Mi misterioso marido resultó ser mi jefe

Mi misterioso marido resultó ser mi jefe

Fifine Schwan

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Capítulo

Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó apresuradamente con un hombre ordinario al que nunca había conocido. Sin embargo, incluso después de convertirse en marido y mujer de manera oficial, cada uno llevó vidas separadas, casi sin cruzarse. Un año después, Stella regresó a Seamarsh, con la esperanza de finalmente conocer a su misterioso esposo. Para su asombro, él le envió un mensaje de texto, inesperadamente pidiendo el divorcio sin haberla conocido en persona. Con determinación, Stella respondió: "Así sea. ¡Divorciémonos!". Tras esto, tomó una decisión audaz: se unió al Grupo de Prosperidad, donde se convirtió en oficial de relaciones públicas trabajando directamente para el CEO de la empresa, Matthew. El guapo y enigmático CEO ya estaba casado y era conocido por ser inquebrantablemente devoto a su esposa en privado. Sin que Stella tuviera la menor idea, su misterioso esposo era en realidad su jefe. Decidida a concentrarse en su carrera, la mujer deliberadamente mantuvo su distancia del CEO, aunque no pudo evitar notar sus intentos deliberados de acercarse a ella. Con el tiempo, su escurridizo esposo cambió de opinión. De repente, se negó a proceder con el divorcio. ¿Cuándo descubriría la verdad? En medio de una caótica combinación de engaños y amor intenso, ¿qué destino les esperaba?

Capítulo 1 Esposo desconocido

En el aeropuerto de Seamarsh, Stella Anderson se quedó esperando en la zona de espera con una gran maleta a su lado.

Echó otro vistazo a su reloj. Ya habían pasado treinta minutos desde que se bajó del avión. Sin embargo, su esposo, con el que se había casado hacía un año, no aparecía.

Se abanicó con la mano mientras fruncía el entrecejo. Ya se había hecho una mala impresión de alguien que nunca había conocido.

Se suponía que era su primer encuentro. ¿Cómo podía ser tan impuntual?

Mientras observaba a la gente ir y venir, no pudo evitar recordar su precipitado matrimonio.

Todo había sucedido un año atrás, después de que su abuelo enfermó de gravedad.

Stella, que en ese momento estaba en el extranjero, corrió a casa para verlo. Fue entonces cuando le comunicó que esperaba verla casada pronto.

Stella quería decir que no, pero cuando recordó cómo su abuelo la había adoptado de un orfanato y la había criado hasta convertirla en la adulta que era, no tuvo el valor de decepcionarlo.

Así que se casó con el hombre que su abuelo había elegido para ella; un hombre al que nunca había conocido.

El novio no estuvo presente el día de su boda. Otra persona se encargó de los trámites del matrimonio.

No conocía en absoluto a su esposo. Lo único que sabía era su nombre y que era un hombre de negocios.

Hasta el día de hoy, Stella no estaba segura de si su compromiso fue la elección correcta. Su supuesto esposo no le daba motivos para que le cayera bien.

Miró el reloj por centésima vez. Habían pasado diez minutos más.

Stella suspiró exasperada. Justo cuando sacó el celular para llamar a su abuelo, un rechinido penetró en el aire y casi le reventó los tímpanos.

Un Aston Martin plateado se detuvo frente a ella con un rechinido. La ventanilla del asiento del conductor bajó.

Stella dio un paso atrás. En cuanto vio una cara conocida, espetó: "¿Qué haces aquí?".

Al volante estaba la última persona que esperaba ver ahora: su primo, Oliver Palmer.

"¡Ay! ¡Eso duele!". Oliver se agarró el pecho como si estuviera realmente herido. Tras salir del auto, hizo un mohín. "Tu regreso es muy importante. Hace mucho que no nos vemos. Como tu primo, no pude resistir el impulso de venir a recogerte. Pero eres muy cruel conmigo. ¡Qué injusto!".

Stella no se sorprendió ni se dejó engañar por su mala actuación.

Puso los ojos en blanco y chasqueó la lengua con fastidio, negándose a hablar.

"Sube, Stella. Debes de estar cansada y hambrienta. Te invito a comer". Tras agarrar su maleta con una mano, Oliver colocó la otra sobre su hombro y la empujó hacia el auto.

"¡Espera! No puedo ir contigo". Stella lo detuvo.

"¿Por qué?". Oliver se detuvo. Se rio con sorna cuando se le ocurrió algo un momento después. "¿Es por tu esposo? ¿Aún quieres esperarlo?".

Stella no pronunció palabra, pero su mirada lo dijo todo.

Oliver resopló. "No lo esperes más. ¿Tengo que recordarte que nunca se ha puesto en contacto contigo desde que se casaron? ¿Acaso eso no te dice nada?".

Stella se quedó sin palabras.

"Si hubiera querido venir a recogerte, habría aparecido antes que yo. ¿Cómo puedes confiar en un hombre que ha ignorado tu existencia durante un año?", añadió Oliver en un tono más sarcástico.

Cuando lo asimiló, Stella replicó a la defensiva: "Pero el abuelo dijo que Maverick vendría a recogerme".

Pensó que Maverick cumpliría su palabra, ya que se lo prometió a su abuelo.

Oliver se agarró el puente de la nariz y suspiró impotente. "Aunque quieras seguir esperándolo, no tienes por qué quedarte al sol. Sube al auto. Hace calor fuera".

Mientras los dos discutían, una figura alta apareció entre la multitud y se dirigió hacia ellos.

Matthew Clark hablaba por teléfono. "Ya estoy en el aeropuerto. Tómate la medicina ahora".

Una suave voz femenina se escuchó del otro lado de la línea. "Recuerda, Ella lleva hoy un vestido rojo. Tiene el pelo largo y rizado. Además, su maleta es negra...".

"Ya la vi, abuela. ¿Puedes dejar de preocuparte?". Los ojos de Matthew estaban fijos en el dúo a metros de distancia. Frunció el ceño.

Había una mujer que coincidía con la descripción que le dio su abuela, hasta el color de su maleta.

Pero acababa de subir al auto de un hombre mientras él le sostenía la puerta.

El tono de Matthew se volvió gélido de repente. "Tengo que irme, abuela. Hablamos luego".

El rostro de Matthew se ensombreció. Al mismo tiempo, un brillo gélido apareció en sus ojos profundos.

Guardó el celular, se dio la vuelta y se marchó.

De vuelta en su auto, Matthew apretó con más fuerza el volante mientras observaba a las dos personas en el deportivo.

El hombre le dio a la mujer una botella de agua. Mientras ella bebía, él le alisó el pelo con cariño. Aunque Matthew no podía verle la cara, eso ya no le importaba.

Estaba furioso.

De repente, se rio de sí mismo con amargura.

¿Por qué le sorprendía esto? Debería haberlo sabido hacía mucho tiempo.

Su supuesta esposa había estado fuera de la ciudad durante todo un año después de su matrimonio. Nunca se habían visto ni conocido por celular. Era comprensible que se buscara un novio.

Matthew apretó los labios con determinación. Sacó el celular y escribió un mensaje.

En cuanto le dio a enviar, arrancó el auto y salió a toda velocidad.

Esa misma tarde, Stella se vistió con un sencillo y elegante traje de negocios de color claro y se dirigió al Grupo Prosperity.

El Grupo Prosperity era una de las empresas líderes de Seamarsh. Los empleados eran, de una forma u otra, la élite de la ciudad.

Stella entró en el magnífico edificio que albergaba la sede del grupo. Con su excelente currículum, consiguió un trabajo como relacionista pública personal sénior del director ejecutivo, Matthew.

La directora del departamento de relaciones públicas, Luna James, llevó a Stella a conocer a Matthew.

Sin que ella lo supiera, el hombre para el que iba a trabajar era en realidad su esposo, Maverick.

Matthew no confiaba en nadie. Había usado su nombre real cuando se firmó su matrimonio. Solo sus allegados sabían que su nombre real era Maverick Clark.

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Capítulo 1 Esposo desconocido

18/11/2027