El poder de la seducción

ntiendo que mi cor

nunca

. “Dime que estoy equivoca

mandatos. Habían pasado cuatro años desde que tuve vi y ahora que nos co

qué de

placer tenerlo con nos

res se acercó, pero fue

a resolver un problema personal y pro

sintió y se fue. Cuando por

s dos mujeres —s

onrisa más hermosa que había visto e

ente, sonrí

aminé hacia él. n

ensión que se había apoder

r amiga, Elaine, quien simplemente bajó la c

que solo tenía ojos para el gato. S

te llamas?" De repente l

soltar al gato. Primero miró a su madre, quie

ejando escapar una especie

s fe

éndome sonríe de nuevo. — Mira mi gati

o y le acaricié la cabeza. del

cia un lado y, se volvió hacia

el nombr

hondo, parecía

ndola a los ojos. En el Al principio, termin

vez. No es necesario decir nada, porque sentía

ui llevado por un torbellino de senti

. La mujer que más amé toda mi v

re soñé con un reencuentro, pero no de esa form

que podría neg

ni un solo día

igo que he cambiado, estaré mintiendo, pero lo haría cualquier cosa por ten

Dinda? — Elaine rápidamente

to tambi

endo con la cabeza, mient

labios, mirándome. Tú sus ojos estaban

ar s

eé, casi perdiendo la cabeza. ai

hondo y baj

rá eso en tu vida?" Levantó

spondí sin

te en averiguar si

e buscara nunca más. Respeté tu de

doselo a la boca, antes de morderlo. - Si tan solo supiera eso estaba e

semanas y decidí no decírtelo..." respondió ella

malo?" Fru

malo. - ¿Está por ahí? asintió con la

fami

tus hijos…" Sonreí

ué

con todo. Ella o

dose las lágrimas. “De todos

beza, trag

ros. LOS mi codicia destruyó lo que teníamos. si y

o, escondiendo que tenemos un hijo, fue

s corren por mi rost

tener que ordenar una

spu

un suspiro. poco aire, apuntando al techo. "Aún así

espuesta y asent

ent

y después de encontrar mi mirada se desvió ráp

ica razón por la que estamos

e mi corazón se apretaba, como a

Matteo proporcione todo lo que necesitan y

esitamo

o

de él?" Yo pregun

a hacer pregun

ara res

beza y la miré d

nos vimos en las pupilas del otro

a mujer que amo ya no me quiere. La mujer que amo es la madre. d

o abrazar y sost

s lo que me costó? Se fue, yo no quiero.

cer lejos de mi hi

Ma

Él se

determiné y sin demora avancé hacia la

na bomba de relojería, a punto de explot

cerré la puerta, grité más fuerte.

de rodillas en el suelo. Yo estaba borracho, con sentimientos que parecía

é la cara con ambas manos, apoyando

TULO

ENÉLO

s había llegado. En todas las formas

el contrario, yo imaginé algo programado,

reer que sería posible evitar ese encuentro, pero lo que

tengo el

ento en que A

io y se turnaron para mirar entre

aba ya no había forma de escapar del pasado, porque ha

xnovio se lanzó a nuestra dirección y

a nosotros, su atención se dirigió a si todo Adriel

ndose en los ojos y en la sonrisa de un

o a una paz. inconmensurable. Tal v

i hijo de la ausencia de

n repentina, porque no podía i