Me Abandona Cuando tenga Segunda Oportunidad

Me Abandona Cuando tenga Segunda Oportunidad

Gavin

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Renací a los dieciocho años en un sofocante verano noventero, con la mente de una ingeniera de software de treinta y tantos, anclada a la promesa de un amor predestinado. Ricardo, el prometido de mi vida pasada, el hombre por el que lo sacrifiqué todo, también había renacido. Hoy, día de su tan esperado regreso triunfal de la universidad, mis esperanzas se hicieron añicos de la forma más brutal. Ante una multitud jubilosa, no me buscó a mí, sino que se arrodilló frente a María, la hija del dueño de la fábrica y la "Reina de Belleza" local, pidiéndole matrimonio con un anillo deslumbrante. Cada recuerdo, cada momento que yo atesoré como prueba de su amor, se desvelaba como una cruel ilusión, parte de su obsesión por María. Fui su plan B, su escalón, la tonta que creyó en un amor que nunca fue suyo. Entonces, la verdad me golpeó con una claridad helada: Ricardo renació para conseguir lo que antes no pudo, usando el conocimiento del futuro para ascender, no por nosotros, sino por ella. Mi dolor se transformó en una ira gélida y decidida. Si él usó su conocimiento del futuro para conseguir a la chica de sus sueños, yo usaría el mío para construir mi propio imperio. Iba a recuperar todo lo que había perdido, empezando por mi propio futuro, sin él.

Introducción

Renací a los dieciocho años en un sofocante verano noventero, con la mente de una ingeniera de software de treinta y tantos, anclada a la promesa de un amor predestinado.

Ricardo, el prometido de mi vida pasada, el hombre por el que lo sacrifiqué todo, también había renacido.

Hoy, día de su tan esperado regreso triunfal de la universidad, mis esperanzas se hicieron añicos de la forma más brutal.

Ante una multitud jubilosa, no me buscó a mí, sino que se arrodilló frente a María, la hija del dueño de la fábrica y la "Reina de Belleza" local, pidiéndole matrimonio con un anillo deslumbrante.

Cada recuerdo, cada momento que yo atesoré como prueba de su amor, se desvelaba como una cruel ilusión, parte de su obsesión por María.

Fui su plan B, su escalón, la tonta que creyó en un amor que nunca fue suyo.

Entonces, la verdad me golpeó con una claridad helada: Ricardo renació para conseguir lo que antes no pudo, usando el conocimiento del futuro para ascender, no por nosotros, sino por ella.

Mi dolor se transformó en una ira gélida y decidida.

Si él usó su conocimiento del futuro para conseguir a la chica de sus sueños, yo usaría el mío para construir mi propio imperio.

Iba a recuperar todo lo que había perdido, empezando por mi propio futuro, sin él.

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