Luis es un hombre Arquitecto de treinta años, alto, apuesto y varonil, es el primogénito de la familia García Smith de Miami, es el hermano mayor de Jimmy, es su protector, consejero y amigo, ambos manejan una buena relación a pesar de sus grandes diferencias. Luis es la mano derecha de su padre y Jimmy el amado hijo de su madre por ser dócil y tierno. Ambos son los herederos a partes iguales de los bienes de su familia que abarca dos empresas de consultoría, planeación y ejecución de diseños arquitectónicos, tres hoteles bajo el nombre de García & Smith y acciones en la industria hotelera y automovilística. Luis es mayor que Jimmy por diez años, maneja la empresa de arquitectura de la familia y otras acciones empresariales, es trabajador, obstinado, disciplinado, mujeriego e independiente, por su parte Jimmy es más callado e inseguro, es un estudiante universitario de Administración de empresas, dependiente económicamente de la familia y manipulable por su madre. Ambos conocen a Ana González en diferentes contextos y se sienten atraídos por ella, pero es Jimmy quien logra conquistarla y hacerla su esposa, a pesar de los esfuerzos de su madre por casarlo con Patricia Sequera hija de un importante socio comercial. Para Luis Ana se estaba convirtiendo en una mujer especial y deseada, hasta que supo que era la pareja de su hermano, pensó que Ana coqueteaba con ambos esperando lograr conquistar a alguno de ellos por interés en su fortuna, por lo que le hizo la vida imposible, hasta que se dio cuenta de que sus sentimientos por Jimmy eran genuinos y decidió confiar en ella, apostando a la felicidad de su único hermano, convirtiéndose en el padrino de su boda. Al ver que su hermano es feliz con Ana, Luis deja su agrado por ella a un lado y sigue con su vida como siempre, las mujeres son para él una diversión, solo vive el momento y disfruta al máximo su libertad. Pero sin quererlo Ana se va convirtiendo poco a poco en su modelo de mujer ideal. Sin intensión sus sentimientos por ella se vuelven más fuertes, hasta que no logra contenerse más y decide expresar lo que siente, comenzando con acciones imprudentes que ponen en peligro su buena relación con su hermano y hasta su trabajo. Al sentir que sus actos se están saliendo de control, Luis decide distanciarse nuevamente, ya ha cometido el error de besar a su cuñada de forma forzada y ha estado en intimidad con otras mujeres pensando en ella, Luis siente que su deseo por Ana lo está haciendo perder la cordura, está excediendo los límites y no quiere dañar a su hermano, pone distancia con un viaje de negocios, al volver se entera del compromiso de su hermano con Ana. Pese al deseo de Luis por alejarse, termina teniendo una relación con Ana a escondidas de su hermano, por lo que Ana decide terminar su compromiso y alejarse. Jimmy lleno de dolor comienza a tener problemas con las bebidas alcohólicas y bajo efectos de la sustancia sufre un accidente de tránsito. Jimmy queda temporalmente sin poder caminar, bajo reposo médico y posterior rehabilitación para lograr usar sus piernas nuevamente, Ana quien se había distanciado de él por causa de su cuñado, se aboca a ayudarlo y cuidarlo sintiéndose culpable por su situación. Luis intenta alejarse nuevamente, pero su apego a Ana no se lo permite por lo que forma un espiral de situaciones toxicas en las que le miente a su hermano buscando permanecer cerca de la mujer y conseguirla como suya.
Son las seis de la mañana, Luis abre sus ojos y se sienta en la lujosa cama de hotel que ha compartido con la hermosa rubia que está a su lado, sonríe al ver la figura femenina y al recordar la acción que duró toda la noche.
Extiende la mano hacia el buró, toma su celular y mira la pantalla, es hora de iniciar con su rutina, como siempre, debe iniciar el día realizando ejercicios antes de ir a trabajar, por lo que quita la sabana que cubre la figura desnuda de su compañera, abraza su espalda descubierta y comienza a depositar suaves besos en su cuello esperando a que ésta despierte para devorarla. Ese es su ejercicio favorito.
Besos, caricias, respiraciones agitadas, sensuales movimientos de caderas, dan inicio a la mañana de Luis en esa habitación, hasta que se siente satisfecho, alcanzando el máximo placer que la mujer le puede proveer y la actividad se detiene, se hace a un lado para normalizar la respiración, luego se levanta de la cama para ir a ducharse.
La hermosa mujer lo sigue a la sala de baño pues desea compartir con el más tiempo y seguir disfrutando de sus cuerpos, pero Luis la detiene de forma abrupta.
-¿Qué haces aquí si no te he invitado?
La rubia se detiene y lo mira sorprendida, pasaron juntos toda la noche y hace un instante estaban disfrutando de sus cuerpos, no entiende por qué el hombre ahora tiene esa actitud.
-Solo quería satisfacer mi deseo y ya cumpliste tu labor puedes retirarte – dice Luis de forma tajante.
La mujer lo mira atónita, si bien es cierto que no son pareja y apenas y se acaban de conocer, también es cierto que ambos estuvieron de acuerdo en ir juntos a la habitación y sabían a lo que iban, no hay necesidad de que él la trate como a una mujerzuela.
-Debo trabajar y me estas quitando tiempo - dijo Luis al ver a la mujer inmóvil, sin pronunciar palabra.
Le de dio la espalda y se metió a la ducha, mientras Julia se da la vuelta para marcharse, apretando sus puños con irá, se viste y se retira de la habitación con la promesa de odiarlo.
Desde la ducha, Luis logra oír el fuerte sonido de la puerta al cerrar, sabe que la mujer se ha marchado enfadada, se encoge de hombros, es sólo una mujer más que lo odia y no le importa, es para él muy fácil conseguir una pareja de turno y gracias al pasado ha aprendido cómo hacer para evitar que las mujeres se apeguen a él y pasar malos ratos en el futuro.
Se viste con su traje hecho a la medida, azul marino y camisa blanca, ajusta su corbata negra muy bien en su cuello y acomoda su Rolex en la mano izquierda, se coloca perfume en su cuello y saca su teléfono celular para realizar una llamada ordenando que le envíen a la brevedad un auto de la empresa.
Baja al lobby del hotel y de lejos logra observar a la joven morena con la que se tropezó el día anterior, parece una mujer sencilla aunque está hospedada en un lujoso lugar, se imagina que es una niña rebelde con deseos de independencia que está mal gastando la tarjeta de su padre o tal vez una joven amante que quiere vivir de su sugar daddy, sea lo que sea no es de su incumbencia, pero hay algo en la joven que llama su atención, no sabe si es esa mirada con un rastro de inocencia, o la forma de sus labios carnosos que parecen ser suaves y deliciosos para besar, tal vez es su hermosa figura que se ve firme y curvilínea bajo su ropa casual...
Pareciera que su mirada es tan fuerte y penetrante que hace que la joven voltee a verlo, porque ésta lo mira directo a los ojos como acusándolo por desnudarla con la mirada y luego voltea con indiferencia y prosigue su camino tomando un taxi a la salida del hotel, Luis se ríe, se encoge de hombros y la sigue, saliendo del lujoso lugar para abordar el auto que lo trasladará hacia la empresa de su familia.
...
Luis llega a la oficina caminando con altivez, arrogancia y seguridad como todos los días, muchos de sus empleados lo saludan a su paso y con actitud de reverencia, pero éste no le da importancia a ninguno de ellos, solo voltea a ver a alguna que otra secretaria con falda muy corta y sexy que le guiña el ojo mostrándose dispuesta a lo que él quiera cuando él lo desee.
Camina directo a su oficina para revisar los documentos de los nuevos contratos, hace un par de años que está al frente de la empresa de arquitectura de la familia, pero aún no sé desliga totalmente del departamento de diseño, pues lo único que lo hace sentirse relajado, tranquilo y cómodo es estar en su escritorio, diseñar un hermoso edificio y sentir que todo está bajo control, en perfecto balance.
Por eso, después de firmar algunos nuevos contratos y revisar documentos, lo único que desea es sentarse a diseñar lo que piensa que puede ser el próximo éxito arquitectónico de la industria hotelera, una torre de hierro y cristal que piensa elevar a más de mil pies de altura.
Después de cinco horas sentado en su oficina diseñando, Luis decide que es momento de ir a casa a descansar, ya la mayoría de sus empleados se han ido, su secretaria aún permanece afuera, pero no porque tenga trabajo ni porque la carga laboral del día haya sido extensa, sino porque tiene un evidente deseo de que Luis la posea, pero éste ha decidido hacerla esperar, llevarla al límite para que sea ella misma quién se ofrezca y no sea él quien la busque, porque para nada desea pasar por el mal rato de una demanda ni de ser mal entendido, por el contrario dejará que sea ella quién lo busque, que sea evidente su deseo por él ante otras personas, para que si algún día él decir cumplir su deseo, sea más que evidente en el entorno laboral que la chica hacía tiempo lo estaba buscando.
Sale de su oficina directo a la salida, Clara lo sigue queriendo que éste la note.
-Señor.
-Dígame.
-Se me hizo tarde y quería saber si podía llevarme a casa – le dice cuando logró alcanzarlo en la puerta de salida.
Luis observa al vigilante y sonríe con picardía, luego mira a la mujer para contestarle.
-Lo siento clara pero no es ético, pueden pensar mal de nosotros.
-No lo creo, ya no hay nadie en la empresa, solo no quiero correr riesgos en la calle.
-Por eso debió irse temprano, no entiendo ¿por qué esperó a esta hora?.
Mira al vigilante y le habla -Por favor pida un taxi para la señorita a nombre de la empresa y asegúrese que llegue bien a casa. Feliz noche.
Luis se despide y se da la vuelta, se sube al auto y se marcha mientras Clara se siente como una tonta.