cariño. Tómate algunas fotos con un modelo y llévaselas para que las vea. Demuéstrale que te preocupas por su último deseo en la vida. Mi jadeo no fue sólo de decepción, también fue de impaciencia. ¿Qué modelo se sentiría bien colaborando conmigo para engañar a un moribundo en sus últimos momentos de vida? No creo que ninguno. Nadie es tan cruel, ni siquiera profesionalmente. Pero aquí estoy, en mi oficina, navegando por Internet tratando de encontrar a alguien que pueda cooperar con esto porque de ninguna manera llamaré a ninguna mujer que conozca. Confundirían todo el maldito asunto.