La llamada telefónica de Alisha le levantó el ánimo a Natalie.

"¡De acuerdo! ¡Voy para allá!", exclamó esta última, sintiendo una mezcla de nervios y emoción, ya que si se encontraba con ese hombre, podría localizar a su hijo desaparecido.

Ante la perspectiva de volver a ver a ese tipo, los nervios comenzaron a vencer a la chica.

El recuerdo de haber sido violada fue un secreto que había guardado celosamente durante cinco años.

Después de tanto tiempo, la cicatriz que tenía en el corazón aún no había desaparecido.

"Natalie, ¿qué te sucede? ¿Con quién estabas hablando por teléfono hace un momento?", preguntó Brinley con preocupación, cuando notó que su amiga no se veía muy bien.

"Con Alisha", contestó Natalie. "Encontró al hombre de hace cinco años, y le pidió que nos reuniéramos en el Red Forest, así que tengo que ir".

Brinley se puso seria al escuchar eso. "¿Por qué vas a ver a ese violador? No seas tonta. Es muy arriesgado que te encuentres con él en medio de la noche. Alisha debe de tener algún plan perverso en mente".