ODIO AL AMOR LA MAFIA

se me acerca, me agarra mi mano y trata de pasar a los hombres frente a

s de seguridad. Tráelos a los dos. “Traigan

e su cintura y dispara a los que están delante de nosotros. V

soy empujado y caigo de culo al suelo. Escucho más disparos y me

cho caer otro cuerpo. Cu

me preocupara por él, pero no puedo. Vaya, suave coraz

evantado del suelo por mi cabello. "Cierr

o. - ¡Vaca! Mi rostro se vuelve por el impacto de su mano, me sie

o. Cuando empiezo a recuperar mi

to mover las manos, pero

en qué mierda esto

das, con un color amari

ado a otro tratando de

d lateral, fuerzo las

as palpiten de dolor. "¡Mierda! La puerta

eva pantalones de

Luego los hombres

bre se va dejándono

me doy cuenta de su lame

retón en tu mejilla

cortes en el pecho. Pero

astante grande en el cos

iero ayudarte? Si fuer

vo mis manos sin parar

pierta! ¡Oye, date prisa! ¡Despie

! — ¡Ni siquiera puedes dejarm

o. ¡Cállate! Intenta a

ya que el otro

Lo sé, ¿cuál es el plan?" "¿Qué plan?" “El plan para sacarnos de aquí, tie

voy a morir así". Si ya

tenta responder, pero se ve frus

er. - Deja de murmurar. - ¡Cállate! Estoy tratando de liberarme. Una sonrisa se forma en sus l

s ojos y aprieto los

quiere salir. Un dolor

s. - ¿Dónde aprendiste esto? - Por ahí. - Tom

s muñecas. Me levanto y desat

¿Sabes cuántos hay por ahí?" “Al menos tres, seguro. "¡Mierda! Me a

"Tenemos que salir de aquí. "Men

forma en este momento". Me quito el delantal q

o. — Aprieta, intentaré abrir la ventana. Tengo que en

S