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Destinos entrelazados: Persiguiendo un amor que nunca fue para mí
Autor: Samantha Reed Género: ModernoDestinos entrelazados: Persiguiendo un amor que nunca fue para mí
e quedó d
. Sus rostros eran tan similares que nadie, ni siquiera
lo que le decían. Sin decir una palabra, se desabrochó
aste de Cristóbal? Déjame recordarte, Rosanna, que simplemente estás reemplazán
pecho de Rosanna. "No es l
al retumbó desde el pasillo,
ió y terminó la ll
aste?", preguntó
rabajo con una colega
trante. "Cada minuto de tu tiempo me perten
ró a que el rubor de su cuello y brazos desapa
on de inmediato en su cuello desnudo y luego se deslizaron hacia
collar. ¿Por qué lo dejaste a un
mirada mientras busc
rso en un mundo de malentendidos y verdades
bió como su primer amor, una mujer a la que había admirado desde lejos,
sar, lo primero que hizo fue presentarse
asado con la mujer que siempre
en realidad terminaba siendo entregada a Rosanna. Esto intensificó aún más e
poso amoroso, lo que hacía que la carga de s
nna sintió que finalmente era hora de ser hone
había empeorado drásticamente. El médico le había advertido que se necesitaría más dinero para la siguiente cirugía. Si revelaba todo ahor
na pequeña sonrisa y dijo: "Noté una gri
amatista hasta que descubrió la fina fractura en la superficie. La expresi
orprendida por el cambio repentino. Era muy r
óbal, antes de apartars
r tan descuidados con las joyas de mi esposa? ¡Es una negligencia grave! ¡Quier
dida por la exigencia: "¿Se refiere
y cada una. Háganlo de inmediato. No
a la había asustado, suavizó el t
ver sus emociones, pero cuando lo empujab
a a quienes lo traicionaban, y na
mplacable hacia ella? Ahora llevaba su anillo, pero ¿por cuánto tiempo podría mantener su lug
esos pensamient
tóbal reapareció
s se molestó en cocinar. En su lugar, pidieron comida para llevar y
sereno de nuevo. Con poco cuidado, tiró el collar a la basura y se acercó a
primero que se le vino a la mente, respondió sin pensar mucho, intentando cambiar
, y sus facciones se suav
olo el suave brillo de la lámpara de la mesita de noche. Justo como ca
tan fácilmente. Se quedó despierta mucho des
nte, Rosanna se di
e los médicos podían ofrecer eran más rondas de quimi
na sintiéndose impotente. Si tan solo tu
vo en la puerta, notando que todavía estaba dormida. Su madre dormía, pero
ño caía en ondas perfectas, distinguiéndola de Rosanna a pesar de sus rasgos idénticos. Las ricas notas de s
. "¿Yolanda? No esperaba verte
antes. Incluso después de que accedió a pagar los trat
ó de su asiento. "Este no es el lugar adecuado para