cortaste! ¡Estas cosas nuevas son demasiado filosas! — Niega mientras me saca el libro de las manos y aprieta mi dedo para que la sangre no siga saliendo.
— ¡Está bien, no me duele tanto! — resopla varias veces.
— Tenes que ponerte una curita— mira hacia todos lados, me mira — Esperemos que ya no sangre y busco una. — Por un segundo estoy hipnotizada por él, sus ojos verdes, su pelo rubio, como tiene ese carácter tan particular, mi corazón se acelera y me siento extraña, algo en mi estomago pareciera removerse, como si muchos pequeños insectos quisieran salir — Yo vi unos dedales en... — mira hacia la nada recordando y estoy cautivada — En la librería de Alberti, ¡Ahí los vi! Deberíamos comprar unos para que cuando leas no te cortes. — Sonríe y como es que no me había dado cuenta que Gabi es un chico tan dulce, sonrío de lado y miro mi dedo presionado por el suyo.
— ¡Voy a buscar la curita! No vas a morir ¿no?— niego y el se va a buscar la bendita curita.
Siento mis mejillas calentarse y mi piel erizarse. Si siempre lo tuve cerca, ¿Por qué eso no lo sentí nunca?
— Acá encontré unas — se acerca a mi con las curitas en las manos. — ¿A ver?— estiro mi dedo y con mucho cuidado y concentración me pone la curita. — Ya quedo Liv! — sonríe y creo que Lil tenía razón, siempre me gustó Gabi, pero ahora me gusta más... me gusta más que como amigo. ¿Cómo no lo vi?