EL HEREDERO ES UNA MUJER

de ironía, lo cual hizo que Taylor sintiera un poco de arr

ir, pero Max me convenció...»

Por esa razón, es curioso que te llame después de haberte despedido. Deberías ir a su encuentro, probablemente se disculpe contigo. Despué

eso... —murmuró s

uchó hablar, pero no

unto, señor Croce. ¿Porqué qu

go de comer primero?

los ojos y lo m

te amable. ¿Qué es lo que

mesa y entrecruzó los dedos,

sonar sincero. No recordaba cuándo fue la última vez que se había retractado de sus palabras. Sumando a eso, cuando despe

escrutó

ita que quería disculparse, no porque necesitara sus disculpas, sino porq

ía sintiendo que pedirle disculpas a un chico a quien le superaba por cu

o y movió la cabeza

su disculpa? —se

uivoqué. ¿Qué más quie

, señor Croce. Le recomiendo que haga un poco

aquí para escuchar tus con

n esto rápidamente —Taylor siempre fue muy tranquilo

y regresa al hotel. Te espe

e oír. Esperaba que se disculpara como había supuesto su primo,

—afirm

una b

—replicó co

prefería tener la vista en cualquier otra cosa que no sea el rostro de R

regresaré así sin más?

el segundo puesto en el ranking de los mejores hoteles, pero ansío conseguir el primer lugar. Somos muy buenos en cuanto a servicios, pero si seguimos en el segundo puesto es porque muchos viajeros continúan eligiendo al hotel "Palace"

to de su empresa, era por eso que tenía mucho éxito. Roger sabía que si la gente estaba al ta

es, quiere usarme

mos a un acuerdo —

a usted? —tener que soportar los desa

migo podrías aprender bastante sobre el manejo de un hotel —argumentó Roger—. Podrás pensar lo que quieras de mí, pero jamás que soy un incompetente. Dirijo I'll Caste

lo ayudaría bastante para conocer el funcionamiento de un hotel, considerando que le gustaría construir una e

ar el temperamento de Roger le sacarían cana

ylor. No le importaba el dinero, pero llegó a la conclusión de que si soportaría el

levado que cualquier secretario n

la y cruzó las piernas—. Está bien,

rdo —extendió la mano para estrechar

hacer el trato con usted, creo que aún le f

as? —cuestion

mañana —señaló Taylor—. Me niego a

que me equivoqué —r

portante —sostuvo el joven—. Quiero que me pida una disculpa c

ulado por alguien que, desde su perspectiva

sus adentros. Sin embargo, accedió a cumplir s

nes de pelo y lanzó un suspiro de agob

espuesta a las palabras de Roger que no habían sido para nada sinceras—. Mu

Al menos, no se había "rebajado" por nada, ya que cons

onó su saco y se levantó del asiento—. Nos vemos ma

harse, chocó contra un cuerpo q

estallar en ira, pero reconoció

ando sus manos en los hombros de su amigo—. ¡Ah, Tay

Te dije que estaríamo

ó de hombros—. ¿Cómo les fue en su plática? ¿Hici

esar al hotel —respond

ntarse muy cerca de Taylor—. Me alegra que hayas decidido volver, hic

tuación, fue honesto y aclaró que quiere usarme para mejorar la reputación de su hotel. De

veces y miró de reojo a Roger—.

lo estará en el primer puesto del ranking —aseveró Ta

Taylor, lo que hizo que el joven se fuera por delante—. Todos los que trabajamos en el hotel nos consi

aba debido al fuerte golpe que había recibido recientemente. No sabía quié

asa —impuso Roger, quien había quedado f

. Ya que Taylor regresará al hotel, quiero darle una cálida bienven