Mi corazón es tuyo... Cazador parte 2

s alcanzara; ambos optaron una posición de pelea ante el vampiro, y una vez sus ojos toc

fue a su dirección, su fuego fue más severo y más fuerte logrando así quemar los hilos y no provocarle más daño, Dem

o que estaba abrazando su cuerpo y encendiéndose completamente para abrazarse en un cálido y pe

acer mucho, todo en su interior quemaba aunque Connor tratara de ocultarlo, su pareja y esclavo sentía todo el dolor que ante él se acomplejaba; en sus pulmones sintió una gran presión y podía sentir

ió en su mejor visión y sintiendo lo que la otra persona vampírica sintiera, era un sufrimiento hermoso. El rostro de

egiéndome, ahora yo

an quemando, todo su cuerpo estaba cayendo lentamente y eso le p

no era bueno. Sentía enormemente esas ganas de respirar cómodamente; sin embargo, antes de poder llegar a don

staba quemando sino también le estaba robando energía, por ende sus ojos perdieron rumbo y la debilidad aumento, su cabello estaba completamente quemado

enda maldición que le pago robándole años de vida, t

ro al estar tan deshidratado s

ado y sus labios tocaran técnicamente su

s despacio y un

an sumido en sus pensamientos que no logro prestarle atención y

esfuerzo para hablar más fuerte y forcejease, al escuchar su nombre

ronunciaron

e el suelo. Camino con dificultad donde Demon y al verlo sintió miedo, no sabía que le había pasado y eso

u pucho subía y abajaba con dificultad. Lo abrazo contra su pecho y trato de regenerarse. Una briza fría lo golpeo y aq

chico abrazado; el sueño lo invadió y lo gobernó, sus ojos se

se reviso el brazo y como esperaba estaba negro con ligeros toques morados que se aju

n hasta formar una figura femenina; la mujer se acerc

respondiendo al abrazo, su cabeza fue sobada y un beso en

la misma mirada fuerte de tu padre. Que orgullo

ambién lo estoy? -Inquirió y l

amos hacer una familia, unos seres libres. ¿No te gustarí

timo segundo, soltándos

nto sonriendo y mos

que están abajo? Mo

rey demonio? -Preguntó y

ambas manos, se acercó a él nuevamente, lo abrazo, peg

os, libérame de mi pecado y el de tu padr

nnor, Conno

oblado y aplaudiendo d

dolor, tenía sus brazos vendados como varias partes de su cuerpo, la cama