BOOMHEAD

Prologo.

El origen que nadie sabe.

Diario de Waldo, mi nombre es Stan Waldo, y yo, me siento muy arrepentido por lo que le hice a este mundo, ustedes no entienden en lo más mínimo, el caos que desaté en este mundo, me recordarán en la historia como el mayor genocida que existió, porque yo liberé un mal muy poderoso. quiero empezar por el origen de mi historia, yo era un gran arqueólogo en mi juventud, me encantaba descubrir jarrones, amuletos y cadáveres antiguos de más de 3.000 años, ser un aventurero afamado y lleno de acción tenían sus encantos, hasta que en 1940, mi compañero de aventuras, el doctor e historiador, Jon franklin, me pidió acompañarlo en una excursión por los alrededores de Egipto, yo estaba en mi oficina, estudiando un poco la literatura romana para estudiar más afondo sobre su economía en dicha época. Pero como siempre, mi mejor amigo Jon, no iba a dejarme en paz, hasta que accediera a ayudarlo en su intensa excursión.

— ¿otra vez encerrado como una tortuga mi buen amigo? — me dice mi compañero al entrar en mi estudio.

— ¿Qué es lo que quieres Jon? — dije al ser interrumpido en mi trabajo.

— Te envíe una carta de lo que quiero, no te hagas el tonto Stan. — dice mi compañero sin rodeos.

Mmm, no sabía si acceder, reciente mente había regresado de Alemania en un intento de ayudar a los aliados con antídotos ante los poderosos gases venenosos que los malditos nazis estaban usando contra los americanos, estaba muy agotado y necesitaba un poco de descanso, no es como si mi colega Jon entendiera.

— No iré a Egipto en tu pequeña excursión Jon, sabes bien que estuve trabajando en ayudar a los aliados contra los Nazis. — le respondí mientras acomodaba algunos de mis libros en la estantería.

— Claro, ¿funcionó el antídoto contra el Gas mostaza? — me pregunta mi compañero.

— Claro que no, ayudé a desarrollar una máscara capaz de retenerla. — le dije sin presumir de mi logro.

— Wow, sabes, aun no entiendo como pudiste escoger ser un arqueólogo, aun teniendo tus otros dones de científico. — contesta Jon.

— Pues, me gusta mucho la historia, sobre todo las historias de monstruos y demonios de las civilizaciones antiguas.

Apenas le dije eso a mi colega arqueólogo, Jon sin dudarlo, saca un estuche en la que contenía un mapa guardado y lo destapa para enseñarme el mapa que cambiaría mi vida por completo.

— ¡pues esto te encantara compañero! — me dice mi colega al poner el mapa desplegado en mi escritorio.

— ¿Qué es esto? — le dije.

— Es una copia de un mapa muy antiguo…

— ¿de cuantos siglos? — contesté con intriga.

— Siglo 500 A.m. o tal vez, mucho menos. — me responde mi compañero con mucha emoción.

No lo podía creer, el mapa era autentico, era una locura, ya que ese mapa, tenía muchos, muchos siglos de existencia y, sobre todo, estar en presencia de una pieza histórica que reflejaba el origen de los mayores imperios de la historia, hacia que mi corazón latiera de excitación por la aventura.

— ¿estás hablando enserio? En el siglo 500 Ac, roma estaba tomando origen, además, ¿de dónde lo sacaste? — manifesté impresionado ante la copia.

— Por desgracia, el mapa original, se dañó por si sola, estaba hecha de piel de conejo y orina de ciervo, no iba a durar mucho fuera de la caja de oro donde la halle. — dice mi compañero.

— ¿caja de oro? — reaccioné.

— Si, viajé a irlanda donde encontré un pequeño templo, solo estaba esa caja de oro y dentro de ella, estaba el mapa, por suerte hice esta copia antes de que el mapa original se desintegrara,

Mi compañero Jon era un gran arqueólogo, era valiente y nada le intimidaba, saqueadores, ladrones o incluso maldiciones antiguas, mi compañero, ya había pasado por todo eso y solo quería una aventura más. Claramente con su mejor amigo, pero, yo solo quería relajarme, ser arqueólogo no era solo acción, aventura y descubrimientos, también teníamos que encargarnos de otras cosas, estudios, investigaciones, historia, papeleo, bla, bla, bla… y yo después de pasar por muchas cosas en Alemania y salir vivo de las líneas enemigas, solo quería descansar, pero… mi amigo, no me lo iba a permitir.

— ¿y entonces quieres ir al lugar en la que el mapa está marcando? — le pregunté al señalar la equis en el mapa.

— Claro que No señor Waldo, usted también me acompañará, venga, ya empaqué ropa y comida suficiente para cinco hombres, viajaremos por mar, aire, bosques y tierra, visitaremos templos antiguos, nos enfrentaremos a peligrosos saqueadores, veremos el paso de las civilizaciones más increíbles de las historias, y descubriremos tesoros más grandes que una montaña. — me dice mi compañero con un verdadero espíritu de aventura.

— Este… creo que paso de la aventura, por ahora. — dije.

A ver, acción, aventura, viajes extremos, saqueadores de tesoros, yo ya había pasado por todo eso, no era la única vez que me embarqué en ese tipo de aventuras a lo indiana Jones, pero, no estaba de humor para sufrir hambre, dolor, terror y una cuanta maldición antigua por así decirlo, no estaba de humor para eso.

— ¡como que no iras! — me reclama mi amigo.

— No, ¿Cómo crees? estoy atrasado con mi papeleo, no puedo descuidar mis otras responsabilidades. — le respondí.

— Stan…

— Que no…

- porque no?

— Porque estoy agotado, no vez que estuve en Alemania, haciendo espionaje, investigación y cosas que no puedo decir porque sería traición. — le remarqué.

— Ha… desde que decidiste unirte a esa pequeña unidad de espionaje SER ahora todo lo que hagas es clasificado. — me contesta mi querido colega.

— Es SIR y pues, es una pequeña organización gubernamental que está tomando mucho reconocimiento por sus labores. — le expliqué.

— Aja, más secreta que el servicio secreto, pero, somos arqueólogos no, espías, por eso no me importa que es en lo que estes metido, ¿vas a acompañarme en esa expedición o no? — me insiste Jon.

— Y sigues con lo mismo.

Tomo mi pequeña agenda y se la muestro a mi colega, estaba tan llena que era prácticamente inentendible, por lo que era difícil que yo cancelara todos mis compromisos y acompañara a Jon de excursión.

— Literalmente mi agenda está llena, no tengo tiempo para más aventuras. — le expliqué a mi compañero.

— Entiendo…

Jon rápidamente toma mi agenda y la arroja por la ventana, haciendo que me enfadara rápidamente y lo persiguiera para darle una paliza.

— ¡que te pasa hipócrita, tengo muchas cosas que hacer! — le grité a mi compañero mientras lo perseguía para golpearlo.

— JAJAJA, perdón amigo, pero necesito que te desocupes. — me responde Jon mientras corría de mí.

Mientras perseguía a Jon, jamás imaginé que él, me había tendido una trampa, y al salir del edificio donde yo trabajaba, mi amigo me embosca con una máscara de tela y me cubre para no ver nada.

— ¡Jon!

Paso siguiente, él y sus demás compañeros arqueólogos, me toman y me arrojan en un camión, llevándome obligada mente con ellos. Literalmente me habían secuestrado para que los acompañara en otra gran aventura, otra excursión… y lo primero que pensé, era.

— ¡No de nuevo!

Y después de que mis amigos me secuestrasen y me obligaran a abordar en un avión carguero con rumbo a Egipto, al fin me desenmascaran y me liberan dentro del avión.

— Bienvenido a mi excursión. — me dice Jon con una sonrisa.

Jon, ya sabía que le iba a dar una paliza, algo que obviamente no descarté y después de golpearlo en la cara varias veces, me calmé y sin más opciones, tuve que aceptar unirme a la excursión de mi vida.

— Auch… no era necesario tantos golpes Stan.

— Eso te pasa por obligarme nuevamente a venir a otra más de tus excursiones, en fin, ¿adónde vamos? — dije.

— Primero a Egipto, después a las antiguas tierras de Bangladés y después de Rumanía llegaremos a roma.

— Diablos, ¿es necesario tantos viajes? — le pregunté.

— Pues sí, vamos a descubrir el origen del big bang. — me dice Jon al darme un antiguo pergamino en una lengua muy antigua, y eso ya es mucho decir ya que yo me especializaba en lingüística ancestral y jamás en mi vida había visto tal antiguo idioma.

Apenas tomé ese pergamino, mi cabeza explotó de curiosidad, ya que no podía comprender el idioma, era muy antiguo, pero a la vez muy bien elaborado, no era de una tribu primitiva, era de una civilización muy bien preparada, como la romana o la egipcia, solo que su idioma era más antiguo que esas poderosas civilizaciones.

El idioma que estaba escrito en el pergamino, no era hebreo, ni tamil, tampoco era lugano, farsis, islandés, macedonio, euskera, fines, georgiano, galileo y mucho menos arameo, solo podía decir que, aunque esas fueran las lenguas más antiguas de la historia, no era nada comparado con esa extraña lengua antigua, aunque, en mi opinión profesional, el idioma que más se me parecía, era el latín, pero, eso, era solo una teoría, ya que el latín no era tampoco la lengua más antigua.

El latín es una lengua itálica, perteneciente al subgrupo latino-falisco y a su vez a la familia de las lenguas indoeuropeas que fue hablada en la Antigua Roma y posteriormente durante la Edad Media y la Edad Moderna, llegando hasta la Edad Contemporánea, pues se mantuvo como lengua científica hasta el siglo XIX. Su nombre deriva de una zona geográfica de la península itálica donde se desarrolló Roma, el Lacio (en latín, Latium).

Adquirió gran importancia con la expansión de Roma, y fue lengua oficial del Imperio romano en gran parte de Europa, África septentrional y Oriente Próximo, junto con el griego. Como las demás lenguas indoeuropeas en general, el latín era una lengua flexiva de tipo fusionar con un mayor grado de síntesis nominal que las actuales lenguas romances, en la cual dominaba la flexión mediante sufijos, combinada en determinadas veces con el uso de las preposiciones, mientras que en las lenguas modernas derivadas dominan las construcciones analíticas con preposiciones, mientras que se ha reducido la flexión nominal a marcar solo el género y el número, conservando los casos de declinación solo en los pronombres personales (estos tienen, además, un orden fijo en los sintagmas verbales).

El latín originó un gran número de lenguas europeas, denominadas lenguas romances, como el español, francés, franco-provenzal, friulano, gallego, istriano, istrorrumano, italiano, ladino, ligur, lombardo, meglenorrumano, napolitano, occitano, piamontés, portugués, romanche, rumano, sardo, siciliano, valón, véneto, aragonés, arrumano, asturleonés, catalán, corso, emiliano-romañol, y otros ya extintos, como el dalmático. También ha influido en las palabras de las lenguas modernas debido a que, durante muchos siglos, después de la caída del Imperio romano, continuó usándose en toda Europa como lengua franca para las ciencias y la política, sin ser seriamente amenazada en esa función por otras lenguas en auge (como el español en el siglo XVII o el francés en el siglo XVIII), hasta prácticamente el siglo XIX.

Lo único en lo que podría decir, que el latín y la lengua antigua coinciden, es que ambas, poseen fragmentos con partidos de lingüística, además, también podría deducir que son lenguas que dieron paso a otras lenguas, así como el latín, esta extraña lengua, podría haber sido el inicio de otras lenguas y con ellas de otras civilizaciones.

— Fascinante, la lengua es increíblemente antigua, pero a la vez se nota que fue creada por una civilización demasiado avanzada para su época. — dije en voz alta, fascinado e intrigado.

— Lo sé, ¿pero al menos entiende algo? — me pregunta mi amigo.

— No, la verdad, estoy muy confundido. — confesé.

— Mier dad… tu tampoco eh… — responde Jon decepcionado.

— Ja, ¿para eso me querías en tu excursión?

— No es personal amigo, es que no conozco a nadie más que sepa de lenguas antiguas como tú, y eso que los demás que estamos en este avión, estudiamos lingüística antigua, y sabrás, también quedamos desconcertados ante ese idioma.

Jon, me quería para poder descifrar el idioma antiguo del pergamino, pero, yo no sabía y, por ende, no era de mucha utilidad para él, o eso es lo que él creía, ya que, al mostrarme ese pergamino y mapa antiguos, yo ya estaba ansioso de llegar a Egipto, y después de seis horas de vuelo alto, para evitar que los nazis nos detectaran, al fin habíamos llegado a los bastos territorios de Lúxor, una de las principales ciudades de Egipto, pero, al llegar, las cosas ya se estaban poniendo feas.

— Mierda, estamos en Luxor… — dije.

— Sip… ¿Qué tiene de malo? — me pregunta mi amigo.

— Que… Luxor esta infestado de Nazis, lo sé, porque estuve en Alemania ayudando a los aliados…

Y de repente.

— SEÑORES, PREPÁRENSE TENEMOS COMPAÑÍA. — Grita el piloto.

y de la nada, dos aviones de combate Nazis se acercan hacia nosotros y nos disparan para derribarnos, Jon y yo, rápidamente nos preparamos para un ataque y nos colocamos nuestros chalecos salvavidas.

— PORQUE NO ME DIJISTE ESO… — me grita Jon molesto.

— NO ME DIJISTE QUE VENDRÍAS A LUXOR IDIOTA. — le respondí igual de molesto.

— Bueno… ¡pudiste haber compartido algún dato, no ocultarlo para tus amiguitos de la SIR. — me responde Jon.

— ERES UN IDIOTA.

Los aviones de combate, logran darnos y hacen que el avión pierda estabilidad, pero, lo peor, vendría para después.

— ¡TORRETAS ANTIAÉREAS! — grita el piloto minuto antes de morir por la explosión de una de las torretas nazis que disparan hacia nosotros.

Jon y yo saltamos del avión segundos antes de que explotara por los proyectiles anti aéreos y mientras él y yo caíamos a toda velocidad, Jon por desgracia recibe un tiro por parte de un avión que aun quería destruirnos.

— ¡JON!

Jon estaba herido y cayendo a toda velocidad, debía tomar a mi amigo en el aire y abrir mi paracaídas para así salvarlo de una muerte horrenda, pero, cuando tomé a mi amigo de su brazo derecho, abro mi paracaídas e intento salvarnos, pero, al abrirlo, otro avión Nazi llega y nos dispara, dañando mi paracaídas.

Ahora yo, no tenía paracaídas y mi muerte era inminente, pero, mi amigo, con la poca fuerza que le quedaba, intenta entregarme su paracaídas en el aire.

— Stan… quítame el paracaídas y póntelo. — dice mi amigo.

— No, si lo hago, tendría que soltarte para ponerme el paracaídas.

Sujetaba a mi amigo con todas mis fuerzas, no iba a dejarlo, no quería, pero, Jon se quería sacrificar para que yo continuara con la expedición,

— busca y continúa con mi último trabajo... Stan. — me dice Jon al darme el pergamino y el mapa.

— ¿Qué? Jon… ¡no!

Jon después de darme su pequeña mochila donde tenía el mapa y el pergamino, me entrega su paracaídas y después me apuñala en mi hombro derecho, obligándome a soltarlo.

— ¡¡¡JON!!!

Suelto a Jon sin quererlo, y al ver como mi amigo se sacrificó por mí, no iba a dejar que su muerte, hubiera sido en vano y rápidamente me pongo el paracaídas y salvo mi vida de una caída. Después pasé dos días y tres noches en campos enemigos, ocultándome en la arena del desierto y mientras lo hacía, al fin, lo encontré.

— Al fin…

Usando el mapa antiguo de mi amigo, logré rastrear una antiguo templo egipcio, a solo tres kilómetros de donde el avión y sus tripulantes fuimos atacados por los Nazis, después de eso, entre al templo para buscar respuestas, no tenía comida ni agua, ya no tenía suministros, por lo que simplemente exploré el templo en busca de recursos, pero, después de recorrer un infinito laberinto antiguo creado para despistar saqueadores y personas de poco intelecto, al fin logro llegar al corazón del templo, donde encontré un espejo de cuarzo junto con descripciones en el idioma antiguo que no podía descifrar.

— Al fin…

Pasé todo el día tratando de descifrar solo una frase, pero, esas inscripciones, eran imposibles de entender, y sin más, solo decidí pasar la noche en ese templo, resguardándome del frio del desierto, pero, al dormir, comencé a escuchar susurros extraños que podía entender…

— Quién dijo eso? ¿Quién está ahí?

Me sentía rodeado, sentía que muchas personas me hablaban al mismo tiempo, como si yo estuviera loco, ¿tal vez era la desnutrición y el cansancio que me hacían una mala pasada? Pero… cuando voltee al espejo echo de cuarzo, vi en las inscripciones algo que podía entender.

— ¿Qué? ¿ahora puedo entender el idioma?

El idioma antiguo, podía entenderlo, no sé cómo, pero, podía entenderlo a la perfección, ¿Cómo era posible que ahora yo entendiera el idioma antiguo si hace un momento, no lo comprendía?

— ¿Qué sucede?

No importaba, ahora podía entender ese misterioso idioma, y sin más intenté estudiarlos, en las inscripciones, me advertían de no leerlas, pero estaba desesperado, no quería que todo el trabajo de Jon se fuera al igual que él, así que leí las inscripciones en voz alta y cuando terminé… el espejo echo de cuarzo, me absorbió y me llevó a otro templo, donde había un fragmento muy extraño, junto con algunas instrucciones que anoté en mi diario.

Tomé ese fragmento antiguo y salí del templo, pero, al hacerlo, me di cuenta que no estaba en Egipto, si no que fui llevado al otro lado del mundo… estaba en Suramérica, estaba en Colombia, rodeado de inmensa vegetación.

— ¿Dónde estoy?

¿Cómo fue posible que en solo un segundo, yo… fui trasportado de Egipto hasta Colombia, no tenía idea, pero, sabía que ese era el inicio de mi deber, y después de contactarme con mis amigos de SIR para que me sacaran de ahí, comencé a buscar más de esos templos antiguos por todo el mundo y después de que la guerra contra los nazis terminara, ya había reunido la mitad de las piezas, al parecer las piezas conformaban un arma, que cambiarían al mundo para siempre… y fueron ocultadas para evitar que el mundo callera en el mal, pero, por mi incompetencia y mi desesperación de terminar el trabajo de mi mejor amigo, desaté un mal muy malo…

Pero eso, se los explicare después, o tal vez no, ya que un ser muy poderoso me visitaría en el futuro, cuando solo yo fuera un viejo, para asesinarme de formas inimaginables y así, obtener mi poder…

— Hola padre…

— Ya era tiempo de que vinieras, estúpido demonio. — le dije a una de mis muchas creaciones antes de que me asesinara.

Mi nombre es STAN WALDO y pido perdón por que lo hice.