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Se busca esposa

Se busca esposa

Mainvillage

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Capítulo

Yo creí que mi vida iba a girar al rededor de sí mismo para siempre, pero la llegada de mi hijo Emiliano nombrado en mi honor me hizo cambiar completamente la perspectiva. Ya establecimos que la vida no va como uno quiere y la mamá de mi hijo decidió pelear la custodia, así que con urgencia necesito una esposa, preferiblemente una mujer sexy, guapa, inteligente, trabajadora, experiencia con niños, no tiene que ser muy joven pero tampoco vieja. ¿Me ayudan?

Capítulo 1 Prólogo

Entré a casa de mis padres con un pastel obviamente comprado y un postre extra. Mi prima Alice se acercó a saludarme y me llenó de besos en la mejilla antes de ayudarme a llevar los postres a la barra de la cocina. Los dejó al alado de las maravillas que ella preparó, le miré de pies a cabeza y dije:

—¡Qué bruja me saliste, guapa! —los dos reímos y ella me dio un beso en la mejilla y le abracé.

Mi mamá corrió desde el jardín a recibirme. Su favorito, su primogénito, su amor de verdad.

No se rían todavía que no lo digo yo sino ella.

Mi papá está bajando las escaleras y sonrió ante la escena tan llena de amor entre madre e hijo.

—Como te amo príncipe de mi vida. Hijo favorito de mi alma.

—Te amo mamá—respondió mientras le cargaba. —Papá, no te pongas celoso, también tenemos amor para ti.

Él se acercó y me dio un beso en la mejilla y acarició mi pelo.

—No estoy celoso estoy cansado. Y preocupado, Verónica cuarenta años y no aprendes a no llamarle favorito, tienes otros hijos.

—Que nacieron después de este hijo, se acostumbran o se cagan—mi papá y yo reímos. Cargué a mi mamá y le llené de besos en el rostro, es el alma más sincera y loco de la vida, qué sería de mi vida sin ella.

—Deja de trabajar tanto s—sugirió mi hermana y se inclinó para darme un apasionado abrazo y guindarse en mi cuero. Cargué a Valentina, mi hermanita y a mamá y mi hermano nos sacó una fotografía.

—Tomemos una foto así.

Alice mi prima se acercó y nos tomó la fotografía.

Mis dos hermanos al lado, mi papá y las dos reinas de la casa cargadas.

La puerta se abrió y entró mi tía Emma con unos aperitivos y una sonrisa misteriosa.

Mi mamá pidió que la bajara y le di otro beso antes de ponerle en el suelo, me dediqué a abrazar a Valentina y después saludé a mis hermanos. Alonso entró y azotó la puerta, todos le miramos serios y él sonrió.

—¿Qué tenía que traer?—preguntó con un ramo enorme de rosas en la mano y una bolsa del supermercado que claramente no contenía nada del lugar.

—Mi amor, nada—respondió mi madre a mi hermano mayor. —Qué bueno que viniste, Alonso. ¿Y los niños?

Mi hermano murmuró algo de castigos colectivos, todos teníamos ante su cara de horror.

—Feliz cumple, Vero —dijo y le dio un beso en la mejilla. —Que sean muchos más.

—Gracias —respondió mi mamá mientras abría la caja con joyería.

—¡Rubíes!—dijo emocionada y mi tía Emma se acercó.

—Uhh de los bonitos y buenos.

Todos fuimos a cenar, puesto que los invitados ya estábamos en casa, se suponía que era una cena familiar, pero mi mamá no tiene nada familiar sin su mejor amiga de toda la vida, mi tía Emma y sin su compañera de bebidas y chistes inapropiados, la tía Sofía.

Yodos nos sentamos a comer y reí pro todos los años preciados que habíamos disfrutado con esa mujer. Me puse en pie con la copa de champaña en la mano:

—Te amamos tanto, mamá. —Dije y mis hermanos asintieron. —Gracias por ser luz, guía, amor, cuidado y protección para todos nosotros, te amo mucho y estoy agradecido.

Mi celular vibró y lo saqué del pantalón.

Leí rápidamente la pantalla.

<>

—¡Emilio, el brindis!—me recordó Valentina.

—Decía mamá, que eres el amor de nuestros corazones, la risa que nos calienta el alma, la sonrisa que nos contagia, eres amor en todas sus formas y en serio deseo que todo ese amor que das lo estemos devolviendo. Por la maravillosa vida de Verónica —choqué mi copa con la de mi madre y la de mi padre.

Tomé asiento y leí de nuevo el mensaje de Maya.

<>

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