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Cuento de hadas para dos

Cuento de hadas para dos

M. GONMAR

4.9
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8
Capítulo

La historia de dos adolescentes que se conocen en secundaria, tras un momento mágico cupido logra flechar su sentimiento sembrando la semilla del amor en ello. Cupido es nuevo en esto de unir personas así que para terminar su misión deberá hacer que estos dos chavales se unan como debe ser ya que están destinados, su tarea no es nada fácil ya que estos dos jóvenes también son inexpertos y tímidos, una serie de acontecimientos hacen que estos jóvenes se separen haciendo que el hilo rojo que los une se alargue y la misión de cupido se complique. ¿Podrá cupido terminar su trabajo y unir a estos dos jóvenes destinados?

Capítulo 1 El inicio de todo cuento

Érase una vez en un cielo donde existían Ángeles encargados de cuidar a los habitantes del planeta azul un ángel que volaba a toda prisa para informar un lamentable hecho ocurrido hace unos minutos.

- ¡Mi Señor!, el portador de el amor a sido exterminado, los demonios le pusieron una trampa, antes de dejar de existir me pidió que le devolviera esto, para que el amor no muera en la tierra.

El ángel guerrero estiro la mano hacia su creador devolviendo una especie de anillo rojo.

- Esos demonios y su odio por la humanidad, siempre haciendo y deshaciendo, quieren que en la tierra deje de existir el amor.

- Muchos humanos están dejando a un lado el amor, lo único que les atrae es el cuerpo, pasión y deseó, señor ¿Que vamos a hacer?

- No dejar que esos demonios se salgan con la suya.

- Pero como mi señor si cada vez más los humanos se fijan en el dinero y la lujuria

- Los adultos, aún hay humanos jóvenes que creen en el amor verdadero y hay es donde el nuevo portador del amor reforzará más ese sentimiento.

- Pero el portador del amor a muerto señor

- Los Ángeles no muere solo vuelven a su origen.

El ángel dorado unió sus manos y tras decir unas palabras en su idioma una luz se creó frente a él, la luz brillo inmensamente hasta ir disminuyendo cada vez más, cuando la luz se apagó por completo se pudo distinguir las alas de un nuevo Ángel tenía la edad más o menos como la de un joven de 17 años, llevaba en su espalda una especie de arco, miró extrañamente a su alrededor cuando visualizo al ángel dorado se acercó a él y se arrodillo.

-mi señor estoy a su servicio dígame para qué misión ha sido creado este discípulo suyo.

-vamos Cupido levántate no te arrodilles.

-¿Cupido?

-si tú eres Cupido el portador del amor y él que me ayudara a llevar el amor a la Tierra.

El ángel dorado le dio a Cupido el anillo que minutos antes otro Ángel tenía puesto.

-Este anillo te dará el conocimiento y el poder para que puedas hacer tu trabajo, por favor Cupido No pierdas más tiempo, los humanos te necesitan.

Cupido estiró sus alas haciéndolas ver inmensamente grandes y emprendió el vuelo, voló por los extensos cielos hasta llegar al planeta Tierra.

- Bien eh llegado, ¡tu cupido ya está aquí tierra!, Pero ya ahora ¿se supone que debo hacer?, Vamos anillo dime ¿Cómo debo hacer que las personas se enamoren?, ¿los escojo al azar, tengo que unirlos por su signo zodiacal? ¿es que tengo que hacer un baile para que se miren y se enamoren? Dime

- No grites tan fuerte que estoy durmiendo

Cupido pegó un salto al escuchar aquella voz busco alrededor pero no había nada.

-¿Eres el nuevo verdad?

- ¿Quién eres y porque no puedo verte?

- no puedes verme porque me tienes puesto en tu dedo me presento soy el amor

- ¿El amor es en serio?

- Que si Ángel preguntón ¿qué te cuesta creerlo?,

Oí que dices ser tú el que llevará el amor a las personas, ¿es en serio este es el ángel que trabajará para mí?

- ¿para ti? disculpa pero ¿Quién te está llevando puesto? Es obvio que tú eres el que está trabajando para mí ya que yo soy un ángel y tú solamente un anillo parlante.

- No soy sólo un anillo soy el amor Una esencia que nadie puede ver solo sentir y utilizó el anillo para poderme comunicar contigo zopenco.

- Bien señor amor, estoy aquí para hacer que la gente crea en ti dime ¿cómo voy a hacerlo?

- Primero mírame y abre bien los ojos

Cupido llevó su mano a la altura de sus ojos y abriendo muy grande los ojos miró el anillo que portaba.

- ¡Así no tonto!

- Pero tú dijiste.....

- Los ojos de tu corazón ¿tienes uno no es cierto?

- Supongo que sí

- Ahora cierra los ojos y trata de sentirme con los ojos de tu corazón

Cupido cerró los ojos llevó su mano donde tenía puesto el anillo y lo coloco en su pecho, de pronto una inmensa ternura afecto y unas inmensas ganas de proteger cuidar y querer a alguien se apoderaron de él, el anillo hizo irradiar una brillante luz roja y en la cabeza de Cupido una imagen borrosa empezó a llegar.

- Puedes verme

- Sí creo que sí te veo eres, ¡wou! Eres... ¿una pareja?

- ¡No tonto no soy una pareja, a mí nunca podrás verme lo que viste es la pareja que va a unir!

- Entonces ellos son mi primera misión ¡Que emisión! ¿Y como los uno?

El anillo guardó por un largo rato silencio y después habló

- ¿Cup?

- ¿Sí? dime señor amor

- Hazme un favor regrésame al arcángel Miguel y pídele que me dé otro Cupido que me trabajé mejor

- ¡Oye!

- perdóname Cup pero el otro Ángel era más eficiente que tú

- Pues sí porque llevaba bastantes años ya trabajando en esto, yo estoy Peque acabó de nacer y todo es nuevo para mí, dame una oportunidad

- No sé, dime ¡¿Como voy a llenar el mundo de amor si el arcángel que trabaja para mí no sabe nada de nada?!

- Ya te dije que no trabajo para ti y no te llevaré de regreso con el arcángel Miguel él me creo para esto y no lo pienso defraudar, tú me necesitas y yo te necesito así que quieras o no Yo seré tu compañero y ahora a buscar esos jóvenes.

Cupido estiró una vez más sus alas alzó el vuelo y se dirigió hacia el destino dónde se encontraban aquellos jóvenes que uniría sembrando la semilla del amor en ellos.

- ¿Te puedo decir algo?

Cupido que en esos momentos se sentía tan orgulloso de sí, alzo el rostro hacia el anillo y con una voz con mucha autoestima dijo:

- ¿Claro señor amor, dígame?

- ¡Es hacia el otro lado! ¿que no sientes la fuerza del amor que te atrae? de verdad que te tengo que enseñar todo desde cero.

Una vez corregido el rumbo se dirigió ahora sí a unir aquellos jóvenes.

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