Mi CEO Dominante
e no estaba acostumbrada a beber muc
. Después de unos minutos, decidió que tend
ría haber jurado que escuchó un gemido. Acercó la o
or favor! ¡Chicos
parejas decidían aliviar otras necesidades en lo
esconsiderados!
bia alta y bonita con el lápiz labial corrido salió y se pasó los dedos
mujer y pasó junto a Vashti, d
ensó Vashti, ha
año, cuando se encontró cara a cara con aquel
¡no es
las manos en los bolsillos del
, mirándola de arriba abajo con una sonris
iraba con la boca ligeramente abierta. Ella
tas insinuar-ella le devo
a su alrededor, antes de posar su
. Si tienes tantas ganas de follar, dilo. N
esta vez sin creer lo
serlo. ¡Porque por tu culpa me despidieron! Y ni si
y el hombre arqueó las
e con mi amiga, ¡que conoce gente que trabaja aquí! Este es el club que visitamos normalmente. ¡Y solo vine aquí porque necesitaba a
o debería hablar
El hombre había sido un completo idiota e incluso quisquilloso para que Vashti perdiera su trabajo. ¡Ella apostar
evó al baño y cerró la puerta. Ella sintió su espalda golpear la superficie de mader
por encima de la cabeza con solo una de las suyas, que era enorm
que había pasado el día atormentando su ingenio. La rodilla del hombre se interpuso entre las piernas de Vashti,
diatamente, sino poco a poco, dejando que sus manos bajaran. Sostuvo uno de ellos
os ligeramente hinchados y su respiración e
e. Vashti miró al hombre. Tenía el cabello impecable, su rostro est
a casa, o mañana llegarás
do que su cerebro todavía no vol
jo él y le dio un rápido beso en el cuello, hacie
abía arruinado el día no era un chismoso, ¡era el propio j
ando? ¡Me despidier
a por la cintura, la movió hacia u
s-el apuesto hombre le guiñó un ojo y salió por
as de gelatina, pero logró salir del baño y dir
lugar terminaron por disimularlo, pero en cuanto Vashti se acercó un poco más, lo vio. Los la
dio cuenta y c
Vashti, quien no respondió. Parecía un poco asustada. La sonris
omo una leona dispuesta a proteger
o... tengo
a a que Vashti actuara así de extraño. -Amiga,
edoso hasta la cintura
llegar tar
a miró
estás h
ajo-esta respuesta hizo que
sacar un billete de su bolso, colocarlo sobre la mesa y acercars
el novio de Fernanda so
o Fernanda. -Mañana. Ahora tú
ntonces se dio cuenta de que n
que el taxi no tarde
peligroso, ¿no?-la voz profunda del hombre la tomó po