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Contrato de Amor

Capítulo 4 Corazón frio

Palabras:2466    |    Actualizado en: 25/03/2023

a de su apartamento en Nordelta y

cartera en su hombro y sacaba las llaves para poder ingresar al lobb

ijo de corazón el chofer—. Espero que d

ó con un saludo de su empleado e ingresó al edificio. Subió al elevador y presionó el bot

l Teatro Colón. Luego iremos a cenar y a toma

ngresó a su apartamento. Se quitó los zapatos y caminó descalza por el piso de su hogar. La notificación de la llegada de un mensaje nuevo

tro? Qui

tecleó una

ente te mando un mensaje para

muchacho no s

é para qué pregunto, seguramente ya

Daniel. Vos mism

n, qué es eso del teatro?

ver una ópera, obviamente irás conmigo.

frutos secos, mientras éste seguía sonando, anunciando la llegada de más

s estuve en una f

ir a comer, si fuese por mí comería un choripán(1) en cua

restaurante que usted

da lo

el lugar. Por fa

r, mañana tengo cl

mañana,

olestaba, así que Victoria ya no les mandaba mensajes, pese a lo mucho que los extrañaba, pues sus hijos se habían quejado de que su madre los molestaba mucho. Sumado a esto, Victoria se había enterado de que Geraldine le decía “mamá” a Valeria, la misma muchacha con la que Enrique la había engañado, y que ahora era la nueva pareja de su exmarido. Aunque nunca se habían casado, ella se había autonomb

ado para un fondo común de inversión, destinado para los maravillosos quince años de la muchacha; se preocupó por buscar un vestido bonito y sobrio, un par de zapatos elegantes y mandó a hacer un anillo de oro blanco y diamantes para su hija… Menuda sorpresa recibió cuando se enteró que nunca iba a haber fiesta, ya que todo el dinero destinado a la noche mágica fue usado en el viaje que pensaba regalarle… sólo que Va

desnudó y se metió con cuidado en el agua caliente. Suspiró mientras disfrutaba de las únicas caricias a las que tenía derecho. Apuró la copa de vino hasta dejarla vacía, con cuidado la dejó en el piso, tomó aire y se sumergió por completo en el agua. Pasaron d

a largo y peligroso, así que llamó a un taxi de confianza con tiemp

lló el taxista mientras observaba el hermoso vestido negro que había eleg

a noche como esa, preferiblemente uno de corbata, en colores oscuros. Pero Daniel simplemente no respondía e ignoraba los mensajes, y aunque le dejó varias llamadas perdidas, tampoco respondió. Pero luego de más de una hora, y algunos pesos más

al para un evento así, siendo su elección una combinación de camisa roja con corbata negra y pantalones y sa

? —le preguntó incrédula— ¡Te

o tiene mi estilo —r

ó Victoria, abriendo su cartera de mano y tendiéndole una liga oscura para que se recoja el cabello—. Si tuvi

mente saboreando la jugosa suma de dine

esopló molesto y le quitó la liga de la mano para recogerse el cabello, con tanta fuerza,

eguntó de

s una foto del atuendo que pensás usar así yo lo apruebo o no —le ordenó la mujer. El muchacho volvió a susp

iano ni tenía una cultura tan amplia como la de ella. Pero el muchacho sólo escuchó un tercio de la verborragia, captando sólo las palabras que más le interesaron, como “Japón”, “geisha”, “General”, “engaño” y “muerte”. Final

s? —le pregu

je —respondió

é se había enojado—. Veo que Martín no te dijo nada, esta vez te lo dejo pasar,

ue hacer? ¿Acaso usted

s trabajar para mí espero, no sólo que seas un caballe

a puerta que había cerrado su jefa, pero ésta le hizo un claro gesto con el dedo, indicando que debía descender por la puerta que daba a la calle. Con un re

ra? —preguntó

ó Victoria, tomando

culo. Victoria observó a las brillantes copas rellenas con ese dorado líquido

copa, señor

s tan

mientras murmuraba en voz baja—. Encima de m

o de los visitantes, tomó dos

la copa con una sonrisa y se la llevó a sus labios carmesí.

raba su exmarido, que la miraba divertido. Los ojos celestes de Enrique eran fuego puro, se notaba que había estado entrenando duramente y que los años le habían sentado muy bien, y a juzgar por las a

ompleto a la mocosa a su lado—. Sabés que

dió el hombre, que dirigió sus ojos a

s… —empez

no a Enrique y se la apretó lo más fue

ese gesto le daba a entender a Daniel que no le gustaba ver a su exmujer

nticinco años —respondió Daniel. Enr

or qué estás saliendo con al

ponder, cuando Dan

atrajo hacia él. Con una mano le levantó el mentón y la miró a los ojos. La mujer quedó hipnotizada po

ictoria y se fundieron en un apasionado beso, provocando en ambos una sensación que, hasta ese momento era

s penumbras del placer suspendido entre ambos amantes. Victoria abrió los ojos al sentir cómo los labios de Daniel se

aniel con voz ronca. Victoria asintió varias veces y guio, c

-

ayuda a

io de un pan baguette, se le puede agregar salsa picante o comerlo así nomás. La v

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1 Capítulo 1 Amor clasificado2 Capítulo 2 Tómalo o déjalo3 Capítulo 3 En la ciudad de la furia4 Capítulo 4 Corazón frio5 Capítulo 5 Sombra de ti6 Capítulo 6 Tormenta eléctrica7 Capítulo 7 No empieces ahora8 Capítulo 8 Romeo y Julieta9 Capítulo 9 Corazón inquietante10 Capítulo 10 El gran farsante11 Capítulo 11 Cuando seas grande12 Capítulo 12 ¡Ups! Lo hice otra vez13 Capítulo 13 La canción de cuna de Broadway14 Capítulo 14 Estado mental del imperio15 Capítulo 15 La isla bonita 16 Capítulo 16 Chico de Nueva York17 Capítulo 17 Qué sentimiento18 Capítulo 18 ¿Has conocido a la señorita Jones 19 Capítulo 19 Traje y corbata20 Capítulo 20 La dama de rojo21 Capítulo 21 La forma en la que te ves esta noche22 Capítulo 22 Quiero bailar con alguien23 Capítulo 23 Bailando a la luz de la luna24 Capítulo 24 No te detengas hasta que tengas suficiente25 Capítulo 25 Te llevo bajo mi piel26 Capítulo 26 Magia veneno27 Capítulo 27 No le des chance al odio28 Capítulo 28 Un osito de peluche de Taiwan29 Capítulo 29 Lo siento30 Capítulo 30 Venus31 Capítulo 31 Bella señora32 Capítulo 32 Hermosa, sucia, rica33 Capítulo 33 Mujer de fuego34 Capítulo 34 Se dice de mí35 Capítulo 35 La mirada36 Capítulo 36 El baile de los pobres37 Capítulo 37 Una cerveza38 Capítulo 38 No me arrepiento de este amor39 Capítulo 39 La bomba loca40 Capítulo 40 Asado y fernet41 Capítulo 41 Uno de nosotros42 Capítulo 42 Cada vez que te veo43 Capítulo 43 Flaca44 Capítulo 44 Historia de amor45 Capítulo 45 Amémonos46 Capítulo 46 Bailando en las veredas47 Capítulo 47 Lollipop48 Capítulo 48 Eternamente49 Capítulo 49 Pies descalzos, sueños blancos50 Capítulo 50 Tú si sabes quererme51 Capítulo 51 Me haces tanto bien52 Capítulo 52 Vol. 5353 Capítulo 53 Loba54 Capítulo 54 No te pertenezco55 Capítulo 55 Gracias, siguiente56 Capítulo 56 Mujer libre57 Capítulo 57 Me vuelvo loco por vos58 Capítulo 58 Volarte la cabeza59 Capítulo 59 Talismán60 Capítulo 60 Amárrame61 Capítulo 61 El amor después del amor62 Capítulo 62 Vacación63 Capítulo 63 Del mar64 Capítulo 64 Gordita65 Capítulo 65 Acuarela de Brasil66 Capítulo 66 El canto de la ciudad67 Capítulo 67 Hacerlo sabroso68 Capítulo 68 Deseo ardiente69 Capítulo 69 Mujer peligrosa70 Capítulo 70 Ámame fuerte71 Capítulo 71 El fuego conoce a la gasolina72 Capítulo 72 Carnaval toda la vida73 Capítulo 73 Si la amas74 Capítulo 74 No mientas75 Capítulo 75 Piedad76 Capítulo 76 Corriendo hacia la colina77 Capítulo 77 El mareo78 Capítulo 78 Tú79 Capítulo 79 Las chicas grandes lloran80 Capítulo 80 Imparable81 Capítulo 81 Chau-chau-chau82 Capítulo 82 Debió de haber sido amor83 Capítulo 83 Sin rumbo84 Capítulo 84 Corazón elástico85 Capítulo 85 Lo echamos a suertes86 Capítulo 86 Perdido87 Capítulo 87 Romper mi corazón88 Capítulo 88 Genial89 Capítulo 89 Rio de luna90 Capítulo 90 Después del anochecer91 Capítulo 91 Atado a un sentimiento92 Capítulo 92 Tómame93 Capítulo 93 ¿Qué tiene que ver el amor en eso 94 Capítulo 94 Las de la intuición95 Capítulo 95 Lunes azul96 Capítulo 96 Sal de tu propio camino97 Capítulo 97 Exprésate98 Capítulo 98 Soy cada mujer99 Capítulo 99 Sobreviviente Sobreviviré100 Capítulo 100 Titanio