Bajo la sombra del Poder
ando el traje gris que había colgado en la puerta del armario la noche anterior. Era todo lo que podía
, una oportunidad que había llegado en el momento más inesperado. Después de perderlo todo, había ap
s ajustaba el cuello de su blusa blanca.
solo era una corporación; era un símbolo de poder. La perfección del mármol blanco del vestíbulo, los ascensores dora
ón, donde una mujer rubia, con un
. ¿En qué pu
Valtieri. Hoy comienzo com
ió, tecleando rápidame
l equipo de Recursos Humanos v
ia. Hombres y mujeres caminaban con paso decidido, sujetando tabletas y carpetas, sin
sí misma, apretando los d
e mediana edad con gafas y un tr
rtamento de Recursos Humanos. Bienvenid
ia un ascensor privado. Laura presionó un botón que
nalismo y eficiencia de todos sus empleados. Su puesto es de
idea de trabajar tan cerca de un hombre tan
parecía sacado de una revista de diseño. Las paredes de vidrio ofrecían vistas es
ina situada justo fuera del desp
pales serán manejar la agenda del señor Cain, coordi
abra. Laura le entregó un paquete con
Cain. Es importante que siempre esté preparada.
recía demasiado sofisticado para sus habilidades básicas. Respiró hondo y encendió el
ediodía, recibió u
, el señor Cain es
Se alisó la falda con las manos sudoro
de poder como una declaración de autoridad. Las ventanas de piso a techo ofrecían una vista
scritorio estab
encia completamente diferente. Alto, con el cabello oscuro perfectamente peinado y una prese
su voz baja pero cargada d
s se encontraron por un breve instante, y ella sintió como si
os sobre el escritorio-. Quiero ser claro desde el principio: espero excelencia de
pondió Isabela, tratando
la cabeza ligera
ad de respuesta inmediata. Si tiene dudas o necesita al
, s
diarla detenidamente. Isabela sintió que su corazón lat
, Alexande
por ahora. Pu
te, murmurando un "gracias"
, organizó la agenda de Alexander y tomó notas sobre las políticas de la empresa. Aunqu
os, un hombre alto y de aspecto r
eva secretaria del jef
estía un traje gris oscuro y tenía una actitud ami
efe del departamento d
-respondió ella, e
an s
te sientes como si estuvieras trab
o pudo ev
go
, ven a buscarme. -Le guiñó un ojo antes de alejar
scacielos, Isabela apagó su ordenador y recogió sus cosas. Mientras es
s, Alexander
rabajo sería algo más que una simple oportunidad. Sería el