El ardiente capricho de la CEO.
ken
a de presidencia en
desagradecida?"- el tono de voz de mi madre, nada más descolgar el telé
n de humo."- le dije tratando de quitarle importancia, cosa que des
erdad! ¿Crees que no vi ya las fotos de como ese amable y valiente bombero arriesgó su vida para rescatarte del fuego, y te dejaba sob
tanta admiración, y gratitud del maldito Vader desgraciado, o que me hubiera
ía humo, ni por un momento vi fuego por ningún lado."- le di
dijo mi madre, haciendo trampas como siempre, recurriendo al golpe más bajo al que pude recurrir la señora O ´Sulli
ero que dijo mi padre al coger el teléfono, mientras detrás de él
ses que hicieron que perdiera mi maravillosa figura, para siempre ..."- yo dejé la tablet a un lado mi
videollamada con su tablet, a sus amigas, para hablar de su desagradecida hija, y del susto que le había hecho pasar,
e haber heredado su carácter, y lo sabes
, sino porque, después de la que montáis tu madre y tú, siempre, se me quitaron las ganas. No podía arriesgarme a otro hijo o hija como vosot
a las fotos, de forma directa, la única
sé?"- me dijo mi padre pregu
meditado."
mentadas durante años, por mi propio padre. Pero Sean O ´Sullivan también lo tuvo claro, desde el momento en que mi madre le
línea, hija, debo volver."- me
virá su vida como siempre quiso, junto a la mujer que ama, y yo cuidar
en peligro, que quieres que te diga, que se vaya a la mierda el trato."- me dijo enf
l bien más valioso de la empresa, y lo sabes, no hay
conocimiento a la policía, de tus sospechas, y eso, CEO, no es negociable."- me dijo mi padre demost
as tú, pero no te acostum
ierdo, que las que gano..."- la voz de mi padre s
oy a decirle dos cositas."- le oí decir y co
ro me llaman, adiós."- antes de c
o por mucho que quiso no
ar cuando Carlos entro por
de guerra?"- me pregu
de guerra al que probablemente no se le respetaran la normativa de l
u padre, como la criptonita para Superman, es el único negocio en el que siempre tiene perdidas, y, aun
ué no me dijiste que hay fotos mías, y del maldito bo
n el nombre del bombero que tanto quieres asesinar, y te digo lo de las fotos, muy probablemente, mi mujer se presentaría aquí con una bazuca, para destruir
nes su nombre?"
irada. Su madre es Norteamérica, dos hermanas gemelas de veintidós años, una de ellas, Megan Lourdes Hernández trabaja con nosotros como secretaria del gerente de recursos humanos, la otra, Alice Renata H
s zapatos, y lo que mide su c..."- Carl
acostarte con él, si cambias de idea, te las paso al móvil, pero no se las enseñes a Marisa, no quiero comparaciones. "- me
or García, justo como ahora, ¡Sólo dame las
de fuego."- me dijo abandonado mi despacho de forma rápida, tras dej
me sostenía sin ningún esfuerzo, con un solo brazo, y su mano se situaba un poco por debajo de mi trasero, para colmo llevaba mi falda de tubo, Antonio Domínguez, gris, que justo en ese momento, se ha
as manos porque me estaba dando un ataque epiléptico, mientras los sanitarios trataban de calmarme. El recuerdo verdadero de lo que pasó allí, en ese momento, fue lo que provocó que mi pisapapeles
al mismo tiempo que yo me levantaba, y tras coger mi
cuentas con el tal Brandon Miguel Hernández. Ese Vader de pa
rlos agitaba la cabeza de un lado
poco, quizás, no hubiera terminado tan humillada como terminé, por un oscuro Vader