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Kris, seduce a mi cruel mujer.

Capítulo 3 3: La amenaza.

Palabras:1095    |    Actualizado en: 13/01/2025

o

acuario mirando con asombro los animales, aunque

upidez. Está entrenado para eso. No dudaba que mi esposa hubiera contratado a l

ecía un hombre de negocios, frío, millonario, buen padre. Pero no era nada de eso. Seraphine

cho el acuario no estaba tan lleno, lo cual no era una ven

sintió, entonces vi al guardaespaldas-. ¿Podrías traernos u

como: ¿puedes creer que puedo hacer algo estúpido sin siquiera mover los

cielo estaba del otro lado del acuario. Esperé que Bobby nos lanzara s

vamos? ¿Y mi a

a en la esquina, perdiéndose de nuestra vista. Entonces, con un nudo

rdo? Nos vamos a esconder de él, pero se le tiene q

s me miró con los ojos abie

ijo, necesitábamos huir

uego... -expresó c

minando-. Temprano, me pidió que jugara esto contigo y con B

aceptando. Entonces caminamos fuera del acuario,

menos debía intentar huir de ella. No podía permitir que me siguiera manipulando como lo hacía. Hay meses en los que estamos bien,

ndome con sus cigarrillos, con agua hirviendo o matándome de

odía sopo

de Tommy, en efectivo, dinero que le había estado roba

subiera primero y luego entré yo. Vi hacia atrás. No había rastro

señor? -pregun

n visitar. Pues Seraphine no quería que viera a mi familia, por obvias razones. Pero lo que más me do

mo si yo pudie

á buscando

no porque estaba ansioso por sentirme a salvo, así que pude darme

to ese atajo? ¿Tenía tanto tiemp

ig

Crowe. No quiere

los cielos. Por supuesto que me conocía. Trabajaba para Seraphine, y l

guardaespaldas a su lado, mirándome desde la distancia con una mir

i estaba justo allí, incluso abrió la pue

, ¿pero por qué siemp

nces vi cómo Tommy subió al auto con uno de

a us

teléfono, y con lágrima

¿Cuándo vas a aprender que yo soy la que tiene el control de cada maaldita co

o, apretand

je apenas en u

¿Qué le había hecho yo p

intentes huir de nuevo, de lo contrario, me llevaré a Tommy lejos de ti

uerpo me cegó. ¿Cómo podría

a de

el sótano esta noche... Y si no estás allí cu

teléfono y golpeando el asien

encia y dolor cuando el hombre encendió de n

hecho para

deshacerme de e

vir sin este miedo

lagro podr

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