Foxylove
Libro de Foxylove(1)
Tan cerca, tan lejos
Urban romance Cuando la madre de Mia decide casarse de nuevo, la vida de la joven da un giro inesperado. Atrapada entre los recuerdos del pasado y las sombras de un futuro incierto, Mia se siente perdida, incapaz de encontrar su propio rumbo. Entonces aparece Rodrigo, un chico que nunca creyó en el amor, pero que, al cruzarse en su camino, queda irremediablemente cautivado por ella. Lo que comienza como un encuentro fortuito se convierte en una conexión profunda que ninguno de los dos esperaba, desatando una atracción tan intensa como peligrosa.
A medida que sus sentimientos crecen, descubren que sus vidas están entrelazadas de formas que jamás imaginaron. Secretos familiares enterrados, heridas que nunca sanaron, y decisiones que no tomaron regresan para poner a prueba su amor y su confianza. Enfrentándose a sus propios miedos y los fantasmas del pasado, Mia y Rodrigo deberán decidir si el amor que sienten es lo suficientemente fuerte como para sobrevivir a las verdades que los rodean.
En esta historia de amor, redención y segundas oportunidades, "Tan cerca, tan lejos" nos muestra que a veces, los lazos más profundos se forman en los momentos más oscuros, y que el verdadero desafío no es solo encontrar a quien amas, sino aprender a enfrentar el pasado para construir juntos un futuro propio. Le puede gustar
Juego de ambición
Katherine Petrova -¿Cuánto tiempo? -escupe Katherine, con los ojos llenos de odio.
-No importa -susurra Alexander, con el rostro tenso.
-Por supuesto que importa -Lya se pone de pie, con el labio partido temblando, el corazón desbocado, sin importarle que está desnuda-. Porque estoy embarazada.
El silencio cae como un trueno en la habitación, haciendo que el aire se vuelva más pesado.
Alexander la mira fijamente, frunciendo el ceño, incapaz de creerlo.
Katherine jadea, como si le hubieran arrancado el aire de los pulmones.
-¿Qué acabas de decir? -murmura él con un tono frío.
Lya coloca una mano temblorosa sobre su vientre. Era ahora o nunca.
-Voy a tener un hijo tuyo... y es un niño.
Katherine se queda inmóvil. Ella y Alexander nunca habían podido concebir. Y ahora, la otra mujer, la amante, le había dado lo único que siempre había deseado.
-No... eso no es posible -susurra Katherine, negando la realidad, relajándose visiblemente en los brazos de su esposo.
Pero la verdad está justo frente a ella, y el veneno en su mirada se vuelve letal.
-Si crees que te dejaré quedártelo... estás equivocada -la voz de Katherine es letal-. No tendrás nada.
Lya mira a Alexander, buscando algo... cualquier cosa... pero él solo aparta la mirada.
-Vístete y lárgate -fue lo único que dijo.