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Enamorando al CEO.

Capítulo 3 2. La propuesta.

Palabras:2076    |    Actualizado en: 16/03/2024

iv

resulta que le termine dañando el traje a un mimado millonario que se nota qu

lo espero que no sea de esos millonarios riquillos que tienen fetiches extraños, porque

ar, ya que eran cosas que mamá apreciaba, solo conservé lo que mas amaba y lo demas los vendi en una tienda de garaje, q

amientos deprimentes, fruncí las cejas al ver

a Oli

tu numero —se es

señor, no estoy para

muy mal gusto. No pienso caer en lo mi

me hayas colgado ¿

que tendría

da y ciega, olvidadiz

rza al escucharlo, no

o ayudarlo se

s ojos— , mañana en mi oficina a las ocho de la mañana, mi secret

teléfono y efectivamente me

los pasteles para el señor Gordon, tendría que hacerle dos, mejor preparo otro por si aca

e los postres que es lo que mas se hacer. Pero lamentablemente no pude ingresar a la universidad, me tocó cuidar a mi mamá cuando enfermo de can

ya sabia que no estaría conmigo para siempre. Aun así, a veces extraño cuando me hacia de comer, cuando llegaba d

e sentía amada y protegida

lo más probable es que

.

los pasteles pude dormir al menos cinco horas, mas que suficiente para mi. Anoche le deje un mensaje

a trabajar como su sirvienta s

e ¿no? Termine de ponerme las botas, metí mi teléfono e identificación

cia mi pequeña motocicleta, puse los pasteles e la canasta de atrás y me subí a ella, ya l

me diria o pediría asi que me encomendé a todos

a que si, en el pais son muy conocidos, además de que son

hacia mi con una sonrisa tan am

leta—, tenga —les di las dos cajas con

ue vendrías en la tarde, no t

icio y el asintió, luego me dio un billete de

e haces es delicioso, tienes u

r Gordon, lo

, te veo la pr

cordada, tomé la caja que me quedaba e ingrese al edificio, la secretaria me estaba esperando, vaya

n —extendió su mano— so

ente se

e por

, todo elegante y refinado. Personas yendo de un lado a otro y otras vestidas co

on, me di cuenta que no era el ascensor normal, era el que conectaba hacia la ofi

que lo es, solo un traje vale tr

s paredes eran grises y el piso negro que brillaba más que mi futuro. E

do mirando por la ventana— Eliz

se

ficina. El volteo y camino hacia mi, debía ser honesta, el

tí intimidada baj

las o parece oro. La Oficina es enorme pero literalmente vacía, había unos sofás negros a un lado, una mesa para dos en la oficina, una bibliotec

hago

lzo una ceja incrédulo— tienes

nte que hago aquí, pudo haberme enviado c

gusta. Estás aquí para decirte lo

lo es

atarte para que finjas ser

dijo lo que creo que escuché? No,

co? ¿Ser

tipo de mujer que busco para mi —se arregló el sa

io

que me esta pidiendo este trato estupid

iciendo es serio, es un trato justo, solo serán cuatro meses, diez

ra mirar de nuevo

conmigo, puedes pagar la hipoteca de la flori

o.. ¿Como

ía para no perderla, despues que fallecio quedo con una deuda que jamas podrás pagar, la taza e

ta amen

, me da igual, para

de pie— no pienso hacerlo

ezó a

solo vas a fingir que eres mi novia, solo eso, no h

n que tipo de mujeres suele cruzarse pero le aseguro que no soy u

illones le afectaron. Primero muerta que aceptar algo como eso, mi integridad esta primero. Prefier

..

tería, al llegar me percate de que había un papel en la pu

anqué el papel— esto t

el banco, tienen que darme una explicación de es

al banco sin quitarme el casco. Fui ha

—deje la hoja

ó el papel— como pudo leer, e

orq

—, estas son las cuentas, como puede ver, los

, he tenido tantas cosas encima que lo olvidé por completo, les

ene que pagar al menos dos meses por adelantado para darle u

la

a, la encendí y me fui al otro lado de la ciudad donde había un parque, deje la mot

lagrimas salieron. De solo pensar en la Floristería siendo vendida a otra persona, o derrumbada hace que el dolor en mi pecho duela aun más. No pu

aceptar su oferta, por mas que no me gustaba, no tenía opciones, porque ni siquiera trabaja

el numero mientras

opuesta —cerré mis ojos— mañan

cho. Hacia esto por ella, no podía perde

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