Entre ella y yo.
luvia por las calles aún desiertas, y yo no tenía nada con que cubrirme, mucho menos sabía donde me encontraba
donde estaba, en donde me encontraba. Pero nada. No sab
, pero nada. No encontré mi teléfono móvil en ninguno de los dos lugares donde po
a Vanessa, no recuerdo dónde lo habré dejado. Pe
oque de brusquedad soltando un gruñid
o tan fuerte que mi garg
volviéndose así demasiado cristalinos y llenos de líquido transparente que empieza a
olvidare de ella; mi persona favo
amare, aun si ella n
ra de mi y me estará viendo aun asi yo no lo quiera; mi viejita c
me incomoda, pero me entristece que tenga que ser desde tan lejos y que ya no la
.
ne
o, pero nadie pudo alcanzarlo, no oía los gritos de los demás pronun
iera hecho lo mismo, pero me contuve
lir corriendo detrás de Marco, pero
ido me sacó de m
bía su nariz, mientras veía como su esposo se
, era totalmente imposible siendo que la difunta era una persona que todos queríamos y amábamos, nunca
.
haber llegado a la acogedora casa de los Douglas, Marco no
n celular dentro de mi cart
iera que nos pudiéramos desahogar juntos en estos momentos. Pero sobre todo, jamás me perdonaría si algo le ll
lgo, quizá el busca que lo lastimen para así al
rarlo a com