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La guardiana de un millonario

Capítulo 2 Una misión suicida

Palabras:3529    |    Actualizado en: 19/06/2021

s, haría el juego de atrapa al ratón, haciéndose pasar por una mujer inofensiva y despreocupada, una vez que estuviese en la guarida vería la manera de estar a solas con el hombre para someterle y man

las mujeres, si esa noche ella no estuviese vigilando ese sector su amiga estaría muerta, no dudó ni un segundo antes de disparar, le dio justo en la cabeza, el hombre cayó sin vida en el concreto, nunca olvidaría esa escena, fue su primer disparo mortal, bueno el hombre sin duda lo merecía, pero aun así ella había sentido la perdida humana, su madre le había dicho que era comprensible, pero que los malos no debían ser recordados, que pensara siempre en las vidas

s? — espet

, ella le abrió la pue

o dormida, Carmen traía una bandej

urones fueron vistos dirigiéndose hacia aquí en un auto, ya son

para no enviar a Celeste? — preguntó tomando la ta

na sobredosis esta semana

a excus

ra vez, así que no

— agregó y

tado algo las

a, más de una te debe favores y las

epararé, bajaré

deja en una mesita antes d

que concentrarse para evocar a su personaje, cuando cruzara esa puerta ya no sería Sophie Gates la súper agente, sería Kate la viciada que se prostituía por drogas, cambió su postura de persona confiada a una indecisa, abrió la puerta y bajó tropezando por

en condiciones de atender a su jefe — el hombre sonrió al ver a

l jefe le gu

roína y hará cualquier cosa para satisfacerl

odos sus músculos para parecer frágil e indefensa, fue arrastrada h

ntaban manosear a Sophie— saben que no le gusta que toquen su merca

jeron al tiempo que la metía

arida, estaba en la zona portuaria, en un viejo galpón abandonado, estaba marcado para demolición, con razón la policía nunca había dado con el paradero de la banda, estaban protegidos en un terreno privado de una compañía extranjera que acababa de ingresar en el mercado nacional. La bajaron dando brincos observó que había al menos 7 hombres apostados alreded

perra!, el jefe n

el golpe que se dio contra un mueble que estaba al costado de la pue

ncluso para protestar — éste

mo de la habitación, todos sus sentidos se pusieron en alerta, en ese i

rer la habitación lentamente, el lugar era asqueroso, estaba lleno d

o el maldito nombre!, pero a quién diablo

to una pistola semiautomática en su cintura, el muy tonto estaba seguro de que ella era manejable, empezó a balancearse y tocarse los pechos para provocarle, eso le animó y se levantó de la silla para acercarse, apretó con su mano derecha la pistola para indicar

ecesito? — intentó

saquito de heroína, luego la puso en s

igió como una v

menazaba indirectamente con el arma que traía en la cin

que necesito — insistió desesperada ,

ncentivo visual para ceder, entonces

?, pensé que te tomar

mortal, se acercó más a ella distraído por los muslos que estaba acariciando y con la otra mano que antes estaba sujetando el arma le tocó uno de los pechos, no tuvo tiempo de responder a su pregunta, ella le sacó e

ómo…

a en su cabeza – yo que tu mantendría mi boc

quieres

to… ahora tú y y

aré mald

— le dijo instantes antes de presiona

de la zona de riesgo, llaveó la puerta luego pronunc

ya está

hora de bañarse pensó, escuchó un montón de disparos, alguien intentó abr

disparando, ¡es la maldi

n la puntería y la bala fue a para en la pared de la habitación, segundos después oyó otr

ejado — gritó el com

— conf

la masacre, se giró

ente y desarmado solo hay que colo

… Carlson o

í se

burló de él Sophie, como estaba a

acarle algo? —

eció más prudente inmovilizar

bajo, hasta yo pensé

moda y agregó para cambiar de te

y mucho

si ve lo que le pasó a sus homb

ituación — espetó el comandante al tiempo que le daba una pa

acias

tes lo interrogará aquí

r una silla y arrastrarla hasta afuera de la vieja ofici

áelo

espetó éste cuando se acercó a ella

jo ser una maldita —

a a interrogar pero no despertaba, entonces le dio un g

tita p

te conviene estar quieto y accesible, solo mira a tu

haber eliminado a tantos hombres?, pero

mo lo hice, es muy s

alda surgieron de la nada ante sus ojo

cortaré en pedazos y se lo daré a los perros para que coman tu carne inmunda — ella

no le daré a los perros, te lo daré a ti para que comas tus propias partes — lo amena

didos, el único que mostró una reacción fue Carlson, que estaba sonriend

sin rodeos no te lastimaré y te mandaré a la cárcel por tráfico de drogas, pero si no colaboras

lla haciéndolo caer de frente contra el piso, se aplastó la cara y se rompió la nariz, esta vez brotó mucha

do por primera vez, pudo verlo en sus ojos , el

— agregó tranquilamente — ¡me

ía un socio, una persona misteriosa que orquestaba todos los planes y daba órdenes desde las sombras. Sophie fue a casa para darse un merecido baño antes de continuar con la

e casi de rompi

iempo recuperarse lo suficiente

empo estará

nos 25 años, resulta que sus huellas coinciden

rar esta noche, hoy bebidas gratis para t

ste por perder

s, hace tiempo que quiero d

e mi misión haya servido

es que he querido u

iosa, pero no eres una manipula

un ángel

gel de la mu

ador, como una guardiana

z me pesa menos mat

merecen? — le es

me estoy volviendo

ienes el corazón puro

soy un

por el bien de los demás, tu con

ar sola a la guarida del lobo, pero ella no podía dejarlo así, hoy se había enterado de que la persona que mandó matar a su colega era el socio del jefe de la banda de tiburones, podría estar cara a cara con el animal que había dejado a dos niñas sin padre, mirar a los ojos de esas pequeña

r, el socio del que no sabían mucho era sin duda el cerebro de la operación, esperaban atraparlo con las manos

e dirigían a la frontera, los pararon y estaban vacíos, creo que son los que buscaran l

nen la

asó el info

iradores apostados en los techos de esos edificios paralelos, l

le había dado pase libre para hacer lo qu

francotiradores avistó dos camiones que

n, conducen a unos 100k/h están a unos dos kilómetros aguardo inst

spondió antes de mirar a su comandante — Están

puestos, Gates quiero que estés en la última línea de ataq

le de largo alcance, se dirigió a unos ciento cincuenta metros de distancia de la primera líne

cionar a los disparos que recibían, los francotiradores dispararon pero no eran suficientes para detener 2 camiones que cruzaron sin ningún problema por la barricada policial gracias a la distracción causada por los dos vehículos blindados. Sophie vio con horror como sus compañeros eran acribillados sin ninguna misericordia, no tenía opción todo estaba en sus manos ahora, estaba sola y sin ningún plan específico, jamás

mo que dijo antes de que apretará el

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