Mi Caliente Caliente Esconde Algo

a Ma

a alarma no sonara, lo hizo

antes de irme a trabajar, pero ahora mismo, mientras dejo que el agua caiga sob

ento completamente patética. Estoy avergonzada de mi comportamiento, de la forma en la que

a sentir cosquillas calientes cuando él toca

en que entró por esa puerta y no me detuve siquiera cuando supe que lo que estab

i pueda verlo a

fue magistral mi explosión

erlo no quiero saber lo que sería tenie

entido tan averg

ado todo

sa con tu cara?", y yo solo me alzo de hombros. No sentí ánimos de peinar

i compañera de trabajo, me entrega un café en vaso dese

es. Y no es necesario hundirm

orque hacía mucho que nadie me ponía las manos encima de esa forma, y tambi

ltimo que vi, seguido de lo que no esto

icia ca

decirme

por entrar a las habitaciones que nos correspo

go hablamos, me embriagué, creí que todo era normal, le pedí que me hiciera... bueno, me hizo un masaje,

no, así que ahora me arrastra al pasillo; por lo que d

rrizo estab

vo la mano a la frente y siento que voy a colapsar porque de verdad creo q

dejarte hacer eso por cualquier salchicha caliente

ya no soy a

nta la oportunidad pierdes el control —Luce molesta, preocupada —Marina, di

ero de

y a de

—Me

que no que

mas querer salir

o con

mi n

a lo que puede ha

cerle daño a alguien, y aunque me molesta que ella sea tan direct

s tenido que atender aquí en la clínica. Miles de

le pido un abrazo, pero también me s

demasiado y fue

os por un incendio en un restaurante cerca, así que salgo mucho más tarde de mi

cepcionista de piso cuand

—Saca un ramo de flores de alguna parte

talle. Salgo del ascensor, me despido de los vigilantes y cuando finalmente me encuentro fuera respirando aire puro abr

, pre

, Rob

a en el bolsillo de mi uniforme y comienzo

eres que

gra

a mi frente y me s

s a ob

o —No voy a hacerte nada, no entiendo p

es

nto

s veces pero ningú

viste tienes una pequeña esperanza ilusa conmigo, así que te agradecería que te ap

, y no quiero pararle a ello, pero cuando noto qu

ambién es cierto, pero no soy un tarado, y no voy a estar acosándote. No, porque n

"no se detengan", así que no me queda más opción que intentar encontrar en sus ojos malas intencio

ie

mi apartamento. Y también me inte

haberle dado mi dirección, no puedo dejar de mirar las fl

has cosas, pero si es alguien con quien no

é puede s

ue disfruta pasa

mar la tarjeta. Nadie jamás me regala flores así que, solo p

sé cómo interpretar el mensaje que quiere darme. Y e

aliendo c

abes sob

reír u

iene los ojos cafés, con algunos reflejos rubios en la punta de su cabello castaño, su contextura es

demás, Roxana y Rafaela tienen su pro

u hermano pudo conseguir las

da uno, a simple vista se ve lo bien que co

la intención de

eras de su casa si

qué quie

el todo bien con René. Rolando y Rocío no se hablan más de lo necesario; Rodrigo a veces ni asiste a los eventos especiales, las gemelas

rias y hacer que fluyera la conversación entre ellos, mientras René quien realmente no sé qué papel juega en su famil

fícil crecer

er siempre el mejor pue

s diciend

rada arrepentida y v

de ello, pero antes ninguno lo soportaba —Exhala —No me sorprende que todos mi

diendo demasiado su espacio, y aunque me generaba curiosidad saber q

odo lo que pudo haber hecho en el pasado, y es por el

ntando sonar en broma —Siento qu

qué estábamos hechos. Así que mírame ahora, mi carrera musical va en ascenso, pronto tendré gira en paí

o recuerdo que realmente Rodrigo no lo es, así que asiento co

le saluda, y a diferenci

personalmente que le dieras unas horas de spa a mi prometida, con todo incluido. Quie

cejo porque no es lo q

e vi

no son el mismo día de la semana

o ruedo para dos días

tras inflar sus cachetes, sus manos bailan e

do llevarla a casa de mis padres o puede

a mismo. Y yo me aterro porque siento que, ya que no conozco de verdad a René, no sé si es

ir. Gracias por traerme

escaleras y llego frente a mí preciado hogar. Por lo que ante

tarjeta

a a las tijeras y toda clase de cosas filosas que suelo meter allí a veces, po

mi dedo tantea en su nombre y a

e marco,

s que anoche estuve por salir de mi cordura para hacerlo mío en el sofá de mi apartamento