icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

La revolución de la fea (Ella era fea 3)

Capítulo 2 2

Palabras:3576    |    Actualizado en: 16/02/2024

que soy… me pregunté, ¿cuándo me volví en esto?, por dos semanas había estado llorando, pero no sé si eso es parte de la adolescencia; ¿necesito ir con el psicólogo? No creo

esa camisa?, claro que puedo hacerlo, pero para eso necesito bajar de peso. En estos momentos creo que es imposible; a la vez… siento que me da vergüenza que las personas me v

rios gimnasios y restaurantes de comida saludable, su nombre era Tomás, él podría ayud

quel momento el hombre salió de la casa con ropa

as a Sandrid? —le preguntó mientras se

estoy buscándolo a usted —de

así? —inquirió él comenzando a chis

a patalear, es

n problemas?, si quieres entramos y

vamos y hablamos mientras trotas —lo

e el paso. Vamos caminar —la abrazó mientras comenzar

ar de peso —musitó y se

porque hablaste muy

í conmigo —se ave

ena, habla que estamos en con

! Es eso —Camila se estaba

e gusta algún chico? ¿Quién es?

o y estar así de gorda, o no, sé que estaré el doble —en estos momentos Camila d

ébil. Lo dejarás a medias —se negó e

r las cosas a medias y lo sabes! —se apartó de é

, ella también estaba seria. Des

en tiene conocimiento de todo esto —

os al viaje a la cabaña por tres años y te quedarás siendo meser

terrada por completo, ¿

l tiempo, sabes que soy un hombre muy ocupado —Tomás se de

estrechara. Él quedó bastante sorprendido por la reacción de

strechó la mano. Camila desp

menzamos? —

arte una dieta saludable para que el ejercicio

opa para hacer ejercicio —dijo San

ejercicio —explicó Camila mientras

jercicio? —cue

cambiar —Camila entró a un

edo creer —soltó Sandri

mila comenzándose a ruborizar. Sabía

para hacer calentamiento. En su mente no dejaba de repasar la lista de las com

icios con ella para que así se sintiera apoyada. Se ahogaba con facilidad y no lograba hacer una vuelta

io, se acercó al gimnasio donde ella había empezado a hacer su rutina y

r —soltó con los

gimnasio y también quedó sorprendida al ver a Camila allí. Su boca se abrió de impresión

e enteraron de la noticia y el p

en, ¿te duelen mucho las piernas? —observó e

irió Camila con ganas de aventar

de molestarla

una sonrisa desplegada. En sus ojos hubo un brillo—, ¿estás

chica quien se ruborizó por completo. Elián con su rostro le dijo

o por algo tan estúpido, no me

rid— me parece que es una buena motivación. Solo que… No, sé que no eres de esa

egó una sonrisa mientras apoyaba su

a veces te vuelves insop

y Eduar, se sentaron a los lados de los chicos y Luis Áng

a que he visto en mi vida, debo aceptarlo. Sabía que me ocultaba algo, pero no sabía qué era, no quería contarlo, pensaba que sería algo malo, pero e

ristian —pidió Sandrid. Sus a

cería, la verdad. El día que lo hagas te sacaré a baila

pero odiaba estar allí. Camila inclinó su mirada, mientras, Luis Ángel escuchaba todo lo que decían de la joven y sabía muy bien que se estaba sintiendo mal. Aquel

nden las operaciones matemáticas, ¿a ustedes les agradarí

blas? —preg

, yo que entiendo más las matemáticas que ustedes puedo burlarme de su poca capacidad para comprender. Estamo

ás pasando —

sonas que dicen ser sus amigos se burlan solo porque tiene más peso que ellos. Hasta el que dice ser

que su corazón estaba latiendo muy fu

porque quieres cuidar tu salud, en serio, Luis Ángel ti

—Eduar incli

burradas —soltó Camila desplegando una

tenía por él. “Cálmate Camila, Luis Ángel solo trata de ser amable contigo” pensaba mientras le daba vueltas a la c

ser gracioso —le dijo Elián a Eduar cua

efenderla de una manera im

so te lo aseguro —Elián h

—Eduar se acom

uramente nos dirá si es c

que no nos contará nada. —Refutó su primo— seguramente lo sab

e gusta a Camila —soltó Eli

s Án

o lo

gel en este momento. No sabes guardar secre

rían ejercicio, aunque, en realidad querían ver a Camila ejer

e de exigirle mucho. Por eso se ve bastante ca

iendo una nueva rutina. No

acercó a l

larte de Camila?

soltó

burlándote de los de

ma conmigo? —inquirió la j

scutir ahora. Neyret, vete, no q

scutir conmigo. ¿Cuál es su problema? Yo no puedo acercarme a ustedes porqu

erior a los demás y siempre estás dicie

l trasero de Luis Ángel porque perdería todas las materia

queremos formar una disc

n nada que hacer aquí —refutó la j

stúpidas como esta —Elián barrió a Neyret de pies a c

aba y sus padres estaban tan concentrados en sus trabajos que no le prestaban atención en lo absoluto y cuando estaban en la casa se reunían con sus amigos para fingir que tenían una familia perfecta. Ella se sentía excluida de aquel mundo, siempre trató de ser la chica que no se quejaba de nada y q

cama a llorar. Se sentía sola, que si

, cinc

nas en un mecedor y le cantaba una canción en un idioma que ella no conocía hasta que se quedaba dormida. Pero a los ocho años ellos murieron,

teligente. De hecho, su padre mostraba más preferencia a él, desde pequeño le explicaba cóm

l niño y dejó caer un jarrón que se veía muy costoso. Se agachó para recogerlo, pero

le preguntó el n

al apretar con fuerza lo pedazos filo

as a nadie —le pidió

má, ¿por qué lo tiraste? —regañó el

a regañar si lo hace

a quien van a regañar

nos llena de sangre. Elián se acerc

—aceptó—. Pero, ¿cómo le

la mamá de Elián junto

—preguntó la mamá de Neyre

as mujeres notaron las manos l

e preguntó Keidys a la pequeña quien

lián —respondió ella

dose a enojar, sus padres eran muy estricto

ayudara a recogerlo para que tu ma

egañó su mamá quien s

la iban a regañar, yo no fui —insistió el niño con miedo sol

una palmada en las manos—, ¡mira c

erio, no fui yo!

uien la tomó en brazos para llevarla corriendo a la sala principal donde todos al verle las manos llenas de sangre se asustaron. Elián siempre recordó ese día, fue la primera vez que sus padres lo

a, la marcó mucho. Elián nunca perdonó que por la culpa de ella le hubieran pegado y se volvió costumbre el trata

alid

se. Pero aquella vez quería quedarse allí, de hecho, eso era lo que iba a hacer. Su vientre tenía toda una gran colección de pastillas

ción de la joven. En su mente se procesaban una y otra vez los gritos que había recibido, la

cuarto del muchacho. Observó su celular por un momento, le impacientaba que

o no vi dónde las dejaste? —inq

gó, tiró el celular sobre la ca

se habían caído?, empezó a abrir los cuartos para revisar. “¿Será que Neyret sabe dón

reguntó. Abrió l

ó el sonido del agua cayendo cuando estaba cerca de la puerta del baño, al inclinar la mirada vio el agua salir. Quedó bastante dudoso,

Neyret

odó la mirada por todo el baño, se acercó a la tina y al ver a Neyr

as mejillas para que respondiera— ¡AYUD

as regadas y los potes de estos vacíos sabía que ella intentó suicidarse. Era una bomba de

as trataba de hacerla volver en sí. Neyret comenzó a bota

ó Elián alterado—, ¡Vomit

le sumergió un debo en la boca, rápidamente Neyret comenzó a vomitar. Elián no había procesado

Obtenga su bonus en la App

Abrir