Hola soy Annie vivo en una pequeña ciudad al norte de nueva Inglaterra en compañía de mi madre Hanna y mi hermana Elena.

Elena es la mejor hermana del mundo, siempre estamos juntas y la pasamos muy bien, dentro de una semana será la inducción de la Universidad donde gané la beca por mi excelente desempeño académico, ya estoy empacando, será una semana divertida.

La semana pasa muy rápido Ya es jueves y casi no puedo dormir por la emoción y por las preocupaciones de mamá, la verdad es que no sé de qué se preocupa, ella sabe que soy muy prudente, nunca he tomado alcohol ni he tenido sexo eso la tiene más tranquila.

Por la mañana me despierto muy temprano, preparo mi maleta y me dispongo a salir hasta que escucho toser a mamá

-entonces señorita no se iba a despedir-

-Lo siento mamá, no quería despertarlas, además el viaje es largo y la inducción comienza a las 9.

-cuídate hija nos vemos pronto te amo princesa-

-y yo a ti madre-.

Al llegar al aeropuerto de Londres estaba un poco perdida, me distrajo un momento y cuando me di cuenta choqué con un apuesto hombre con los ojos más azules que alguna vez hubiese visto.

-se encuentra bien señorita-

-sí gracias-

Recojo mis pertenencias y me marcho al llegar a la inducción, no encuentro la invitación

- oh cielos no puede ser esto, no me puede estar pasando a mí, no ahora qué voy a hacer-

- Disculpa Annie, creo que perdiste esto-

Al girarme me encuentro con una cara familiar

- oh por Dios-

Era el chico del aeropuerto

-gracias, joven, Mil gracias ha salvado una vida-.

Él ríe un poco y se presenta

- mucho gusto soy Alex Sáenz y también voy a tomar esta carrera-

Dice no de muy buena gana

- Oh, qué bien por lo menos una cara conocida, pero parece que fueses obligado -

-algo así -

responde Alex, estábamos charlando muy a gusto cuando empezaron a sonar los altavoces

"Los aspirantes de economía y finanzas presentarse en el auditorio"

Tomó mi mano y caminamos al auditorio

- ven conozco un atajo-

Al llegar notamos que ya había algunas personas en la entrada, mostramos nuestro pase de invitación y pasamos nos sentamos en unos lugares que estaban desocupados en la mitad.

Me dediqué a escuchar atentamente todas las indicaciones y recomendaciones que nos hizo el decano al terminar Alex y yo salimos.

- Lo siento Annie, no te puedo acompañar más, tengo algo urgente que hacer, pero nos vemos en la noche en la integración -

-claro -

me limité a contestar

Al salir nos indicaron las habitaciones de las chicas y los chicos hicimos un recorrido por la gran universidad Northwest conocí a unas chicas muy amables

-mucho gusto Emily y mis amigos pueden llamarme Emi seremos compañeras de cuarto-

-y yo soy Sara y me puedes llamar Sara-

Todos reímos un poco y me acosté a descansar

Desperté con el sonido de mi teléfono era mamá

- hija cómo estás-

- bien ma-

-por qué no me llamaste-

-Ay ma si te contara casi pierdo la invitación entre justo a la hora de la inducción y como estaba tan cansada me quedé dormida-

- está bien hija cuídate y saludes te envía nana -

Nana es mi hermana menor desde muy niña, Ella me llamó Nani y yo a ella nana.

Escuché a Emi y a Sara reír en el pasillo cuando salí estaban hablando de los chicos apuestos de la universidad y me incorporé a la conversación.

Nos alistamos y salimos las chicas llevaban vestidos hermosos, parecían princesas, yo opté por unos jeans, camiseta blanca y tacones negros, al llegar a la integración noté que mi nombre estaba junto al de Alex, tomé asiento y lo saludé, se veía guapísimo llevaba jeans camiseta ajustada y unos deportivos casuales.

Casi no vi a Emily y a Sara, ya que nos tenían ubicado por especialidades, Emi se encontraba junto a los doctores y Sara con los de sistema.

Al principio notamos que era un ambiente agradable, no sé en qué momento se salió de control, yo solo tomé dos copas o eso creo La verdad nunca tomo y me sentí muy mareada, Alex como todo un caballero me acompañó a mi habitación,

- qué hermosa eres- susurró

- qué, qué dices-

-que te acuestes-

A la mañana siguiente desperté desnuda y Alex a mi lado solté un grito ahogado

- Qué pasó en qué momento sucedió todo esto -

Una docena de imágenes aparecieron en mi cabeza, pero no entendí hasta que me quise levantar de la cama y sentí un leve dolor en mi parte baja, corrí al baño y me dejé caer agua por mucho tiempo, quería recordar qué había pasado.

De un momento a otro escuché a abrirse la puerta del baño, me cubrí los senos con mis manos

- disculpa, no sabía que estaba ocupado -

- puede salir por favor- insistí -sí disculpa -

-gracias-

-Oh por Dios Qué pasa aquí -

Tomé una toalla y salí al salir, noté que seguía allí, estaba en un pequeño Rincón de la cama

- Annie, sé que no te conozco muy bien, pero la verdad me gustas anoche, estábamos un poco tomados y-

Las lágrimas empezaron a rodar por mi rostro

-sé que no debimos pasar la noche juntos, no así y me siento muy culpable Pero en cuanto me quise ir me tomaste por las manos y me besaste-

Lo interrumpí de golpe, supe que lo que Alex diría no me gustaría

-por favor déjame sola-

-escúchame No quiero que pienses que soy un aprovechado-

- tengo mucho en que pensar-

Se dispuso a marcharse Pero antes de salir expresó

-si lo hubiese sabido Annie créeme que no lo hubiese hecho-

Y salió, yo salí inmediatamente tras él, pero no lo encontré, quise saber a qué se refería.

Me tumbé sobre la cama y un perfume embriagador quedó impregnado en mi sábana, en mi cama y en mí

- Dios, qué bien huele-

-Ahí estás traviesa-

dijeron mis compañeras

- Emi Sara en dónde estaban-

-nos quedamos en la habitación de una amiga de Sara-

explica Emi

-no queríamos interrumpir-

musitó Sara -no puede ser todo el mundo ya lo sabe -

y mis lágrimas empezaron a salir otra vez -tranqui solo somos Emi y yo-

replicó Sara -no sé cómo me pudo pasar, yo nunca había tomado bebidas alcohólicas y ese vino me cayó supermal-

- el vino no fue, fue todo lo que los chicos de derecho le pusieron al ponche-

- Con razón no recuerdo nada-

Estaba tan apenada que no sabía por dónde empezar quería hablar, pero las palabras no salían de mi boca

- chicas yo nunca había tomado ni siquiera vino y mucho menos...!-

Guardé silencio un momento

- Ay, mi niña no me digas que fue tu primera vez-

Mis lágrimas no paraban

-no quería que fuese así ni ahora-