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Las enseñanzas del CEO

Capítulo 3 Consecuencias

Palabras:1853    |    Actualizado en: 10/03/2023

odo bien. No podía negar que aquellos encuentros con su jefe la dejaban con una brillante sonrisa en

aba» pensó esa noche Victoria, viendo i

le enviará las buenas noches o tal vez un: "Te veías he

sus ojos se anegarán en lágrimas. Era su

tan simétricos, casi perfectos; al igual que sus labios carnosos, tan expertos. El hombre era guapo, su cab

como si lo disfrutara. Victoria no pudo evitar recordar cómo en la intimidad la nombraba, los

í, pero no amada. Y, ella quería s

ó a su mente en forma de una voz lejana. Tal vez era su consciencia

nid

odría aún sentirse digna? Ella no lo sabía, pero sentía que merecía inte

que no se permitía mezclar la vida privada con sus responsabilidades laborales. Aunque, ya había c

a—tocó suavemente la puert

nte, V

le agarrado el gusto de llamarla por su

os documentos que requieren de su firma. A las nueve y punto vendr

voz de Mass

i le ordenara de manera muda que dejara

aquí—

bir claramente la n

ñor

nada más, en cambio, se levantó de su

ted muy hermo

a desplazar sus dedos por su cabello. El hombr

isito—parecía realmente

urró Victori

mente la piel de su cuello. En cuanto la encontró el hombre se sumergió

ra detenerlo. Al menos no por voluntad propia, puesto que, cuando la puerta de la oficina se abrió de

en aquella dirección, encontr

me sorprende?—dijo c

guntó con indiferencia Massi

e a tus secretarias?—repr

persona. Detallándolos un segundo se dio cuenta del gran parecido que co

en tus

de posar sus ojos gr

un poco. ¿No ves que

, no era como si no lo supiera, claro que lo sabía, pero

podía más, necesitaba salir de ese lugar. Y con la desesperación la

ubículo y se dispuso a

de re

r, cumplió con su horario de trabajo, y cuando llegó el momento de re

tocar la puerta de

pase, sin imaginarse que se encon

le dio mucha importancia, pensando que se trataba de cualquier otro asunto del trabaj

inmediato. No parecía estar comp

ta de renu

enu

firmeza en su voz tr

tomas una decisi

da trabajando para us

me decirte que no es necesario hacer tanto drama. Mi herm

oria

creo que su hermana

. Pues, permíteme diferir conti

iere conmigo a

ía con ella aparte de sexo?» se preguntó él también. No ha

. Victoria le gustaba, era guapa, a pesar de que se ocultaba en esa ropa anticuada y

siguientes, pero nada surgió de los labios de Massimo, increment

decir, señor—dijo la jove

stás siendo

o pi

s por una ligera capa de agua. Su visión se estaba volviendo borrosa, po

to a resolver las cosas—, no sé qué es esto que t

u rostro completamente libre. En cuanto lo hizo, n

sa, sino también una secretaria bastan

de que no era más que algo a ser utilizado. A él no le importaba sus sentimientos, solamen

dijo firme retirando la m

Massimo con la palabra en la boca. «¿Pero qué dem

la oficina y la encontró guardando sus cosas en una caj

na secretaria tan compl

sus secretarias, pero no estaba acostumbrado

omplicada—dijo Victoria sin despegar

No quiero q

lo suficiente como para que Victo

dije antes

nifica eso,

que quiera, po

rla a nuevos sitios. Ya no solamente se veían en la oficina o tenían encuentros sexuales,

o no marchaba del todo bien. Había transcurrido

baba de descubrir. ¿Sería normal tener tanto tiempo de retraso? Recién est

aba condón cada vez que tenían sexo, aunque, la muchacha se horroriz

ientras se fundía en su interior cuál animal en celo. Cuando las puertas metálicas estuvieron por ab

r—se horrori

un laboratorio y se hizo una prueba de embarazo. En cuanto Vi

a de Massimo!» pensó sin s

las consecuencias de aquel amor, así que

baraz

la como si hubiese escu

ó, era una so

? ¿Dinero?—le

sintió que le fa

quién te embarazó y tampoco me interesa, pero que te quede claro algo, Victoria, tu

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