La Perdición Del Ceo

a la mansión, estaba cansado y un poco irritado ya que me costó mucho

—pregunté sin tan

que dormiría bastante pero

hay una desconocida en mi casa. —Rosita siempre tan at

irá la cena mis niñ

mo tiempo — ¿y la bella durmie

bella no tiene nada pero sí que duer

nde rosita —ella es una ni

discutir tengo hambre y

olo despertar. Baja a la cocina por un poco de agua su corazón estaba acelerado cuando se voltea ve una mujer, pensó que er

— Disculpen señor, es que estoy desubicada no sé dónde estoy —habla la chica con nervios —Estas en mi casa y que bueno que ya despertaste así sigues tu camino —Hailey se q

migo Paulo así que

lo vio subir las escaleras y desaparecer. Pero no le agrado su comportamiento, es muy mal educado aunque agradeció que la dejara quedar por esa noche, ella no tiene a donde ir y de aseguro a esa hora le podría pasar algo aún que se sabía cuidar sola. Hailey volvió a la habitación de dónde había salido estaba sola

¿cómo amaneciste? —d

te caldo de pollo , tostadas, hay café echo también estoy picando un fruta — Rosita se dispuso a poner todo en una bandeja y se dirijo a la habitación donde estaba Hailey. Rosita dejo la bandeja, camino hacia Hailey y tocó

queña he traído esto para ti. —Rosita gr

ués de días de sufrimiento alguien era amable con ella. R

ias r

para ser presentada con los jefes minutos después Haile

la estamos entre mujeres mi niña pero me vo

—Buenos días—dijo Rosita, Paulo se quedó mirando a Hailey

as despertado—habl

k quiero agradecerles por haberme ayudado , no qu

qué niña —dijo

un dinero ya que no tienes nada, así puedas seguir tu camino —dijo A

ficio le di descanso ya que ella está ya en su etapa final de embarazo o

, espero que no me des dolores de cabeza ¿ok?, además de vez en cuando irás a limpiar mi departamento ya que la otra era la que se disponía a limpiar. Espero que sirvas

on los empleados, almorzando en armonía hasta que la puerta de la cocina sonó y todo se pusieron de pie, era Paulo llamo a Hailey aparte. —Señor Paulo ¿vienen almorzar ?—pregunta Hailey, quiere atenderlo bien —Bueno vine a traerte estás cosas, como no tienes nada aquí, traigo lo básico p

o nada más —Dijo con una sonrisa —¡está bien!

la

orden que no le agrado mucho —Hailey tiene

y

e semana y a él le gusta te

fer te v

ias r

lá. No aguantes hambre — Hailey le dio un

rturo tenía sus perfumes y por alguna razón loca ella los olió, asimismo también observo la ropa y la colección de los zapatos —Si que es perfeccionista—pensó ella. Dejo las tonterías y limpio la habitación aunque no había mucho por hacer. Estando en la sala de estar, se ab

indagó fulminando a

ita me dijo que viniera, pero haga como si

atenderás, lleva un vino y dos copa

traba o no la habitación, tocó la puerta varias veces pero no hubo respuesta alguna, así que entro y la rubia estaba sent

sirvió se retiró de la habitación. Escuchaba los gritos y los gemidos de esa mujer sintió curiosidad de cómo sería si ella estuviera en e

e se quedaba dor

de tope del sillón, al verlo sin ropa, solo una toalla blanca como la ni

jo ya terminó puedo

yo te digo a qué horas te vas buena pa

tará señor —resp

ora hazlo y luego l

e tanto?, cuando ella en Ucrania vivía bien, no rica, adinerada, pero si bien con el amor de sus

ué no disimulan sus gritos de mucho sexo. Luego de unos minutos salieron la rubia estaba con una bata color roja que la verdad se le veía hermos

a para nada ,

mas —dijo la ch

i, ni por nadie.

juego. Más bien, graci

or! —dijo to