PUREZA 3. LAS DULCES ATADURAS DEL AMOR
pequeños hijos, Eric junto a Jade y sus pequeños; se tiró en el pasto del jardín al recordar el dolor que podía sentir Rania en el momento qu
se encogió de hombros – porque necesitas una amiga y yo puedo ser una muy buena amiga – respondió ella mientras sacaba una pequeña caja de comida china de la bolsa y él negó con la cabeza – no necesito nada – regaño de nuevo Luka y ella entró a la habitación - ¿es en serio? No tendiste la cama – reprendió ella desde la habitación y él entro tras ella sacándola de allí - ¿no crees que quiero estar solo? – interrogo Luka y
uro que podría rastrearlo; tomo la tarjeta y sonrió al leerla "Lucie Texier Costa, su tra
ermano tomara, porque estaba seguro que necesitaban reconciliarse con su propia conciencia al creer que le habían fallado como familia; cada día, Ethan miraba la carta que Luka le había dejado y la guardó en su mesa de noche, estaba confundido con la confianza que Luka había depositado en él al dejar en sus manos todos sus negocios y el cuidado de su hermana
ada día los alimentos por parte de la irreverente jovencita – necesito ir a un lugar esta tarde – pidió Luka mirando a la joven servirle el desayuno que llevaba para él, Lucie sonrió asintiendo, Luka explico el lugar y la hora en la que
as haciendo esto, de verdad, quiero estar solo – murmuro Luka sentado frente a su plato – solo soy un fantasma que rondará por aquí por si me necesitas –
que Luka esperó en la entrada consultando su reloj por unos minutos, hablo con un hombre quien in
regalaron la ropa? – escucho la curiosa pregunta de la joven y busco su mirada en el retrovisor – no vi que pagaras por ella – aclaro Lucie y Luka suspiro – algo así – respondió él vol
ar a esa joven de su vida para evitar hacerle daño como pensaba; se dejó caer su cama pensando en los lugares donde debía ir; recordó a una mujer a la que llamaba tía aunque solo fuera la amiga de infancia de su madre y
s manos; aquel oso movía sus caderas al compás de la música que parecía salir de su boca – ¿cómo apago esto? – inquirió Luka mirando aquel artefacto – ¡presiona su oreja derecha! – grito Lucie desde fuera de su habitación, Luka obedeció el consejo de la joven silenciando el oso y salió de prisa, intento reprenderla, pero
e había dejado sobre la mesa, sacó el desayuno que llevaba para él y sintió la presión e
mesa y Luka corrió a ella, sintiendo la culpa por haberla lastimado - ¿estás bien? – inquirió Luka tomándola con delicadeza del brazo antes que saliera, los ojos estaban notablemente rojos y la mirada estaba apagada - ¿ahora te preocupo? – pregunto ella con ironía liberando el agarre – come, no dejes que se enfríe – sugirió ella intentando abrir la puerta
de verla y saber lo que ocurría, pero ella nunca salió; regreso a su casa, desde la habitación escuchó la puerta abrirse y salió de prisa esperando encontrarse con Lucie – Hola – saludo Sandrine sacando la comida
sirvo – ofreció Luka tomando la bolsa y ella camino hacia la puerta, pero un extraño golpe llamó la atención de Luka quien siguió el sonido y la encontró acurrucada en el suelo con la mano apoyada en la pared con dificultad para respirar – Lucie, ¿Qué te pasa? – interrogó él angustiado, la levanto
grito él recibiéndola en sus brazos y corrió hacia el interior de la casa, dejando a Luka en la puerta – ¿qué le paso? – pregunto Luka al ver a Sandrine acercarse a la puerta – ella sa
rmuró Sandrine y Luka estaba inexpresivo mirando cómo se sentaron junto a él; hasta ese momento él no era amigo de esa joven y siempre la intentaba alejar - ¿está bien? –
– no te desharás de mi tan fácil – bromeo la joven guiñándole el ojo enseñando con su mano el desayuno sobre la mesa – debo ir a trabajar, cuídate – se des
sar un poco en las cosas que necesitaba hacer. La joven llegó a casa y Luka estaba listo para salir; ella lo miró de pies a cabeza y abrió los ojos sorprendida con lo apuesto que se veía con el jean negro ajustado, una camisa manga larga blanca ajusta