Sara
Abrí mis ojos al sentir un suave toque en mis mejillas, unos hermosos ojos de color verde me observaban, en mis labios se formó una sonrisa al ver de quién se trataba.
—Buenos días, hermosa.
—Buenos días, cariño.- dije pasando mis manos por su rubio cabello, el cual parecen hilos de oro.
Sus fuertes brazos me rodearon por mi cintura acercándome hacia su pecho. Me miró fijamente para luego besar mis labios con un suave y delicado beso.
—Estaba esperando por ti, te he preparado el desayuno.-dijo sonriendo.
Me senté en la cama en compañía de Chris.
—Es muy lindo de tu parte.-dije rodeandolo con mis brazos.
El sonrió en mi dirección tomando mis manos obligandome a levantarme.
—Vamos, tenemos que irnos pronto.
Caminé en compañía de Chris el cual me guió hacia el comedor en el cual se encontraba un perfecto desayuno y unas hermosas rosas rojas.
Chris tomó las rosas en sus manos entregandola a mi.
—Son para ti.-dijo sonriendo.
Una sonrisa se formó en mis labios mientras tomaba las rosas en mis manos llevandolas a mi nariz dejando que mis fosas nasales se llenaran con el suave olor de estas.
Tomamos asiento para comenzar a comer nuestros desayunos.
—Hoy es nuestra fiesta de compromiso.-dije.
—Si cariño, lo sé, estoy muy emocionado al anunciar nuestro compromiso.
Hablamos un poco referente a los regalos para nuestras familias, aún sin ponernos de acuerdo terminamos nuestros desayunos para ir a arreglarnos para empezar las compras de los obsequios.
Chris tomó las llaves del auto y nos dirigmos a una boutique para elegir las obsequios de nuestros padres.
—Me encargaré de elegir los obsequios de nuestras madre.-dije.
—Esta bien, yo me encargaré de elegir el de nuestros padres.
—Esta bien cariño, iré a la sección de mujeres.
Chris asintió con su cabeza, di la vuelta dirigiendome hacia unos hermosos abrigos.
Varios minutos después ya habíamos terminado de elegir los obsequios para nuestros padres.
—Bien hemos terminado, vayamos a cancelar.-dijo.
Tomé de la mano a Chris mientras sonreía dirigiendonos a cancelar.
Salimos de la tienda y nos dirigimos al auto.
—Estoy segura que ha nuestras madres les encantará nuestro obsequios.
—Lo sé, nuestras madres tienen gusto similares, les encantará.- respondió tomando mi mano mientras conducía.
Sujeté su mano entrelazando mis dedos con los de él.
—Hace un poco de frío.-dije
—¿Quieres que te abrace?
—Lo quiero, pero justo ahora estás manejando.
Chris comenzó a reír mientras conducía, los copos de nieve caían en el vidrio del auto mientras eran limpiados por el limpiaparabrisas.
Minutos después Chris detuvo el auto.
—¿Porqué te detienes?
—Vayamos a esa tienda.- dijo señalando una joyeria.
—¿A qué iremos allá?
—Tengo algo para nosotros.-dijo sonriendo.
Le devolví la sonrisa mientras Chris abría la puerta donde me encontraba.
Bajé del auto sujetando su mano para dirigirnos a aquella joyería que el había señalado anteriormente.
Entramos a aquel lugar siendo recibidos por un hombre.
—Bienvenidos.
—Hola señor Thompson, he venido por por el pedido.-dijo Chris.
—Su pedido ha estado esperando por usted, joven Chris. Por favor sígame.
Seguimos a aquel hombre el cual se detuvo en el mostrador mientras tomaba una caja de color rojo.
—Aqui está.-dijo el señor Thompson.
Chris tomó la caja en sus manos abriéndola. Dirigí mi mirada hacia el contenido de la caja. Unos hermosos collares de oro se encontraban en su interior. El dirigió su mirada hacia mi y dijo.
—Esto es para nosotros.
Colocó la caja en el mostrador tomando en sus manos la cadena de oro la cual tenía un dije de un pequeño candado con forma de corazón, se dirigió a mi espalda quitando mi cabello de mi cuello para segundo después colocarmela.
—Se te ve realmente bien.-dijo rodeandome con sus brazos por mi cintura.
—Es realmente hermoso.- dije colocando mis manos sobre las suyas.
—¿Me ayudas a colocarme el mío?.-preguntó.
—Por supuesto.
Tomé la cadena la cual tenía un dije de una pequeña llave de oro, me acerqué a Chris colocandome en puntas de pie.
—Espera, me agacharé.-dijo sonriendo.
El se inclinó un poco hacia mi para que pudiera colocarle la cadena, levanté mis brazos en dirección al cuello de Chris colocando así la cadena en el.
Chris me tomó por la cintura y dijo.
—Esto es como muestra de nuestro amor. Yo no podría estar sin ti.
Lo miré fijamente a sus verdes ojos los cuales brillaban con intensidad expresando muchos sentimientos.
—Y yo sin ti.-respondí.
Chris se acercó a mi rostro mientras me sujetaba por mi cintura, coloqué mi mano en su mejilla acercándolo a mis labios para luego darle un apasionado beso sellando así nuestro amor.
Detuve el apasionado beso entre Chris y yo para mirarlo a sus ojos.
—Tenemos que irnos cariño, tenemos que envolver los obsequios.
—Oh, es cierto, vamos.
Antes de salir agradecimos a el señor Thompson y nos dispusimos a ir a nuestro hogar.
El continuó conduciendo mientras sostenía mi mano.
—Tus manos están muy frías.
—Es porque hace mucho frío.-dije sonriendo.
Chris se dirigió a una cafetería, deteniendo el auto.
—Vayamos a tomar un café.
—Me parece bien.-respondí
Bajamos del auto dirigiendonos hacia la cafetería la cual tenía un letrero que decía "Think coffee". Un dulce olor invadió mis fosas nasales. Nos dirigimos a la caja y rápidamente Chris comenzó a ordenar.
—Por favor, dos café americano. ¿Quieres algo más?
—No, solo el café, recuerda que tenemos límite de tiempo.-dije.
—Esta bien cariño.-dijo.-Solo eso porfavor.