La pasión de Elián

ítu

jos negros con la barbilla apoyada en la palma de la mano derecha no deja de observa el teléfono que no dejaba de sonar, así pasó tres cuartos de horas, hasta que decidió responder, hizo presión en el botón verde, se lleva el celular a la oreja, escucha atento, frunce el entrecejo , gruñe, finaliza la l

El hombre entra a la habitación toma un baño, termina de asearse, afeitarse, se cambia de ropa, deja la habitación con maleta en mano y esta vez con un portafolio rectangular, se despide de la mujer. De camino al aeropuerto hace un par de llamadas, odia la tecnología alegando que son cosas del diablo y para ser una criatura del infierno como se autodenomina eso es mucho que decir, en más

rto Benito Juárez de la ciudad de México hasta el día siguiente, transbordar a su destino final, aprovecha para comprar un celular y así poderse comunicar con su hermano. Decide esperar en la

sonríe, se muerde el labio inferior, se pasa los dedos por los labios, se echa la maleta al

nir aquí, se siente bie

no cambia, la man

estado? . - Un hombre ya de cabel

veo mejor qu

– abre los brazos gi

o mil años a mis ojos no dej

inco ¿lo olvidas? Me quede en cuare

iempos, en es

soy? ¿Un a

a ganar cierro mi boca,

aci

io observando el recorrido, Lorenzo sube, enciende el aire acondicionado e inicia la marcha, el silencio se apodera del lugar en movimiento, el recién llegado enci

? Él fue qu

el trabajo,

por él, con

s afecta, más si nos ha p

oy al co

portantes, ni estas en redes sociales, par

s no han tenido problema alguno

próxima reunión, nos to

chachos para que se

? Pero estamos en pande

á aquí

como el s

uvíscar, después de casi media hora de camino llegan a casa, Elián fue el primero en bajar, hasta donde él se encuentra de p

egó

a llegó s

ueli

fin se puede “deshacer” de todos los pequeños, sus hijos son los siguientes en recibir, dos hombres, dos mujeres, siendo Calix quien le recibe de manera formal, antes de la comida se encierra a piedra y lodo en su habitación con Calix. Cuando esos suceden ya todos en casa saben

trasero, azota la puerta, alza la mirada, gruñe fuerte, se

ntos es cuando

ero no debe enojarse con Calix, está hac

iera haciendo bien su tra

l? – reclama el may

sabido manejar la situación,

, ya llegué

e acerqu

por verlo. ¿Quién de

ega no significa que iré a ca

que no pue

én soy

ecesita

a Delfina qu

sible. El oráculo de

pero esté

ar su mano en tu contra Brisei

irecto de este problema ¿Le s

erte hermanito. - el mayor llega con su padre que sigue callad

– to

ritos. - como respuesta un gruñido- _Te apue

a apostar en m

ue nuestro padre necesit

yo estaba muy a g

que te haría enojar más, las chicas dicen que

apos

o, si a eso te refieres

n sus sirvientes, a ellas no les gusta, es humi

s fueron las que pro

ellas

serviremos

, debo llamar a tus tíos, verlos perde

dolió

mis golp

tá

illo,

a de sonar- Ya me tie

lo que no te i

oncentrarme e

tado notas d

asanos, ya responde llev

no lo

le arrebata el celular-

es? Ponlo

nto el Doctor no lo puede a

ugía es? Llevo tod

. - se escucha un gruñido, eso le gusta a ella frunce el entrecejo

… es sábado mmm…mmm- hablando para

e trabajo de

bre es? De

dices quién eres

n eres. – ella le cuelga, el d

menos este güey ¿Q

lamando, al menos no a esta hor

los queremos

ene doce horas para v

doce horas para ir con él ¿Pu

es que le cu

más es un grosero – entra un mensa

abre el mensaje,

do hasta la madre con este v

ular- “Mañana en la noche en cas

reunión, ya tenemos todo listo, no

ápido la respuesta- ¡

que no era

a!-

ería incapaz de deci

la abraza por el cuello

noviar a

ovios - grit

dar la última ronda y los medicamentos, a

ero mañana en la noche, no lleven

tu y el nunca

yo somos amigos, para l

lega directo a bañarse, su hija ya despierta le prepara desayuno, las dos desayunan juntas, agradece a su papá se van a su

edades, Emilia se va con ellos y se organizan para jugar, los adultos se ponen a platicar, a asar la carne, hacer las salsas, ponen música de banda, sacan las cervezas, así da inicio el convivio. Se llega la hora de serv

raro v

rda

e l

a la m

Vo

voy – dice apurada Secu

y am

mento va a salir detiene el paso y se regresa de golpe, parpadea varias veces al ver parado a un hombre alto con cara de pocos amigos. Él hombre la ve enojado, clava la mirada en ella, se acerca intimidantemente, le va a tomar de

rón ! – grita asustada, el hombre va d

los, es mi hermano mayor, Elián ¿Qué haces

ti, ella me golpeo – señala a Se

isar, me ves feo, quien sabe

ar por mi hermano

ia! – ignorand

s nos

emos chamacos,

su pantalón-_ Vamos a caminar a el periférico de ahí vamos a tomar taxi, así que

más? – pregunta Darío- _Ya te

¿Qué la lleve a su casa?

opo inmortal líder de su manada, del clan y la familia, se lo mer

vo miedo, por lo contrario, se llenó de valor, pude olerlo, ¿Hm? fue una extraña mezcla de

una mortal pudi

ido, nadie va

que quiero mucho a esa mujer,

areja, he venido para

nada como “ella” pero debes

pideces, dame las l

espero recuerd

semi oscura - _ Mamá ahor

me asusto mucho,

te dis

– el automóvil rojo de Darío hace alto

n muy

axi, por cierto, no fue mi intención golp

n poco

un taxi! – le hace señ

e quedó a gusto que se fueran de la fiesta

e nos juntamos Emi y

n las

piensa se sube al carro- _á

ríe, le abre la puerta, ella sube, saca de la guantera un dulce de tam

sos pies

i m

i fuera tuyo - se acerca a ella olfatea su ondulado cabell

do a Elian-_ Ojalá mi papá Darío fuera n

tu lugar. No, no somos nada

pá Da

adopte co

volante, se va a poner en mar

cha, después a la izqui

e mueve en su lugar tratando de disimular lo que le pasa. Un aullido lo hace olvidarse de la situación, gira un poco la cabeza a su