AMOR EN LA VENGANZA

Veintidos de marzo, hoy es un día especial para Alfonzo Puga, un hombre de treinta y ocho años de edad, extremadamente delgado, de estatura alta específicamente de un metro noventa y cinco centímetros aproximadamente, de rasgos duros, ojos azules, piel blanca, cabello castaño, ondulado el cual tenia lo tenia un poco largo y sin forma alguna, vestía jeans oscuros, una camisa blanca visiblemente sucia y manchada y zapatos color ladrillo. Un día especial en el que no hubiera querido que existiera. Para el, hoy es un día tormentoso, de recuerdos dolorosos que hacían casi explotar su corazón.

Un dia en el cual preferiría estar solo en su inimaginable dolor de tristeza, de soledad, de culpabilidad, ¡de rabia!, recordando cada maldito segundo de lo sucedido y detallando minuciosamente en su mente cada evento suscitado ese fatídico día.

Alfonzo se atormenta duramente pensando en que todo sería diferente si tan solo hubiera llegado a tiempo ese día para evitar tal desgracia, si tan solo su asistente no le hubiera llamado para revisar un informe a pocos minutos antes de salir, si tan solo la impresora no se hubiera quedado sin tóner durante la impresión de ese informe, lo que amerito uso de tiempo en sustituirla, si tan solo no hubiera entrado el jefe encargado de finanzas para pedirle una opinión acerca de un presupuesto, si tan solo no hubiera gastado tiempo esperando al encargado de estacionar su automóvil, si tan solo no se hubiera atravesado el perro poodle blanco, que se le soltó a una niña en la esquina a pocas cuadras para llegar a su casa y que por poco centímetros no llega a atropellar. Que diferente habría sido todo, si hubiera cambiado un minuto, un segundo.

Cada veintidós de marzo, Alfonzo toma lugar en la misma banca del parque, casi con la misma ropa que llevaba puesta aquel funesto día. Sus ojos sin vida, su cuerpo cual títere sin movimientos propios, hacen notar la carencia de fuerza, de voluntad, ! DE VIDA !.

— ¡Que tonto fui! — se regañaba una y otra vez.

Bebe un nuevo trago de su botella Whisky Ballantines Finest de dieciocho años ya a medio nivel y arruga su cara, no había comido nada desde el día de ayer, ni tampoco ha dormido lo suficiente. Las personas que transitan por el parque realizando diversas actividades, ya sea trotando, caminando, paseando a su perro o andando en bicicleta, sentían una profunda lastima al mirarlo en ese estado, sin vida, sin alma, evidentemente no era un pordiosero, ni un borracho de esquina, era alguien que transmitía un intenso y desgarrador dolor.

Alfonzo inmerso en sus pensamientos, rememora haber llegado dos horas más tarde de su horario habitual a su hogar. Por aquel entonces vivía en una de las mejores zonas de la ciudad, de esas zonas donde todas las casas debían mantenerse en su diseño original, sin poder realizar cambios visibles en la infraestructura para no distorsionar el orden arquitectónico de la urbanización. Un circuito cerrado de vigilancia las veinticuatro horas del día que transmitía dentro y desde las afueras, una mayor sensación de seguridad a todos los residentes.

FLASHBACK

— Buenas tardes Pedro, ¿como estuvo tu día? —

Pedro, quien trabaja desde hace más de ocho años como vigilante en la urbanización responde

— ¡Buenas Tardes!, todo bajo control Sr. Alfonzo, ninguna novedad gracias a dios —

— Que bueno saber eso Pedro, esta es una zona donde no pasa nada interesante—

— Y esperemos que se mantenga así Sr.Alfonzo. ¡La gente ama esta tranquilidad! —

— ¡Claro, Claro!, es por eso que no la cambio por nada—

— Adelante Sr. Alfonzo, que tenga una excelente tarde—

— Gracias, más tarde te traigo algo. ¡Voy más retardado que de costumbre a casa!, hoy fue un día lleno de circunstancias extrañas y ajetreadas —

— Acá lo espero señor, ¡muchas gracias! .—

Alfonzo conduce hasta su vivienda de diseño tipo americano, con grama artificial en el frente y las paredes de color blanco hueso, ubicada solo a una cuadra de la garita de vigilancia. Estaciona su auto marca Mustang GT del año, color negro en la entrada del garaje, el cual también habilitó para que funcionara como un pequeño taller. En sus ratos libres, se dedicaba a reparar alguna que otra cosa e innovar otras. Disponía de una diversidad de herramientas, tanto livianas como pesadas, para trabajos mecánicos, de madera y plástico, Todo en perfecto estado, Alfonzo era muy cuidadoso con eso.

Baja de su vehículo y se dirige a la entrada de la casa, notando un extraño silencio, algo atípico considerando la hora

— Quizás son cosas mías — pensó, dando como motivo el cansancio del día.

Hoy es martes y el personal de limpieza se retira más temprano de lo normal. Luego de la muerte de su esposa instruyó el retiro de todos ellos por las noches. Se dirige a su habitación a dejar sus pertenencias para posteriormente tomar una ducha y tratar de relajarse, dejando atrás todos esos problemas laborales, de compras de acciones, de ventas, de producción, etc.. que con seguridad, resolverá el día de mañana. Alfonzo tarda un poco más de lo acostumbrado al ducharse, sintiendo el agua caer en forma de lluvia y golpear satisfactoriamente su cabeza, imagina que está en una especie de cascada en alguna montaña boscosa, llena de ríos y pájaros alrededor. Tal relajación comienza a hacer efecto permitiendo expulsar toda la energía negativa acumulativa del día.

Habiendo terminado de ducharse, procede a colocarse la ropa diaria que acostumbra a usar para estar en casa, un pantalón de tela ligera deportiva color negro y franela de algodón color blanca, normalmente acostumbra a estar descalzo dentro de su casa, así se siente más cómodo. Se dirige a la cocina para prepararse algo ligero de comer, debate entre un sándwich de jamón y queso con un vaso de leche o tal vez unas tostadas con café. Indeciso revisa la despensa y se percata que las proteínas en polvo que toma luego de sus ejercicios, están a punto de acabarse — Mañana indicare que pongan más cuidado en los insumos antes de que se agoten — pensó. Poco después decide que el sándwich, es lo más rápido. Mientras lo prepara, siente nuevamente que el silencio en la casa no es nada normal, como es costumbre siempre hay un artefacto encendido en su hogar, ya sea el televisor o la radio, pero en esta oportunidad Alfonzo no escucha absolutamente nada.

Sin querer, irrumpe en su mente una frase que le causa mucha gracia “Hay un silencio que aturde”, — ¡Ciertamente aturde! — expresa sonriendo. Termina de preparar su sándwich, toma su vaso de leche y se dirige a la sala para sentarse en su sillón favorito, encender el televisor y comenzar a disfrutar de la serie que dejo a medias, en uno de sus capítulos finales. La serie lleva por nombre: “Misa de Medianoche", le llamo mucho la atención debido a la originalidad de la trama y la delicadeza de mostrar diversos géneros en una sola historia. En principio pensó — ¡Es otra serie de vampiros más del montón! — pero a medida que avanzaba se sintió atraído por la trama, haciendo que el cliché de un vampiro tradicional pasara a un segundo plano. Da un mordisco a su sándwich y enciende la TV con el control remoto, busca la serie y la comienza a disfrutar nuevamente el ultimo capitulo para retomar un poco el hilo y sentir nuevamente la emoción del argumento.

Luego de algunos minutos pensó — No, no son cosas mías. ¡algo está pasando!, ¡demasiado silencio! — se levanta, coloca su plato con el sándwich a medio comer conjuntamente con el vaso de leche en la mesa auxiliar y se dirige a revisar las otras habitaciones, “¡Nada!”, regresa a su habitación para colocarse algún calzado y salir al taller, cuando en ese preciso momento repica su celular. Indeciso si contestar o no, pues no quiere saber nada más de trabajo, lo toma del bolsillo interno de su pantalón y se da cuenta que quien intenta comunicarse, es su hermana Rosaura o Rosita, como comúnmente sus amigos y familiares le llaman

— Alo, hola hermanito ¿cómo estás? ¿ya en casa? —

— ¡Hola Rosita, estoy bien, gracias! Apenas llegue hace un rato, estoy tratando de terminar la serie que te comenté hace algunos días. ¿Y tu?, ¿cómo estás? —

— ¡Bien!, peleando con tus sobrinos que me sacan canas verdes, ¡están tremendos! —

— ¡Jajajaja!, si ciertamente lo están, pero eso indica que son sanos y fuertes. —

— ¡Si claro!, como tu no eres el que te los calas, ¡me tienen loca!, en fin... Preguntaba si habías llegado, porque llame a tu número fijo y no me contestó nadie, cosa que me pareció extraño, pero luego recordé que el personal de la casa se retira hoy más temprano. Pensé en llamarte a tu celular, pero justo Carlitos empezó a gritar y resulta que el loco de Carmelo lo estaba asustando con un animalito que consiguió en la calle, ¿que tal? —

— ¡Jajaja! ¡Dios!, ¡relájate son sólo niños! Es normal que hagan esa clase de travesuras! —

— ¿Normal?, ¡cuando me de un infarto, dirás que fue normal!. En fin… ¿todo está bien por allá? —

— Bueno, te confieso que desde que llegue a casa, me extraño muchísimo el silencio que encontré, con decirte que deje mis cosas y empecé a revisar a la casa, justo en este momento me dirijo al taller—

— ¡Ummm… okey! ¿Y cómo van las cosas con Adrián? — En ese momento Rosita escucha a través de su teléfono los gritos desgarradores de su hermano.

— ¡ADRIAN! ¡ADRIAN! DESPIERTA HIJO, ¡DESPIERTA! —

— ¡Alfonzo! ¡¿Que paso?! ¡Alfonzo, contéstame por favor! ¡mira que no estoy para bromas! ¡Alfonzo! —

— ¡NO, NO, NO! ¡TU NO HIJO MIO! ¡DESPIERTA! —

— ¡Dios Mío! ¡ALFONZO! —

FINAL DEL FLASHBACK

Ernesto Fernández, o como se hacia llamar en sus redes sociales, “Venom”, es un joven de 19 años, originario de México, específicamente de Guadalajara, capital de Jalisco. Proveniente de una familia humilde. Es hijo único, su padre albañil y su madre costurera, ya que su hermano menor falleció por motivos de una enfermedad cardiovascular a una temprana edad. Ernesto es de contextura fuerte, alto, piel trigueña, ojos de color avellana, rasgos finos y sus manos evidencian que desde muy pequeño trabajaba muy duro.

Él junto a su padre, era quienes llevaban la mayor carga y responsabilidad en el sustento de la familia. Su madre Adriana Torres, mujer de 35 años, colaboraba con sus trabajos de costura, y a pesar de su evidente falta de buena alimentación, es una mujer muy bella, de piel blanca, cabello largo claro, ojos marrones, delicada, coqueta y aguerrida. Adriana provenía de una familia de clase media, que deseaban para ella una relación sentimental con un hombre de fortaleza económica, el cual ya tenían en la mira: Don Jacinto Martínez. hombre dedicado a la ganadería y 20 años mayor que ella. Todo se vio truncado cuando Adriana decidió escaparse con quien realmente amaba, sin la aprobación de su familia, pues el hombre que escogió era alguien de pocos recursos económicos, pero de gran corazón. Lastimosamente no todo salió como planearon. Quedo embarazada y tuvieron que ingeniárselas para lograr el sustento básico que toda familia ameritaba. Ambos se mantuvieron en la fe y en la esperanza de que, con trabajo duro y la voluntad de Dios, saldrían adelante de aquellas duras batallas.

Además de su hijo Ernesto, Adriana se ocupó de dos hijos de la hermana de su esposo. El plan inicial era que su madre se iría rumbo a Estados Unidos, pasando la dura travesía de cruzar la frontera por caminos no autorizados. Ella prometió que le brindaría toda la ayuda económica al cruzar y lograr conseguir un trabajo decente. Se despidió y jamás se supo de ella. Muchas personas en el medio de la desesperación y con ganas de superación, logran cumplir esa meta, otros se quedan a medio camino y tantos otros abandonados y en el olvido por parte de sus compañeros de viaje. Aquellas familias, aun conociendo los riesgos, preferían imaginar que lograban cruzar sin problemas y que trabajaban fuertemente para luego ayudar a sus seres queridos.

Ernesto encontró su destino profesional dedicándose a la profesión: “Influencer”. Siendo un joven carismático, polifacético, curioso y activo desde muy pequeño. Poco a poco las grandes ventajas y posibilidades de ingreso de este tipo de trabajo lo motivaron. Su padre, desde siempre le había inculcado que las ganancias bien trabajadas eran las más satisfactorias, manteniéndolo lo más alejado posible de malos pasos y del mundo mortal del narcotráfico. Ciertamente fueron muchas las tentaciones, pues los ingresos, la escasez de comida y la enfermedad de Adriana los desestabilizaba. Realmente falto muy poco para que Ernesto probara ese oscuro mundo en el que muchos conocían que, al entrar, la única manera de salir era en un ataúd.

Una travesura juvenil accidental, junto a sus amigos, inicio todo, publicando el video en la plataforma YOUTUBE, no con la finalidad de ganar seguidores o algo por el estilo, solo para compartir con otros una manera fácil y gratuita del resultado de sus juegos juveniles. Ernesto jamás imagino que al ingresar al día siguiente, se llevaría una gratificante sorpresa. El video de 02 minutos de duración, había obtenido 200000 likes y cientos de comentarios, entre su gran mayoría jóvenes adolescentes que encontraban divertidísimo y atrevido lo realizado por Ernesto. Esto fue el comienzo de diversos videos realizados por éste y sus amigos a modo de diversión.

Posteriormente el alce de su carrera se dio cuando recibieron un mensaje de una Corporación, la cual le propuso patrocinar los videos, ofreciendo todas las herramientas tecnológicas y logísticas que ameritaban, pero esta posibilidad solo se le dio a Ernesto, ya que el, era quien poseía más carisma de todos los integrantes del grupo. Fue así como Ernesto acepto la propuesta, a pesar de las molestias de sus amigos quienes alegaban que todo comenzó como un grupo, pero Ernesto no dudo en su decisión, teniendo una visión clara de lo que quería lograr: Sacar a su familia de la pobreza en la que se encontraban.

Tal como le había inculcado su padre, logro con esfuerzo el éxito y cuantiosas recompensas, no a través del sudor de trabajos duros como lo hacía él, pero tampoco de negocios oscuros que inevitablemente les traerían perdición. Lamentablemente su padre no logro estar presente en los logros alcanzados por Ernesto. Falleció de un ataque al corazón después de molestarse en su trabajo al realizar una dura jornada, cuyo pago no fue el inicialmente acordado. Su funeral, fue costeado totalmente por la Corporación patrocinante de Ernesto, quien en medio del dolor, agradeció y prometió hacer lo que haya que hacer, para que sus inversiones sean multiplicadas.

Luego de varias campañas exitosas, el equipo de marketing de la empresa, le sugirió un cambio de nombre en las redes sociales. Se presentaron diversas opciones, siendo “Venom” el que más se asemejaba a los proyectos que tenían en mente. Fueron los comienzos de Venom, quien lo convirtió en una figura famosa en las redes sociales, llegando a obtener más de 20 millones de seguidores a nivel mundial y obteniendo ingresos por miles de millones de dólares en publicidad. Así, logró sacar a su madre y sus dos primos de la pobreza con ayuda de su empresa patrocinante. Con el tiempo, se mudaron a la ciudad de Chicago en los Estados Unidos, donde su madre fue atendida por médicos especialistas, mejorando sustancialmente su salud. Sus primos lloraron de alegría y asombro solo con el hecho de obtener cada uno su propia habitación. Ambos pudieron cursar sus estudios secundarios en un colegio privado.

Su madre Adriana a pesar de las vicisitudes, se mantuvo bella y más radiante que nunca, con una sonrisa encantadora que conquistaba al más duro de los corazones. Adriana siempre supo muy poco del uso de las redes sociales, prefiriendo ver sus novelas en la televisión de 50” que Ernesto le regaló. A pesar del dinero, Adriana se mantuvo como una mujer tradicional y muy creyente en Dios. Nunca dejó de dar gracias por los frutos cosechados de su hijo y recordando con mucha tristeza a su amado esposo, quien estaría súper orgulloso de su hijo.

Ernesto llegó a la cúspide de su carrera profesional con videos chistosos de título: “ ¿Que pasaría si?”, donde realizaba actos ridículos como lanzarse hacia una piscina desde un tobogán vestido con un tutu de bailarina o estar en cualquier calle de la ciudad lanzando repentinamente gritos a los transeúntes, mientras grababa las distintas reacciones de las personas. Poco a poco la creatividad y los videos fueron subiendo de tono, pero nada peligroso.

Fue en un día cualquiera, que el equipo de marketing de la empresa tuvo la idea de lanzar un Reto Virtual, que consistía en realizarse en cinco pasos. Los seguidores, debían grabarse realizando cada uno de ellos, para optar por diversos premios, incluyendo estar un día completo con su influencer “VENOM”. La idea fue presentada a Ernesto, quien en principio se negó rotundamente a realizarla, considerando el alto riesgo que presentaba ejecutar cada una de estas pruebas, sobre todo, la numero cinco. Las pruebas consistían en:

Primer Reto: Tomar una rata o ratón de la calle y darle un beso.

Segundo Reto: Ubicar una lata de atún o sardinas con la espiración de 1 año y consumirlo.

Tercer Reto: Estando en la calle, hacer caer a un transeúnte mientras se camina.

Cuarto Reto: Estando dentro de un vehículo, fastidiar a un policía, maldecirlo o insultarlo hasta que se inicie una persecución

Quinto Reto: Describir las sensaciones, luego de tomarse varias pastillas de dormir mezcladas con antibióticos.

Ernesto emitió un comunicado negándose rotundamente a tales actos de evidente peligro donde posteriormente recibió una respuesta escrita por parte de la Corporación, donde indicaba que bajo contrato estaba obligado a realizar cualquier actividad que la compañía considere necesaria para el incremento de los ingresos de la campaña. La Corporación expuso que los motivos de estas pruebas era demostrar lo vulnerable que son los adolescentes hoy en día, con respecto a peticiones de sus artistas preferidos, para luego lanzar una campaña de CONCIENTIZACION. La empresa también alego que los riesgos al realizarse estas pruebas eran prácticamente nulos, basándose en estadísticas de enfermedades transmitidas por animales o intoxicaciones por consumo de alimentos ya vencidos, etc…. Cerrando el comunicado con un recordatorio de una frase dicha por el mismo Ernesto en el funeral de su padre “Prometo hacer lo que haya que hacer para que sus inversiones se multipliquen”.

— No cabe duda de que las Corporaciones son esclavistas del nuevo mundo— pensó Ernesto.

No quería regresar a esa pobreza de la cual le costó mucho salir, pues también amenazaban con deportarlo a él y a su familia en caso de negarse a la campaña. Sintiéndose entre la espada y la pared, prefirió acceder a las peticiones, basándose en creer que las estadísticas de bajo riesgo mencionadas eran reales.

Las semanas siguientes, fueron las filmaciones y ediciones de los retos realizados por “VENOM”, donde la empresa patrocinante falsificó la mayoría de los productos e insumos utilizados

- La rata fue previamente vacunada

- Las fechas de envases de productos alterados

- Las personas implicadas en los retos eran diversos actores que hacían el papel de transeúntes y dobles de policías.

Por último y no menos importante, colocaron una serie de pastillas falsas (placebo) en frascos de antibióticos y de dormir, a los que se le añadió un poco de marihuana, para darle un toque realista a las alucinaciones.

Así VENOM logró completar las cinco etapas del RETO VIRTUAL, sin pensar en las consecuencias que próximamente traerían a muchos jóvenes, incluyendo la muerte de uno de ellos, Adrián Puga, Hijo único de Alfonzo, quien logró superar las cuatro primeras etapas, fallando mortalmente en la última.

Este fatídico evento sucedió hace ya dos años, donde un día como hoy 22 de marzo del presente año. Alfonzo sentado en la plaza y en evidente estado de ebriedad, pero seguro de sus pensamientos dañinos y autodestructivos, se prometió buscar al causante de la muerte de su hijo y hacerlo pagar

—¡Te encontrare y te hare pagar Maldito!, ¡Te haré tragar las pastillas hasta que mueras!, ¡Maldito Venom!. —