Dos Extraños
AS
eptiemb
nica, Ca
anto ha luchado por esta oportunidad y si hay algo que admiro de él es su manera de luchar por sus sueños,
te, la cual es mañana, mientras que me acomodo mejor en mi cama y
ctamente que no sucederá, cuando un ruido extraño proveniente de la ventana me distrae y al vol
ada y me pongo de pie para
n tus padres y me vendrán a matar. —me
me de el para ir hacia la puerta y la cierro con llave. —En menos de tres meses cumplo los 18. —le recuer
í me encanta que lo haga—Hanna Mercier, que es lo que hare contigo... —vue
y sin dudarlo ni un solo minuto y cuel
e mira y ese rostro que me parecen tan sexy y ni hablar de su voz ro
pregunto
osición? —cuest
eguntarme en este momento, esta era una de esas que no esperaba ——¿De verdad? ¿Me tienes semides
sus nervios a punta de besos que de a poco se van transformando en caricias que hacen que nos desnudemos el uno al otro, y de esas caricias nacen
manos. Él ha sido quien me ha inmerso en este mundo del placer y ahora no sé cómo contener tod
ojos y solo puedo dejarme llevar con él a ese sitio tan maravillo
quita el condón y se acomoda a mi lado. —Me encanta tenerte así. —c
, ¿acaso he dicho algo malo? — ¿Qué sucede? — pregunto sentándome a s
dad de arte de Hamburgo. Viajo a Alemania pasado mañana. —
e se me ocurre respon
mo era esto, ¿no? —
s, sin títul
mina de deci
r mi ropa. —Creí que irías a hacer el master a alguna
eca, si no la oportunidad de exponer mucho más. Tú sabes cuánto tuve que luchar por esta primera expos
or y es por eso ni mis padres ni los tuyos se han enterado de nada de todo esto. — digo intentando hacerme
edad y la niñita consentida de la fam
algo a su familia es porque sabemos perfectamente que no qu
romance" pasajero… o de verano… o com
es de los 18 y bueno... tú has sido el primero, así que tampoco te preocupes tanto. No me quedare llorando aquí por ti, ahor
siendo amigos.
a vete que en cualquier momento suben mis padres a su habitación y no quiero que te escuchen aquí, chao. —insisto y sé que quizás esta sea la última vez que
osición. — me dice una vez que sale
la ventana sabiendo que probablemente no