El ardiente capricho de la CEO.
ndo
rque de bomberos
enta casi a diario, se han encargado de hacerme ver. La genética de mis padres ha hecho una extraña combinación en mi persona, mi padre, aunque
mexicana, fue una combinación de siglos de mezcla de razas, fuerza y orgullo mexicano, heredado de mi padre. Aunque tambi
ovocara orgullo, ganas de sonreír, aunque esto último, no lo hice gracias a un gran esfuerzo, que pr
puedes abandonar nuestras instalaciones, aquí estamos demasiado ocupados, para aguantar a psic
ba, se hizo evidente, pero para lo que no estaba preparado era para que, en un arrebato
entro de mí se agitó, sumándose a la sorpresa, y no solo yo fui afectado por esa mirada, muchos de los hombres no pudieron ev
ández."- oir mi nombre completo de boca de esa desquiciante mujer, fue como cua
is hombres, que esperaron inquietos mi reacción, por si tenían que intervenir a
tando calmarme, pero la maldita pelirroja con ojos de personaje de anime
ejarme coger las carpetas con los contratos, encima todo el mundo se cree que salvaste a una maldita mujer histérica y desvalida que necesitaba que la rescataran, alégrate de quvisión apareció el bombero de segunda Paul Goodman, uno de los hombres de Allen, lo que me llamó la a
ba accesible, por unos segundos mi cuerpo y mi mente se desconectaron de la razón, y lo siguiente que me vi haciendo, tras arrebatarle la manguera a Paul Goodman, fue rociando integralmente a la lunática, y por descontado
taparse inútilmente para no ser mojada, me hizo sentir mejor, de alguna manera me había desquitado, de lo que esta
que de bomberos, mientras yo los perseguía hasta la misma puerta manguera en mano. Lo último que oí de la lunáti
oí ya que, la pelirroja lunática, había sido metida en el coche, que tras cerrar la puerta y subir todos sus acompañantes, junto a dos coches más iguales al que ella estaba subida, que
lo a diario ya que, de nuevo, volví a al trabajo, pero intentaré subir a tandas de capítulos en cuanto pueda, ya que sól