En el Corazón no se Manda

ra

a en mi corazón. Solo Valentina, mi mejor amiga, sabía la verda

es en un accidente de tránsito – conf

s, un nudo se formaba en mi gar

Montgomery – dijo el directo

ía esto – admití, las lág

ese día? – preguntó el director,

respondí, seca

ra

s, la desesperación de haber perdido a las personas más importantes de su vida. Pero c

l? ¿Qué papel ju

rla, pero ¿podría decirme quién la acom

s – respondió con una s

era su hermano. Estaba a punto de continuar l

ante –

ara la junta de present

Quería seguir hablando con Mía, pero sabí

rse – le dije, aunque una parte de m

ra

o mi mente estaba en otro lugar. Pasé el resto del día en un es

ra buscar mi auto, solo para descubrir que la rueda delantera esta

de entrar en pánico, una voz

ita Montgomery? – p

ngo que ir a buscar a mi hermano a la e

a de repuesto

o cambiarla – admití

yo la ayudaré – di

ra

me puse a trabajar. A pesar de que mi traje se manchó d

ta – dije, mirá

pondió, devolvi

irme cuando Mía

eo otro auto aquí – preg

ller, hoy me toca camin

varlo – ofreció Mía, a

starla – respond

puedo hacer después de que me ayu

su oferta. Quería pas

cepté, devolvié

ra

un caballero, me abrió

– dijo, haciendo un g

– respondí

estábamos en el

ónde l

eta de presentación, que tení

ección de mi casa

escuela de mi hermano? – pregunté,

– respondió, mir

je, noté que él no dejaba de mirarme. Convers

otro familiar? – preguntó, con una

ra

pregunta. Parecía incómoda, como si hubie

si no quieres – dije rápid

spondió Mía, su tono era cortante

ra

director, había algo en él

a tu reconocimiento? - preg

a mucho - respondí,

inutos, llegamos a l

r a mi hermano, ¿me esperas a

respondió, devolv

e la directora, tuve que di

rnández. Tuve un percance

s de todo, es la primera vez que llegas ta

ermano? – pregunté, sint

es retirarte – dijo, di

r tarde, tendré que llama

i tía, que siempre estaba

ar – prometí, aunq

e, tomando su mano y

e de atrás y le abroché el cinturón de seguridad. Le di u

ra

hermano, no pude evitar sent

a: su hogar – dijo Mía

spondí, s

más, las palabras simplem

ra

imos. Mi hermano menor, M

guemos a casa te daré a

elado de chocolate

ar, pero me había olvid

ré mi billetera y te compraré un

por una heladería y Ax

por favor –

– pregunté y

vo – dijo y

ladería y regresó con

jo sonriendo mientras le en

anuel sonriendo y

e se molesté – dije

– dijo Axel lev

tractivo, con cabello oscuro y ojos profundos. Pero sabía que no podía permitirme sentir nada