Seducido por el

ión, no la seguiría. Estoy cansado de quedarme parado y dejar que las cosas sucedan a mi alrededor. Necesito información, si no, me vuelvo loco. “Creo que sí”, respondo. “Vamos a buscar a Liam

il y asegurarme de que esté bien. - Eso no importa. ¿Tú lo viste a él? ¿Como esta? Sus ojos se fjan en mí. Parece indeciso sobre lo que me va a decir, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para no lastimarme, pero no las encuentra. Esto no es bueno. A pesar de tener el pecho lleno de esperanza, las cosas no parecen muy optimistas. Hace que mi corazón se apriete en mi pecho. "Puedes decirme la verdad, Liam", murmuro. “Todavía no lo sé, Jenny. Neil fue enviado a la sala de operaciones. El accidente fue grave. Estaba sin asiento de seguridad y fue arrojado contra la puerta. Tiene un gran corte en la cabeza y se rompió una pierna. Mi mano salta a mi garganta mientras imagino la escena. Terribles recuerdos vienen a mi mente abrumadoramente. Un accidente de coche había cambiado mi vida y otro accidente podría marcarla para siempre. La vida no puede ser tan cruel dos veces de la misma manera, ¿verdad? No puedo y no aceptaré esto. "Pero está vivo, ¿no?" - pregunto angustiada - ¿Todo va a salir bien? “No lo sabré hasta que el médico se vaya”, dice frustrado, “para ser honesto. La situación no era buena cuando llegó. Parece que hubo un traumatismo craneoencefálico, aún no se sabe qué tan grave es. “Es mi culpa”, lloro desolada, “si no lo hubiera enviado lejos… ” “No tienes que sentirte culpable, Jenny”, suspira Liam Culparte por todo no conduce a nada, solo a más angustias y desacuerdos. Tiene razón en eso. Debería haber visto a un médico hace mucho tiempo. Neil ya había comentado que había ido a terapia para aprender a lidiar con Sophia y su pasado. Esto explica el hecho de que él es más equilibrado y sensato que yo. Al menos hasta que me conociste. Hice lo que ni Sophia ni Nathan hicieron juntos. Arruiné tu mente y destruí tu corazón. Fueron innumerables las veces que me pidió que no olvidara cuánto me amaba como un presagio y cuando más me necesitaba le había dado la espalda. Si estaba sintiendo la mitad de mi dolor cuando subió a e