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SARA LA PEQUEÑA BRUJA

SARA LA PEQUEÑA BRUJA

KARL GaPa

5.0
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1
Capítulo

Que pasaría si de repente descubres que eres parte del mundo oculto, que eres una bruja y además, una con el potencial de ser una de las mejores, eso mismo le pasa a Sara, nuestra protagonista que a través después de un premonitorio sueño descubre que no es una chica normal. Quieres acompañar a Sara conocer un mundo desconocido?

Capítulo 1 SARA, el inicio

Conocimiento

Nada más salir de clase tenía decidido pasarse por la peluquería, había quedado con Jaume y quería ponerse lo más guapa posible para

él, ya que era la primera vez que quedaban desde que se supieron atraídos el uno por el otro, aunque Jaume ya no iba al instituto tenían amigos en común por lo que ellos seguían viéndose en grupo, hasta que Marta, su mejor amiga, les hizo coincidir a solas sabiendo que se gustaban mutuamente, así Sonia al quedarse a solas con él le dijo que le gustaría que quedarán a solas y así fue como Jaume le propuso ir al cine y luego tomar algo, la idea le sedujo de tal forma que no se había podido concentrar en clase durante todo la semana pensando en el magnífico viernes que por fin había llegado.

Así que allá que iba ella, tan rauda cómo podía hasta que algo llamó su atención, cuando sólo le faltaba doblar una esquina para llegar a

su destino escuchó unos gritos dentro del local situado a su izquierda, era una tienda de artículos veraniegos que en esa época solía estar cerrada al público, intentó mirar entre los cristales y esos papeles que se enganchaban cuando un negocio cierra por una temporada, pero no conseguía ver nada claro, así que continuaría su camino ya que debía prepararse para su cita.

Pero volvió a detenerse, en verdad, aún no había empezado a caminar cuando de nuevo escucho voces, aunque en esta ocasión y a pesar que

provenían del interior del local las había escuchado nítidamente en su cabeza,

de echo, no sólo fue lo que escuchó lo que hizo que se quedará inmóvil, si no

lo que su mente le hizo ver, pues vio cómo Jaume estaba de pie apuntado con una

pistola a una dependienta mientras otra persona, que no reconoció por llevar

una capucha, cargaba con una escopeta que balanceaba de lado a lado en un

intento de mantener a los rehenes en el suelo.

En un acto reflejo golpeó el cristal para llamar la atención de la gente que había dentro… y despertó.

Sara se encontraba en clase, no podía creer que se hubiera dormido pero lo había echo, recordando su sueño cómo una pesadilla, miró el reloj y faltaban pocos minutos para terminar y salir de allí, pero se paralizó al ver un pequeño corte en su mano, la mano con la que había golpeado aquel cristal del sueño.

Sara salió del instituto pero en lugar de ir haciendo la peluquería fue en dirección hacia su casa, quería coger la moto e ir a buscar a

Jaume.

Lo llamó mientras iba caminando y aunque tardó un poco en cogerlo, respondió:

-“hola Sara, me pillas un poco liado, estoy trabajando, a pasado algo?”- le dijo Jaume nada más descolgar, se le notaba nervioso y Sara

se dio cuenta.

-“nada importante, sólo era ara saber dónde estabas, para preguntarte si en lugar de quedar en el cine, podrías pasar a recogerme antes?”- le contestó Sara a la que su intuición le decía que algo estaba sucediendo.

-“si claro, pasaré a por ti , ahora tengo que colgar, nos vemos luego”-

-“CUELGA DE UNA PUTA VEZ!!!!!!”- se oyó gritar a alguien al otro lado del teléfono antes de que Jaume colgara.

Sara se puso más nerviosa aún si cabe, se concentró intentando pensar dónde trabajaba Jaume i donde podría estar y sin saber cómo se

le formó una imagen en la cabeza, mientras la marca que tenía de nacimiento en el antebrazo izquierdo le dio un calambrazo.

En cuanto llegó a su casa cogió las llaves de la moto de su hermano, que estaba tirado en el sofá, su madre le habló pero Sara no estaba

por la labor de escuchar nada, no podía, su mente le hacía ir deprisa, le estaba diciendo que saliera a prisa, que algo estaba sucediendo.

Se subió a la moto rauda y salió en la dirección que le decía su mente, aquella marca de nacimiento le seguía dando calambres pero no

podía detenerse, su hermano se asomó a la ventana y le gritó para que se detuviera, pero ella, que lo oyó perfectamente, hizo cómo si no escuchara nada.

Llegó hasta Castellmiau, aún sin siquiera saber cómo actuar, sólo su instinto la guiaba, al detenerse en la primera rotonda vio por el

retrovisor el coche de su madre acercarse, pensó, pero siguió su camino, antes de llegar al paseo marítimo giró a la izquierda y setopó de frente con la tienda que había visto en su sueño, aparcó la moto y

mientras desmontaba llegó su madre con su hermano, que le gritaba toda clase de

improperios, ella siguió sin escuchar nada hasta que la mano de su madre la cogió del brazo con fuerza, se miraron a los ojos y sobraron las palabras, la mano de Nadia, su madre, la soltó para hacerle un gesto de silencio a Lucas, su

hermano.

Madre e hija se dirigieron hacia la puerta principal del local, Lucas siguió por la calle buscando otra entrada por dónde acceder, al

llegar a la otra calle la encontró, era una tienda grande que daba a ambos lados y se podía acceder perfectamente por los dos sitios, Lucas miró la puerta y con un leve empujón esta se abrió, escuchó algunas voces de fondo y se

concentró para saber de donde provenían, una imagen se hizo en su mente y la marca de nacimiento que tenía en su bíceps cosquilleo, eran dos personas pero no lograba descifrar sus nombres, pasó a la telequinesis para hablar con su madre, sin problema de conexión pensó y sonrió cuando está le contestó que iban a entrar, que Sara estaba convencida de que era Jaume uno de ellos y que además habían llamado a la policía, él seguiría intentando sorprenderlos pero esta se negó ya que iban armados. Sara y Nadia entraron lentamente después de que la madre abriera la puerta sin esfuerzo, la hija sorprendida buscó una explicación con la mirada, la madre la miró, sonrió y mentalmente le dijo que se lo explicaría

con más calma al llegar a casa, se internaron silenciosamente hasta dejar atráslas estanterías que las mantenían ocultas y allí, cómo en el sueño que tuvo Sara pudo ver a dos individuos armados, frente al mostrador y con un pasamontañas se mantenía erguido y apuntando con una pistola a una chica que

parecía manipular una caja fuerte situada en la pared atrás del mostrador, un chico que a pesar de ocultar su cara sabía que era Jaume, unos metros detrás de el había otro hombre también con la cara tapada apuntando con una escopeta a tres personas que estaban tumbadas boca abajo, Sara también lo reconoció, era conocido por Marlon, un chico del barrio bastante más mayor que ellos, aunque su nombre real era Simón, una mala influencia pensó ella y miró a su madre, está le hizo un gesto con la cabeza y le pidió mentalmente que deseara que depongan las arma, Sara cerró los ojos y se concentró, de repente se escuchó unos gritos y el sonido de las armas al caer al suelo, al abrir los ojos vio cómo los dos asaltantes se quejaban y entendió perfectamente lo que había pasado, las armas que portaban empezaron a quemar y tuvieron que soltarlas.

-Jaume!!!!- gritó – que estás haciendo??- le preguntó sin dejar de gritar Jaume y Marlon se giraron hacía ellas, la gente que estaba tendida en el suelo levantaron la cabeza y la chica detrás del mostrador miraba con cara de circunstancias sin atrever a moverse, Marlon cogió una barra que había en el suelo y se dirigía hacia un hombre que empezó a levantarse al entender que estaban desarmados y cuando se abalanzó hasta éste apareció Lucas que le propinó una patada en el pecho y lo lanzó de espaldas un par de metros atrás.

Jaume intentó salir corriendo pero Lucas lo detuvo, fue un acto rápido y aunque su hermano era rápido y ágil aquello le decía a Sara que no era normal, Marlon intentó levantarse pero el hombre que estaba tumbado antes se puso delante de él de pie y con la barra en la mano, le dijo con semblante serio que no se moviera o se arrepentiría.

Los asaltantes se descubrieron la cara, Jaume con el gesto torcido y los ojos húmedos miraba a Sara, tartamudeando quiso explicarse, pero

de pronto las sirenas anunciaban la llegada de la policía, ella estiró el brazo hacia el frente para que no dijera nada, Marlon por el contrario estaba callado y con cara seria, enfadado, muy enfadado.

No tardaron en entrar los agentes y llevarse a los dos asaltantes, Sara miró a su madre pidiendo explicaciones.

-“en cuanto lleguemos a casa, cariño”- le dijo esta y salieron del local no antes sin responder algunas preguntas que les hicieron los agentes.

De camino a casa madre e hija no dijeron nada, Lucas iba en la moto y llegó unos minutos antes.

Ya dentro se reunieron los tres en el salón.

-“y bien?” empezó Sara alternando entre su madre y su hermano esperando respuestas.

-“veras hija”- empezó su madre –“no es fácil…”

-“si lo es”- la interrumpió Lucas –“eres bruja”-

-“vaya, pues si que lo es”- respondió la madre sonriendo irónicamente. Sara puso cara de no entender nada.

-“cómo bruja? A que te refieres? Que quieres decir?”- soltó de seguido sin saber que pensar.

-“veras hija, pertenecemos a una estirpe de brujas, pero no

tenemos nada que ver con la de la cuentos, claro!”- dijo Nadia sonriendo.

Sara escuchaba sin saber que decir o pensar.

Si madre continuó explicando.

-“quedamos sólo algunas facciones en el mundo, tenemos algunos poderes por así decirlo, nos podemos comunicar mentalmente, ya lo has visto antes, además hay algunos pocos con un poder sobrenatural, tú eres un

buen ejemplo y la verdad que me has dejado bastante sorprendida, has visto el lugar dónde debías ir, has sabido que hacer para desarmarlos y todo eso antes de la mayoría de edad, normalmente las brujas no manifiestan ningún tipo de poder antes de cumplir los veinte y si lo hacen es de forma mínima”.

-“me estás diciendo que soy una bruja y que tengo poderes? Y ahora me dirás que tengo algún tipo de responsabilidad claro”- contestó Sara aún incrédula por lo que estaba escuchando.

-“la marca que llevas en el brazo te daba pequeñas descargas?”-

preguntó Lucas.

-“pequeñas? Me daba calambrazos”- contestó ella mirando a su hermano.

-“es nuestra marca, por decirlo de forma que lo entiendas”- volvió hablar la madre –“cada facción tiene una marca, el problema es que hay

pocas facciones y en cada una de ellas, quedan pocas brujas”-

-“y eso por que? Hay algún tipo de guerra entre nosotros?”- quiso saber Sara.

-“nada de eso, no somos tan estúpidos cómo los humanos, sólo que no todas los bebés que nacen son brujos o brujas, además, están los

inquisidores que nos siguen persiguiendo, por eso te pido hija mía, que tengas mucho cuidado y no utilices tus poderes si no son totalmente imprescindibles”- al decir esto, Nadia se acercó a su hija y le cogió de la mano, su mirada era

de preocupación –“no debemos tentar a la suerte y que alguien nos encuentre”-

Los siguientes días fueron de total aprendizaje para Sara, era agotador pero totalmente satisfactorio, Lucas, aunque ya tenía algún

conocimiento previo, se vio superado pronto por el poder de su hermana, Nadia sabía

que su hija sería una gran bruja si se lo proponía y estaba totalmente convencida de que así sería.

Marlon, debido a los antecedentes que tenía cumpliría algunos años de cárcel y Jaume, después de excusarse y disculparse con Sara salió libre al no tener antecedentes delictivos, a ella le explicó que Marlon le pidió que

lo acompañará a buscar dinero, que lo iban a tener rápido, él sólo quería poder

invitarla ese día y se vio envuelto y superado por la situación pero se prometió no volver hacer nada igual, ahora trabajaba como mecánico en un taller que a pesar de no ser gran cosa, le daba para poder vivir.

Continuara...

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