Soy el hijo de la poderosa CEO
5. Conocie
s dos hermosas chicas, el destino les mostraría el camino que les tenía preparado, pero no solo se iba a ha
e vámonos ya, estamos perdiendo minutos valiosos de nuestro permi
or las bonitas calles de los alrededores y cuando se decidieron a sentarse en Kennedy Park, al lado del lago, unas risas que ellas conocían mu
atención a ellas y se veía que la atención era recíproca, Kennedy, tenía un interés muy marcado en la chica de los ojos bonitos, e
aquí – Saludó Kennedy – Me presento, mi nomb
enya, había quedado completamente hipnotizado, llevaban varios fines de semana dándose vueltas por el parque para ver si podían vol
la altura y no quería ser visto con ellas, sería el hazmerreír de todo Napa, sería señalado por juntarse con chicas de bajo es
ya y ella es Trac
ltas por su cabeza desde que lo habían visto en el parque hace ya unas cuantas veces y ahora, al fin, pudo saber su nombre y era c
esperaba que solo se tratara de una conquista más de solo un día, esto se le podía salir de las manos a su amigo, ya q
adable – Dijo Tracy – Lástima por
lla, y que aparte se le notaba que no estaba muy de acuerdo en siquiera estar hablando con ellas, pensaba que estaba perd
nedy eran muy diferentes a los suyos, no se iba a mezclar con la plebe, siendo él un príncipe. Tenía que pensar en su posición social,
tura general, que tiene el signo de interés en los ojos y que de seguro están esperando a que caiga un tont
bremente de la gente, porque así tenía su corazón, era una pena que Tracy se hubiera fijado en él, no valía la pena ese tipo
avor, Brandon, no seas
ver a verla y quería conocerla más y no pensaba perder para nada esa oportunidad. Kenya era la chica más hermosa qu
lo que en realidad deseaba era conocerla de verdad, el dinero no era lo más importante para él, l
emasiado atrevido, pero me gustas mucho
e gustaría conocerla un poco más, ninguna de las mujeres que había tenido antes, le había despertado esas ansias d
– A lo mejor, mañana no nos dejan sali
ores, pero de esos siempre tenían que pasar días, incluso semanas, para que las volvieran a dejar salir, porque se iban tu
jar salir, yo iré a buscarte, solo dime a donde pa
r, solo contaban con la ayuda que les proporcionaba el gobierno y algunas que otras donaciones particulares, el lugar donde dormían no le
me queda claro que ni mi amiga, ni yo, somos de
ue ella se estremeciera y que incluso cerrara los ojos. Era la primera vez que alguien hacía algo así con ella y la primera vez que e
ajeno a nosotros dos – Le susurró él al oído –
creía que alguien como él se iba a fijar en ella de la forma que lo expresaba como si estuviera perdidamente enamorado de e
ruzado palabra hasta hoy – Kenya no creía lo que acababa
jaba de gustarle eso que le hacía sentir este chico en su estómago, pues las mariposas de las que
que verte, por favor. Dame solo una cita o tal vez dos y sabrás,
nconvenientes en el camino, porque sentía quererla de un modo diferente y necesitaba seguir viéndola, no iba a perder la oportunidad con esta hermosa chica
n, yo ven
olvió con Tracy y se retiraban del parque y él se quedó ahí con su amigo Brandon, a quién no le cayó en gracia el interés de Kennedy por Kenya, aun
andon muy molesto – No quisiera saber que se diera cuenta tu madre,
gana, porque tenían que cumplir con ciertas normas que les dictaba su estatus social, el día que Dorothy Gibson, supiera de la existencia de
osotros, son seres humanos y sí la pi
ener muchas novias de cuerpos impresionantes y caras hermosas, la belleza natural y pura de Kenya, lo tenía embelesado y ahora que ella había aceptado verlo de nuevo, él no dejaría pasar la oport