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Cazando a un millonario

Cazando a un millonario

ShadiSaad

5.0
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3
Capítulo

Hanna Hamilton necesita seducir y cazar a un millonario para llevarlo como su "novio”ante las personas que le hicieron la vida imposible en el pasado. Jason Thompson es el multimillonario más joven en llegar a la cima en los últimos 10 años, pero tiene un problema: Necesita una novia... falsa. Una casualidad, no tan casual, los enredará en un plan descabellado con un sinfín de obstáculos, mientras que poco a poco la atracción, las mentiras y el deseo los envuelve en sus garras. ¿Terminará el cazador siendo la presa?

Capítulo 1 Es rubia

Jason

Julio 07 de 2022

Las grandes puertas del Ángeles Times se alzan frente a mí y yo solo puedo soltar un suspiro cansado pensando en todo lo que me espera dentro.

No voy a mentir y decir que no me gusta recibir atención o que me incomoda estar en el puesto número 1 de los millonarios más jóvenes y deseados de todo Estados Unidos, porque no es así, disfruto del reconocimiento, en especial porque me he esforzado por ello, lo que sí me molesta es que quieran mezclar mi vida laboral con mi vida privada, insinuando que no puedo mantenerme en la cima si no tengo una mujer junto a mi, lo cuál me parece una completa estupidez.

Solo espero que esta entrevista termine lo más pronto posible, de haberlo podido no habría venido, pero mi abuelo, quien ha sido mi mentor a lo largo de mi carrera y quien lidera a nuestra familia, fue quien se encargó de que aceptara la estúpida entrevista, pues al parecer debo verme más humano a ojos de la gente, menos frío, promiscuo y arrogante.

En otras palabras fingir algo que no soy.

Por lo visto ser el multimillonario más joven en los últimos diez años me convierte no solo en un inalcanzable, sino que además parece que le da derecho a la gente de meterse en mi vida privada, opinando sobre por qué a estás alturas no tengo una pareja estable.

—Señor, si desea llegar a tiempo debemos bajar ya.

Marcus, mi hombre de confianza, me habla desde el asiento delantero del auto y yo solo vuelvo a suspirar antes de alisar mi saco y asentir con la cabeza.

—Muy bien, acabemos con esto de una vez.

Él me regresa el asentimiento y sin decir nada más se baja del auto para rodearlo y abrir mi puerta, una vez fuera camino sintiendo a mi hombres seguir mis pasos hasta adentrarme en el enorme edificio enfrente mio, la recepcionista al verme abre mucho los ojos antes de regalarme una sonrisa coqueta y alisar el blazer de su uniforme tratando de hacer que su escote resalte. Típico.

—Bienvenido señor Thompson, es todo un placer tenerlo en Ángeles Time.

Mis ojos repasan a la chica frente a mi: alta, de piernas largas, ojos cafes y cabello rubio platinado y debo aceptar que si no fuera rubia ya habría respondido a su coqueteo atrevido, pero lo cierto es que mis experiencias con ese tipo de mujer no han sido gratas, se apegan, son tontas, artificiales y completamente exasperantes.

Tal vez algunos hombres las prefieren así para poder manejarlas a su antojo, pero lo cierto es que yo no las tolero, ni siquiera si es solo para pasar el rato. Puede que no todas sean iguales, pero no pienso ir por el mundo averiguandolo, demasiadas mujeres tengo a mi disposición que me evitan tantos mal genios para yo ir a meterme nuevamente con una rubia caprichosa.

—Podría alguien llevarme a donde se hará la entrevista, estoy algo corto de tiempo.

La chica parpadea varias veces mientras abre y cierra la boca frente a mi, me imagino sorprendida de que no haya respondido a su coqueteo descarado. Yo simplemente elevo una ceja en su dirección manteniendo mi expresión seria y ella aprieta la quijada con rabia.

Estoy a menos de un minuto de largarme de aquí, cuando un repiqueteo de tacones se escucha desde el otro extremo.

Una mujer de más o menos treinta y cinco años, vistiendo un elegante conjunto ejecutivo aparece en mi campo de visión regalándome una sonrisa grande pero profesional. Al llegar junto a mí extiende su mano en mi dirección.

—Un gusto recibirlo, señor Thompson, soy Mila Cabot directora de la revista, hemos hablado anteriormente por teléfono.

Asiento ante sus palabras porque efectivamente me he comunicado con ella antes. Estiro mi mano y estrecho la suya de manera cordial.

—Un placer, señorita Cabot.

La mujer para ser ya madura no está nada mal.

—Espero que la entrevista sea de su agrado, haremos todo lo posible por hacerla lo más breve tal como nos lo pidió.— me dice y agradezco que lo haga porque la verdad es que no me apetece para nada estar aquí.

—Te lo agradezco.

Y así es como empezaron los cuarenta minutos más tortuosos de toda mi vida. Mila me lleva hasta uno de los estudios de la planta superior y me hace sentar en un sillón de terciopelo azul mientras que una morena muy atractiva se sienta enfrente mio y me regala una sonrisa que promete todo menos algo bueno. Me encanta.

—¿Señor Thompson está listo para dar inicio?

Me limito a asentir y justo ahí noto como los reflectores, las cámaras y todo el personal empieza a moverse mientras se enfocan en mi. Puedo escuchar la voz de mi abuelo en mi cabeza diciéndome que haga un esfuerzo por no verme tan frío, por lo que muy a mi pesar esbozo una sonrisa justo en el momento en que la presentadora empieza a hablar.

—Estamos aquí con uno de los hombres más importantes del país y por mucho de los más deseados por las mujeres, señoras y señores, Jason Thompson.

—Buenas tardes, es un gusto estar aquí hoy.—Y así empieza mi tortuta

No se cuanto tiempo ha pasado desde que estoy soltando risas falsas y sonriendo como imbécil, mientras hablo sobre mis gustos, mi rutina, mi familia y demás tonterías que me tienen al borde, pero lo cierto es que estoy llegando al límite, y parece que ella se ha dado cuenta porque decide por fin ponerle fin a mi martirio.

—Muy bien, es momento de despedirnos de nuestro invitado, pero antes debo hacer la pregunta que sé, todas quieren escuchar— Nada más oír eso me basta para que un tic se forme en mi pómulo izquierdo. La mujer fija sus ojos en mí y se relame los labios consiguiendo por un momento que mi atención viaje directo a ellos y entonces lo deja salir—¿Tiene dueña el corazón de Jason Thompson?

Ahí está, esa es la pregunta que me tiene reacio a participar de estás entrevistas. Puedo sentir como un “NO” está formándose en la punta de mi lengua para salir, pero sé que no puedo arruinarlo más con el viejo y visto de alguna forma, esta es una perfecta oportunidad para tenerlo contento, al menos por unos meses y que me deje la vida en paz y es por eso que decido hacer una completa locura. Agrando la sonrisa en mi rostro y miro fijo a la cámara antes de hablar.

—Puede ser — noto como los ojos de la presentadora se agrandan al escuchar mi respuesta, y sé que está muriendo por indagar más al respecto, por lo que decido adelantarme —. Eso es todo lo que diré.

Ella se desinfla como un globo aunque trata de disimularlo y por fin hace la despedida y yo me pongo en pie de inmediato para salir de aquí.

Me despido de la directora y me apresuro a salir del estudio seguido de mis hombres, puedo sentir la mirada de Marcus taladrando mi nuca, me imagino que está sorprendido con mi última respuesta y bueno, yo mismo lo estoy, solo espero que esto resulte tal y como lo planeo y no termine por explotar en mi cara.

Cuando llegamos a los ascensores veo la fila de personas esperando por ellos así que decido tomar las escaleras, lo último que quiero es ir apiñado con más gente.

Giro sobre mis pies y empiezo a bajar los tres pisos con rapidez y justo en ese momento mi celular suena anunciando una llamada, ni siquiera me sorprendo al notar que el remitente es mi abuelo, giro los ojos y estoy a punto de contestar cuando algo, o más bien alguien, impacta contra mi y mi celular se cae al suelo al mismo tiempo que escucho un grito agudo.

No se ni en qué momento he estirado las manos para sostener de los brazos a la causante del desastre, pero cuando bajo la mirada me topo de frente unas piernas torneadas dentro de un pantalón negro ajustado, una cintura pequeña, un par de pechos que resaltan debajo de un blazer, cuando llego finalmente al rostro me quedo anonadado al ver unos hermosos ojos grises repletos de pestañas, que ahora me miran entre asustados y sorprendidos.

¡DIOS! No puedo negar que por un momento me quedo simplemente pasmado apreciando la belleza de la chica enfrente mío, mi mirada baja de sus ojos hasta quedar fija en unos labios rosados y carnosos que me se me antojan provocadores en el momento en que se los humedece.

Vuelvo a subir mi mirada, preparando mi mejor sonrisa seductora cuando me fijo en un solo detalle que había pasado por alto: Es rubia.

Por alguna razón eso me sienta de la patada, y hace que la suelte de inmediato. Ella por poco se desestabiliza, pero consigue mantener el equilibrio, mientras me lanza una mirada de muerte ante mi gesto.

—Deberías fijarte por donde caminas— le digo y noto como agranda sus ojos con incredulidad, antes de fruncir el ceño.

—¿Yoo?— me dice llevando una mano a su pecho— Más bien es usted quien debería fijarse, al final es quien venía metido en el celular y no me ha visto

—Eso es ridículo, has sido tú quien se ha estrellado conmigo y de paso ha arruinado mi celular, — al decir esto me agacho para recogerlo del suelo y ver que efectivamente tiene la pantalla partida— Dudo que tengas que pagar el daño.

Noto como su rostro se enrojece al escucharme y no estoy seguro si es por la vergüenza o la rabia, pero francamente poco me importa, estoy decidido a pasar de ella pero su voz me detiene.

—Puede que yo no tenga para pagarlo, de la misma manera en que usted no tiene ni pizca de educación.— Dice y su voz sale fría como el hielo. Ella está muy enojada, estoy a punto de replicarle pero se me adelanta y sigue hablando— El dinero no te da derecho de tratar a la gente como basura, pero viéndolo supongo que su actitud es un reflejo de lo que es usted en realidad.

Estoy totalmente en shock al escucharla, tanto que no alcanzo a decirle nada porque ella rápidamente pasa de mi y termina de subir las escaleras. Esto no se va a quedar así.

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