En el Corazón no se Manda
s, F
ra
azul larga y una blusa blanca. Me maquillé muy poco, solo un poco de rímel, labial y base. Despu
de tránsito, dejándome a cargo de mi tía Amanda, la media hermana de mi padre, una solterona amargada. No tengo otra opción q
s waffles, mi tía se
eguntó mi tía con un tono prepoten
pondí con una sonrisa forzada,
alido muy quemado - dijo con desdé
rendí la lección - respondí,
e que mis padres murieron, ella se había convertido en mi tutora legal y en la única famili
anuel para prepararlo para la escuela
egar tarde al trabajo - resp
ndamente. Me acerqué a él con cuidado, tratando de no despertar
nu, es hora de
ntamente y me mir
Mía - dijo con
mor - respondí, aca
sueños de la noche anterior. A pesar de todo, mi hermano era m
en el auto de mis padres a su escuela, que estaba r
añando a los chicos y ellos hacían caso omiso. Me senté en mi lugar junto a mi ún
señorita Montgome
ré de llegar a tiempo la próxim
dice - Dijo enojado y
na me s
dices que tienes que lleva
esor amargado no le va
muy guapo. No puedo pensar en esas cosas, pero es inevitable no escuchar como m
ra
al último año y mi última presentación. Al entrar al aula, los mur
es Axel Cromwell y seré su nuevo d
continuaron, así qu
ando estoy hablando - Di
el silencio volviera a reinar en
r supuesto, habrá cambios en las reglas y en
sentí en ese momento. Observé a todo el alumnado y, después de unos 5 minutos, mi mirada cayó en una pequeña alumna con unos
con demasiada intensidad, así que dejé de
ra
nte llenaba el aula. Después de unos 6 minutos observándolo, nuestras miradas chocaron y sentí una corriente e
a atención. No tengo palabras para describir lo que sentí, pero sé que su presencia
ra
a con la mirada intrigante. No sabía qué había pasado, pero su presencia
novio o si estaba bien. Por alguna razón, la idea de que una joven t
to por su excelente promedio, un nombre en particular llamó mi atención: Mía
cretaria, Emilia, quien entr
or director? - D
a una joven llamada Mía Montgomery y la traig
espondió Emilia antes de sal
a alumna de ojos luminosos. Tenía una mirada que hipnot
ra
escuché a Emilia, la secretaria del director, llamándome por mi nombre. Me sorpr
a mí. Asentí con la cabeza y me levanté de mi asiento. ¿Había
Emilia si sabía para qué me necesitaba. Ella me dijo que n
podría ser. ¿Había cometido algún error que no recordaba? ¿Se había entera
ra
ocaron la puerta
– dije am
e anunció que la estudiant
a pasar por favor
ra Mía Montgomery, la chica de los ojos lu
ería conocerla mejor, pero no querí
decirle que pronto será la ceremonia para la entrega de l
había llamado. Pero su mirada de confusión era tan herm
so sería todo? -
rla mejor, pero no quería que
os pases para el evento de la entrega de certificados,
ncionar la palabra "familia". Me di cuenta de que había
ra
tir una punzada de dolor en mi corazón. Recordar
existe, la que solo está conformada por mi herm