Corran por sus vidas
una sonrisa se dibujaba en mis labios mientras
tras se apoyaba en la puerta. Con un leve tirón saque mis espadas, levante mis bra
tro manera.-Pásame la mochila, idiota. Esta por oscurecer.-dije mientras que con mi codo golpeaba una de sus costillas. Reacciono dramáticamente haciendo una falsa cara adolorida, ofendido me paso la mochila. Era imposible aburrirse con Cam. Agarre la mochila y me dirigí p
ito. Desesperadamente salí, no miré si ve
rándole una de sus piernas. Esa podrida cosa desgarraba y tiraba de la piel, tendones y carne, se estaba haciendo un festín. Desenfunde una de mis e
miedo, miedo de en lo que me estaba convirtiendo. Yo era una asesina y no dudaba dos veces antes
o tarde. Nuestras miradas se encontraron, sabía bien lo que tenía que hacer. De uno de mis muslos, saqu
ejas, un hueco negro rebalsando de sangre y
mi cabeza y la apoyo contra su pecho. Susurraba palabras de consuelo y trataba de calmarme,
r que convertirse en un podrido cambiante, lo sabes, hic
e en esas palabras, este sería mi consuelo, per
is lágrimas. Mire hacia el cielo, estaba anocheciendo y si n
bre mi postura, mi voz sonó
endo hacia la calle, la noch
a nuestras espaldas, quise voltearme pero Cam emp
res mirar.- soltó casi gritand
idiota- estaba tan enojada, si
auto, subí rápidamente al asiento de a
ética de marica. Nos mataran si seguimos así, no puedo permitirme el perderte, sabes que eres lo único que tengo.-De la extrema ira pase a la terrib
a palabra. Claro está, que yo nunca dejaría que algo le sucediera. Era gracioso por que no veía una forma en la que él podría d
por unos golpes en el vidrio
hacia atrás y lo que vi me desoló. Abandonábamo
abandonar un lugar uno tras otro. Siempre tuve la esperanza de encontrar un lugar al que pudiéramos llamar hogar, un lugar seguro. Lo buscamos, sin embargo, nunca lo encontrábamos. Trope