Los pecados de la CEO

Ja

luego de darles las llaves de mi auto, ella se en

ntas Lisa no es alguien que le dejaría sus posesiones a cualqu

resa, nos despedimos del vigilante, y luego

mino, charla casual, pero con las cosas que tenia en mi cabeza,

silencio, por suerte la casa de Lisa no es

ciudad, y todo aquí se veia muy bien, ya sean las calles o los edific

ellos eran bastante anchos, solo el primer piso debia tener el tamaño

arse esa posición y ese sueldo,

—me pregunto Lisa mient

en realidad, no te

go de eso empezó a

volver, te traeré algo de ropa t

ecesar

esta noche de aquí, asi

sta

eras arriba, me le quede

nido aquí, la casa era bastante grande, habia mucho mas espaci

ar en casa, un short algo pequeño que le llegaba poco antes a las rodilla junto con

, a pesar de estar algo “mayor”, seguia viéndose muy bien de arriba abajo, conseguirse alg

n un prenupcial que no a

nas llego, mientras me daba un conj

ienso, ¿Cómo sabes mi ta

spues de todo, tengo que sab

se

haba eso, me eh topado con amigos cuyos

s hablaremos, voy a prepar

rimero hablar

y la ropa del trabajo te debe de apretar m

si est

s hacerme mas caso alg

abajo ahora ¿O si? —

pues de eso, luego sacu

hablar contigo, no me gusta cocin

os? Wow, ¿Y

de matrimonio o no Jacob, con esa incertidumbre

onio? Tu no me h

claro

lo has

asamos juntos en la reu

a una p

caso para ti eso f

, por cierto, gracias por defenderme de Richard, ese idiota siempre me ha estado molestando desde

atural que se tenia que hacer, ahora, repíte

, ninguno de los 2 cedio, y al final Lisa suspiro un

por so

é ha

nerme comoda an

Por donde quier

“amante” desde hace años? ¿Me puedes decir algo sobre eso? Hemos compartido varios momentos juntos tu y yo

eso me dio un leve apretón en

ue decirlo, Jacob, me quieren deportar… ¡Maldita sea! ¡Me quieren echar d

a ponerse

a lo mismo y de la nada quisieran echarme y

… ¿Quién seria e