Redes de olvido

renas. Un periodista narraba las noticias del día anterior mientras Ignacio se sentaba en la cama

con fuerza la toalla. Era como ver de nuevo el accidente aéreo de Alejandra. El recuerdo

l tiempo que se pasaba una mano temblorosa por la cara y sacó el móvil del bolsil

var

cuñado, con evidente preocupación—. El susto me ha robado diez

z de apartar los o

bo de en

nde

istazo po

Marg

que tenías un vuelo pr

nir aquí. —En ese momento, captó la compañía aérea y el número de vuelo cuando el periodista lo rep

ta —masculló Marc

le costaba pensa

ndo v

. Esto va a afectar mucho a Andrea. Pásate a ve

ible que no consig

y o Caracas y haré el resto del tray

mame antes

ré. No

ha y la voz de Nicole, con su sensual

ella en ese momento. Se sentía abrumado por un millar de pensamientos

ban sus esperanzas ni sus sueños. Ni mucho menos quería compartir los suyos con ella. Ni ll

o. Llevaba una toalla demasiado pequeña alrededor de su voluptuoso cuerpo. El agua que

adas de rojo, se le antojaron manchas de sangre sobre la mul

mprender que quería llevárselo de nuevo a la cam

o que

un mohín sensual que resaltó su carnoso labio inferior.

espués del almuerzo. N’était pas par le passé ass

el acento francés cuando trataba de seduci

adora que sea tu oferta,

la esquina, entornó los ojos al

na de sus uñas rojas se deslizó por su torso, descendiendo hasta detenerse

sabía que Nicole acabaría subiéndose

noche. Tengo que c

nos pechos demasiado perfectos, si bien ella j

ue estarías varios

ha surgido algo. Un asunto

os brazos y volv

de c

o lo estaba insultando. La siguió

ré la próxima vez

aracas en el futuro más inmediat

mano, consciente de que se estaba comportando como un capullo

jo con una sonrisa—. Pero lo haré esta vez. Y

especial. Y también sabía que encontraría a alguien con quien pasa

rse los zapatos, deseando acabar el trabajo y volver

e entrada de su casa de Naiguatá. La diferencia horaria lo tenía hecho polvo y estaba