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Mi vida con el hombre más rico

Mi vida con el hombre más rico

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Capítulo 1
Noche de bodas
Palabras:999    |    Actualizado en: 09/03/2023

"Es tarde. ¿Por qué no ir a la cama?".

La voz profunda y encantadora del hombre resonó de repente, devolviendo la mente errante de Meagan a la realidad. Meagan Allison, una señorita recién casada, miró hacia arriba, y se encontró con los ojos profundos de su esposo, los cuales transmitían emociones impredecibles que ella no podía descifrar.

Agarrándose nerviosamente el ruedo de su vestido, ella sintió que el corazón le latía cada vez más rápido.

Desde que entró en esa habitación, ella había estado sentada en el borde de la cama casi sin moverse, por lo que su espalda ya se sentía algo rígida. De hecho, ella todavía no se había quitado el vestido de novia, pues no sabía qué hacer o esperar. Para cuando el hombre terminó de ducharse y salió del baño, ella se dio cuenta de que estaban a punto de pasar su primera noche como pareja casada... Eso no era cualquier cosa; era su noche de bodas.

Al pensar en ello, Meagan tembló de pies a cabeza. Y es que ella ni siquiera había tenido la oportunidad de conocer bien a su marido. Después de todo, era simplemente una sustituta, un reemplazo de otra mujer que se suponía originalmente iba a casarse con el hombre en la habitación.

Como la hija ilegítima de una familia rica, Meagan se vio obligada a casarse con ese hombre pobre en lugar de su media hermana para cumplir con el compromiso arreglado por los cabezas de las dos familias. Además, también se esperaba que ella adquiriera una cantidad considerable de bienes de ese matrimonio.

Con eso, se podrían pagar los gastos médicos de su madre, su hermanito podría seguir estudiando, y toda su familia podría vivir una buena vida. Toda esa carga era de ella y solo de ella ahora.

Reflexionando sobre el hecho de que su vida había cambiado drásticamente, Meagan respiró hondo y caminó temblorosa hacia el baño. "Yo... Yo también me voy a duchar...".

Ante eso, las pupilas del hombre se dilataron de repente.

Meagan llegó al baño, y estaba a punto de cerrar la puerta cuando se dio cuenta de que la madera era vieja y que ni siquiera había seguro en la cerradura. Entonces no pudo evitar tragar grueso. Si bien su vida hasta el momento no había sido un lecho de rosas, no fue algo tan abismal como esto.

En un santiamén, se le aguaron los ojos, pero por mucho que quería llorar y liberar sus frustraciones, solo pudo quedarse parada en el baño por un rato, sin siquiera poder quitarse el vestido.

Afuera, el hombre parecía haber entendido lo que estaba pasando por la mente de su esposa, así que dijo con voz magnética: "Voy a salir a fumar. Puedes tomarte tu tiempo allí".

Eso pareció darle un poco de alivio a Meagan. Para comprobar si él de veras se iba, ella apoyó la oreja contra la puerta y se quedó escuchando con atención. Una vez que él hubo salido de la habitación, la puerta de esta se cerró con un crujido, y después Meagan ya no escuchó nada más.

El día anterior a su boda, un violento huracán había asolado la ciudad. De hecho, varias vallas publicitarias gigantes habían sido derribadas, e incluso árboles enormes fueron arrancados de raíz y partidos por la mitad. Las carreteras en todas las partes de la ciudad estaban llenas de ellos entre escombros. A pesar de toda esa situación, la boda de Meagan siguió en pie.

Obviamente ella no solo no tuvo un auto nupcial decente para recogerla, sino que también tuvo que caminar una distancia bastante larga solo para viajar en un minibús discreto que la llevaría a la aldea. Sus zapatos y su vestido de novia estaban sucios por el barro húmedo; todo parecía un desastre total.

Como personas supersticiosas, los ancianos de las familias dijeron que casarse en tales condiciones solo resultaría en un futuro miserable.

Sin embargo, a Meagan no le importaba su propia felicidad, y todavía era así.

Después de ducharse, se secó el cabello y por fin salió del baño.

Parecía que su esposo aún no había regresado de fumar.

Completamente sola, ella miró a su alrededor y observó la casa de adobe de dos habitaciones solo para notar que había goteras en algunos lugares. No obstante y para su sorpresa, aunque todo estaba un poco destartalada, un poco de mantenimiento y limpieza podrían hacerla lucir lo suficientemente bien. Meagan se encontró dejando escapar una leve sonrisa, y luego decidió ordenar la habitación antes de que regresara su esposo.

Sin embargo, mientras se arrodillaba sobre las sábanas para hacer la cama, el hombre apareció de repente.

Siendo tomada por sorpresa, ella olvidó que solo llevaba una toalla de baño todavía, y con su movimiento repentino cuando se dio la vuelta, no se dio cuenta de que ya se había deslizado por su cuerpo. Entonces soltó un grito y rápidamente se cubrió el pecho con los brazos después de notar lo que acababa de suceder.

Pero incluso antes de que ella pudiera cubrirse, el hombre ya le había visto el cuerpo desnudo tan claro como el día.

Presa del pánico, Meagan jaló la colcha de la cama para cubrirse, y la vergüenza era tal que se puso roja ipso facto.

Incapaz de olvidar lo que acababa de ver, el hombre tragó grueso, y la mirada en sus ojos se volvió más complicada. Esta vez, caminó lentamente hasta ella y habló en una voz baja y fría que, de alguna manera, implicaba un poco de intimidad. "Ya es tarde. Vamos a la cama".

Cuando él dijo eso más temprano, sonó como una mera sugerencia, pero ahora era bastante imperativo.

El corazón de Meagan latía tan fuerte que pensó que se le iba a salir por la garganta. Con los ojos cerrados, de pronto sintió un brazo alrededor de su cintura, y lenta pero firmemente, ella cayó en los brazos del hombre mientras su espalda quedaba presionada contra el pecho de él.

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1 Capítulo 1 Noche de bodas2 Capítulo 2 Reemplazo3 Capítulo 3 Estás muy delgada4 Capítulo 4 Arrodíllate frente a ella5 Capítulo 5 ¡Sigan indagando!6 Capítulo 6 El día que debía visitar a sus padres7 Capítulo 7 Regalo sorpresa8 Capítulo 8 Un buen empleo9 Capítulo 9 Lo prometido se había ido10 Capítulo 10 Tu esposa acaba de venir11 Capítulo 11 No me interesa en absoluto12 Capítulo 12 No en esa situación13 Capítulo 13 No te atrevas a faltarle el respeto a mi esposa14 Capítulo 14 Doctor y cupido15 Capítulo 15 Estoy aquí16 Capítulo 16 Esa es mi esposa17 Capítulo 17 La trampa de Juliana18 Capítulo 18 Yo te mantengo19 Capítulo 19 Restaurante lujoso20 Capítulo 20 Yo te daré de comer21 Capítulo 21 Lo mejor será que renuncies22 Capítulo 22 Inexplicable simpatía23 Capítulo 23 Bueno en la cama24 Capítulo 24 Toda una vida juntos25 Capítulo 25 Beso26 Capítulo 26 Frustración dolorosa27 Capítulo 27 Una rosa con espinas28 Capítulo 28 La luna y las estrellas29 Capítulo 29 Eres muy inteligente30 Capítulo 30 La ausencia del anillo de casada31 Capítulo 31 Mientras sea de mi esposo32 Capítulo 32 Cuál es el apellido de tu esposo33 Capítulo 33 Bofetadas34 Capítulo 34 Protegerlo35 Capítulo 35 Noche de bodas retrasada36 Capítulo 36 La cama es lo suficientemente grande37 Capítulo 37 No uses la violencia38 Capítulo 38 Tengo una receta secreta39 Capítulo 39 Sopa medicinal40 Capítulo 40 Ascenso41 Capítulo 41 Dime cuánto sabes sobre tu esposo42 Capítulo 42 Ni siquiera lo intentes con la familia Friedman43 Capítulo 43 Calentando su vientre44 Capítulo 44 Yo también seré responsable de ti45 Capítulo 45 Solo a Meagan46 Capítulo 46 El banquete de esa noche47 Capítulo 47 Señorita Meagan Allison48 Capítulo 48 Un trato inolvidable49 Capítulo 49 Piensas muy poco de mí50 Capítulo 50 Ya no es él mismo51 Capítulo 51 Una compañía obligada52 Capítulo 52 Es su jefa53 Capítulo 53 Tócame otra vez y te mataré54 Capítulo 54 Nada es más valioso que tu vida55 Capítulo 55 Situación hipotética56 Capítulo 56 Te quiero esta noche57 Capítulo 57 Actividades58 Capítulo 58 Fuera de la empresa59 Capítulo 59 Callejón sin salida60 Capítulo 60 No sabes con quién te casaste61 Capítulo 61 Tendrán que pasar sobre mí primero62 Capítulo 62 Quiero que estés conmigo para siempre63 Capítulo 63 El secreto de su madre64 Capítulo 64 Soborno65 Capítulo 65 Vivir como esposos66 Capítulo 66 El centro de atención67 Capítulo 67 Con esa misma mano68 Capítulo 68 Una foto con el señor Friedman69 Capítulo 69 El portero70 Capítulo 70 El señor Friedman es un hombre calvo y gordo71 Capítulo 71 Vigila a Zayden72 Capítulo 72 Podemos hacerlo esta noche73 Capítulo 73 El dilema de un esposo74 Capítulo 74 No tengas miedo75 Capítulo 75 Fusión corporativa76 Capítulo 76 Orgullosa de él77 Capítulo 77 Doctor cupido78 Capítulo 78 Zayden pierde la pelea79 Capítulo 79 Solo quiero que estés a salvo80 Capítulo 80 Su hermana81 Capítulo 81 Ayuda con el asunto en sus pantalones82 Capítulo 82 Todo el mundo tiene un pasado83 Capítulo 83 El té84 Capítulo 84 Una persona común85 Capítulo 85 Un hombre común86 Capítulo 86 Qué sabrías tú acerca de acciones87 Capítulo 87 Una fortuna desayunando con Meagan88 Capítulo 88 Cena benéfica89 Capítulo 89 Te sacaré90 Capítulo 90 Una cuñada simple y tonta91 Capítulo 91 El matrimonio no es válido92 Capítulo 92 Si tuvieran un hijo93 Capítulo 93 Solo los muertos pueden guardar un secreto94 Capítulo 94 La desgracia de Winona95 Capítulo 95 Amistad entre mujeres96 Capítulo 96 En la montaña97 Capítulo 97 Ambos tenían sentimientos mutuos98 Capítulo 98 Deberle la luna de miel99 Capítulo 99 Estarán separados algún día100 Capítulo 100 Ojos de pez