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En las frias tardes de otoño

Capítulo 4 La única verdad es que quería

Palabras:2296    |    Actualizado en: 13/04/2022

una sartén, comenzando

? – pregunté

- el

lto, observando atentamen

cocinar? -

mi la comida es co

con un grito. Pronto se apagó la luz y todo quedó oscuro. Sentí que se me salía el corazón del pecho. Las llamas de

stás

baja. – Yo… odio la

naré la cena. - Di

bien. Me encogí de hombros,

ue ese hombre no pensara que me estaba arrojando literalmente sobre él, porque solo tenía miedo... Muc

lda, acurrucándome contra él. Olía increíblemente

mblando. – obser

mucho miedo

ese camino, solo,

no antes del anochecer... La lluvia se i

completamente entregada a ese beso envolvente y enloquecedor. Al principio traté de no devolverle el beso, pero cuando me di cuenta estaba completamente concentrada en sentir su lengua dentro de mi boca, consumiendo mis labios con avaricia. Nunca había recibido un beso así en mi vida. Era un hombre experimentado, diferente a cualquier otro chico que me hubiera tocado alguna vez. Puse mis manos sobre su cabeza, sintiendo su fino cabello en mis

tenido en toda mi vida. Si el acto sexual final fuera mejor que eso, no creo que pudiera soportarlo y morirme de placer. ¿Cómo había pasado tanto tiempo sin sentir esas sensaciones que mi cuerpo podía producir con el mero roce de un hombre? Arqueé mi cuerpo hacia atrás, dejando que su lengua y sus manos jugaran por todo mi cuerpo. De repente se detuvo. No podía verlo en la oscuridad. Estaba completamente desnuda en la cocina de un extraño. Me levantó como si no pesara nada y me cargó a través de la habitación, subiendo las escaleras con mi cuerpo pegado al suyo, llevándome suavemente. Abrió la puerta y me sentó en la cama blanda. Se acostó encima de mí y volvió a besarme diferente a como me besaba antes. Sentí menos codicia... Fue más lento, saboreando mis labios con más calma. Empecé a desabotonar su camisa tranquilamente. Yo no era hábil en estos asuntos, pero al mismo tiempo no quería que pensara que era mi primera vez. Sí... Estaba decidida a entregarme a ese desconocido y perder la virginidad en esa loca noche de puro placer. Soltó mis labios y rasgó su camisa con fuerza. No podía verlo, pero estaba bastante seguro de que se había roto. Rápidamente se quitó los panta

a mía. Dios, ¿qué había sido eso? ¿Podemos repetir? Volteamos nuestros rostros

é fue

un hombre completamente extraño que había conocido hacía poco más de una hora. Yo, Megan Miller, la chica más re

res tú? -

la atropelló.

opellaste... - Mi cuerpo

i mejilla, acarici

es tu

Me

, Meg. Creo que ahora pue

ser...

qué hacer o decir. Ella era completamente inexperta y no que

untó poniéndose de pie y señalando

riéndome, dirigiéndome a la puerta del

enta de esto? ¡Qué estúpido había sido! Metí la cabeza bajo el agua, intentando que ese desliz no eclipsara el maravilloso momento que había vivido. Entonces me preocuparía por eso. Cuando

s puta

y me sonrojé. No puedo creer que eso haya pas

exactamente? pregun

voz débil. – ¿Crees que a

ginidad. ¿Y qué? ¿Por qué le importaba eso?

puerta del dormitorio, regr

os que usas a

puesto que no... ¿Por qué una

ara con las

usas... ¿T

uso. - Confesé

e alguien te mandó... Y que

... - dije confundida. ¿Quién

carse mucho a

Por

que estas

regaste a mí? Ust

a inventar un millón de cosas para ti, pe

con ojos

jor para ti, puedes llevarme ahora. - dije sintiendo ganas de llorar, pero respir

bservé su cuerpo desnudo, vistiendo solo sus pantalones. Casi quería quitarle la ropa

opa? Pregunté en voz baja, si

ces me sentí aún más impotente con ese gesto suyo

iento,

ro ir. -

es seguro salir por estas carreteras horribles en Noriah.

nocido. Solo necesito mis piernas.

ue tras de mí. Recogí mi ropa del piso de la cocina y la vestí rápidamente.

hora en prisión falsa?

dejaré s

era exactamente lo qu

No quise ser

me digas me hará

mochila? pregunt

cia la puerta, la abrí y salí sin mirar atrás. Llovía mucho y la calle estaba demasiado o

y salí a la carretera. En poco tiempo esta

s a cas

ede ser una broma. Esa es

me levantó y me puso sobre su

oy a gritar. Y di que

uieras. - el dice. – Realment

enía frío. Ese hombre era fuerte y habilidoso y en unos minutos estaba

hacer

tengo

lo que me di

miné. - ¿Por qué hiciste eso? Y en

o no soy culpable. Eso fue..

er inmaduro ante ese hombre. Lo mi

dvertirte sobre no

n. - el habló. - Vamos, t

mpapado. Si no hubiera querido, no habría t

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1 Capítulo 1 Rico de la noche a la mañana2 Capítulo 2 Hermoso y misterioso Axel Collins3 Capítulo 3 El loco que me atropelló4 Capítulo 4 La única verdad es que quería5 Capítulo 5 ¿Contamos con la suerte 6 Capítulo 6 Sentirse abandonado7 Capítulo 7 Extraño8 Capítulo 8 ¿Puedo ayudarte 9 Capítulo 9 Axel Collins10 Capítulo 10 Date una oportunidad, Meg11 Capítulo 11 Megan y Axel12 Capítulo 12 El guardia de seguridad13 Capítulo 13 ¿Diversión o perversión 14 Capítulo 14 ¿Pagaste por ello 15 Capítulo 15 Collins X Miller16 Capítulo 16 Mansión Collins17 Capítulo 17 Amanda Collins18 Capítulo 18 Mi esposo19 Capítulo 19 Luau20 Capítulo 20 Noah Collins21 Capítulo 21 Extraño... quiero decir, Noah22 Capítulo 22 Axel Collins es un desconocido23 Capítulo 23 Noah Collins es mi obsesión24 Capítulo 24 ¿Te casaste con Noah o con Axel 25 Capítulo 25 Michelle Miller26 Capítulo 26 Este matrimonio es una farsa27 Capítulo 27 Noah Y Axel28 Capítulo 28 ¡No soy Axel, soy Noah!29 Capítulo 29 Típico día de otoño30 Capítulo 30 Mira quién vino a almorzar31 Capítulo 31 El juego32 Capítulo 32 Desafío33 Capítulo 33 ¿Sabes cuánto tiempo esperé por esto 34 Capítulo 34 ¿Qué me provoca Noah Collins 35 Capítulo 35 No te conformes con menos de lo que mereces36 Capítulo 36 Martin Collins37 Capítulo 37 Merezco ser feliz38 Capítulo 38 Megan Y Noah39 Capítulo 39 Haz lo que quieras conmigo40 Capítulo 40 Dulce Meg41 Capítulo 41 Meg, te necesito42 Capítulo 42 La propuesta43 Capítulo 43 Axel es mío44 Capítulo 44 No te conozco, Meg Miller45 Capítulo 45 Me destrozaste el corazón46 Capítulo 46 NOAH COLLINS47 Capítulo 47 Martina Miller48 Capítulo 48 ¡No juegues, Axel!49 Capítulo 49 La verdad50 Capítulo 50 Una mujer libre51 Capítulo 51 ¿Estás bien, Meg 52 Capítulo 52 Nunca volveré a estar solo53 Capítulo 53 Prácticas54 Capítulo 54 Pregunta por Axel55 Capítulo 55 La invasión56 Capítulo 56 Éres sórdido57 Capítulo 57 Mamá y papá se comprometieron58 Capítulo 58 Te ves horrible59 Capítulo 59 Tres compañeros60 Capítulo 60 Tú, Collins, eres tóxico61 Capítulo 61 Los Collins son ninfómanos62 Capítulo 62 Piso 2063 Capítulo 63 Un nuevo chantaje64 Capítulo 64 Solo quiero el baile65 Capítulo 65 Tiempo66 Capítulo 66 ¡Protesto!67 Capítulo 67 Lo siento, error68 Capítulo 68 Di la verdad69 Capítulo 69 Quiero conocerla70 Capítulo 70 ¿Qué diablos es esto 71 Capítulo 71 Menos de cinco minutos72 Capítulo 72 Mi esposa73 Capítulo 73 Llévame lejos74 Capítulo 74 Noticias del día de Noriah Sul75 Capítulo 75 En la casa76 Capítulo 76 Tengo miedo77 Capítulo 77 ¿De verdad crees que te saldrás con la tuya 78 Capítulo 78 ¿Nunca volveremos a ser “los dos” 79 Capítulo 79 ¡No tolero las ofensas, Noah Collins!80 Capítulo 80 Dulce M.81 Capítulo 81 Chef Meg82 Capítulo 82 Tristes noticias83 Capítulo 83 Esta regla no se aplica a mi hija84 Capítulo 84 El presente85 Capítulo 85 Es la vida real Noah86 Capítulo 86 Un acto de caridad87 Capítulo 87 Me ofreciste minutos invaluables88 Capítulo 88 Antonella Edwards89 Capítulo 89 ¿Qué haces aquí 90 Capítulo 90 Culpa91 Capítulo 91 Yo... acepto92 Capítulo 92 En una fría tarde de otoño