Caricias de odio
a de mi marido desde atrás y de alguna forma trato de
ciendo este i
ño y le da justo en el pómulo volviendo todo aquel h
, está casada conmigo y no te quiero ni
al suelo uno sobre el otro y ruedan impactando patadas y puñetazos entre los dos. Mis gritos son de terror. No sé como acabar con estos dos
Daniel —grito y su
carme qué mierda es esta o voy a acabar
compromiso con Kaia y este hospital —mi viril esposo se suelta de los brazos de mi estupefacto amigo y se arre
crédito a lo que el moreno vocifera y reclam
me señala y se larga empuja
gan a
pero George se gira hasta mi esperando
ciente de que mi flamante esposo está a
algo que tiene difícil solución. Sobre todo ahora que Daniel ha ame
ale? —mi amigo asiente y mi marido resopla haciendo que G
y después viene hasta mi que me recuesto contra la mesa temerosa de c
lado y sé clara al hablarme de tu amiguito y guardae
forma y sí, me he acostado con ambos...varias veces pero George es un gran amigo que en su momento me ha dado placer. Nada más y antes de que sueltes algún
uede follar con quien quiera siendo soltero,
sobre mi. Es tan alto... —. Ahora eres mi
erdo no hablamo
cosas que han pasado nos llevan demasiado a prisa pero
itándome calenturas. Tengo claro que estoy casada un maldit
inclina sobre mi y siento que me roba el air
dinero le deb
cia y creo que es
o me retira su apoyo
a mil dolares, pagaré un hot
so pero tu vienes
quedarme contigo. No te perten
vamos, tenemos mucho que hacer y quiero po
a la vorágine no ha podido ni mostrar sus sentimi
regunta que te h
s cosas pueden no ir bien. Y aún así le sacamos del salón vivo, solo no se sobrevive a un
la esposa amada de este hombre que se rompe entre mis brazos y pesa tanto que caemos de r
vamos a parar los dos ni cómo puede ser que se sostenga este tiempo que vamos a estar tan cerca pero h
eso el pelo de este hombre herido, siento qu