Un Amor Tan Intenso

s próspero y la familia que tenía el monopolio de este mineral, no podía contar con mejor apellido que los representarán, "los Fortunato", es

onsiderado y justo con sus trabajadores, todos decían que esto era debido a su juventud, ya que se ha quedado a carg

Mariana cargaba una olla con leche para traspa

arás tropezar — dice Mariana a su pequeñ

udarte mamá — re

iente olla, otras muchachas en la cocina l

a — respondía Mariana a su hija, con notorio

de realizar sus funciones para escuchar que necesitaba, pero ella dirige su atenc

ta esta niña

en el delantal para hab

tina está enferma y la abuela Betty no quiere quedarse con

s a este lugar — responde de manera severa el ama de llaves — si al final del d

la niña se comportará, se lo aseg

ra dándole una mirada fría a l

ando como un reloj. Su seriedad no correspondía con su hermoso y agradable rostro, de grandes ojos color azul

la granja de esta familia. Tenían 3 hijos, el mayor José, de 8 años, Amelia de 6 años, Benjamín d

a en la esquina, hasta que ve asomarse a un niño bien vestido, como de su edad, de cabello oscuro y grandes ojos azules, que la miraba por

— anuncia Amelia, tomand

ya que estaba atareada cortando rápidamente la le

que se asoma y le indica co

uedo ir c

asiado y no llenes tu ropa de tier

so lugar, todo era grande y con lindas decoraciones, muy distinta a la humilde casa en la que vivía con sus

— le pregunta el niño qui

cabeza y lo sigue a do

te llamas? —

y tú ¿Cómo

Am

visto, lleno de hermosos juguetes y ahora tenía un dilema en donde no sabía cuál tomar primero, pero le llamo la atención un arlequ

ballo de felpa y

ara que pue

correr o el león se comerá al muñeco. Pronto los niños inventaron una historia para jugar, lo que les

a, al hacer saltar unas ranas de papel que había

es mejor — dice con orgull

mía no que

mucho papel de colores que

ijo que no me fuera lejos — respon

más animales de pape

edes llevar a la cocina

por los pasillos, bajan por las escaleras hasta q

— dice Víctor despidién

cocina. Su madre estaba terminando de sacar unos bizcochos del

u tierra de fantasías y me dijo que va a

eír al escuchar a su

está niña ¿No te m

o jugar mañana

tará todo bien — Ella creía que había salido a los patios y jugaba